Las mariposas amarillas de Gabriel García Márquez y los vallenatos de Carlos Vives se apoderaron en la noche del pasado sábado en Santa Marta del estadio de Bureche.
Las mariposas amarillas de Gabriel García Márquez y los vallenatos de Carlos Vives se apoderaron en la noche del pasado sábado en Santa Marta del estadio de Bureche para llenar de realismo mágico la inauguración de los XVIII Juegos Bolivarianos, en una fiesta que exaltó la cultura del caribe colombiano.
Apenas cayó la noche se inició la ceremonia con la proyección de un vídeo que mostró la belleza de la ciudad anfitriona, ubicada al pie de la Sierra Nevada -la montaña costera más alta del mundo-, de la que se desprendió la primera parte de un espectáculo inspirado en la mitología indígena de los arhuacos.
La puesta en escena, que involucró a cerca de 400 artistas y juegos pirotécnicos, emprendió un viaje por la cosmogonía arhuaca que tiene al agua como gran protagonista con una corpografía que simuló los movimientos de las olas del mar.
La voz de Li Saumet, vocalista de la agrupación colombiana Bomba Estéreo, se empoderó con el espíritu de la Sierra Nevada con el tema “Vengo de la montaña” que le dio entrada al desfile de las delegaciones.
Al estadio que con capacidad para 16.000 asistentes albergará el campeonato de fútbol masculino ingresaron los grandes protagonistas del evento con sus banderas moviéndose por la brisa de esta caribeña ciudad, cuna de los futbolistas Carlos ‘el Pibe’ Valderrama y Radamel Falcao García.
Los letreros de Perú, Bolivia y Chile fueron los primeros en aparecer con la compañía de un vídeo de deportistas representativos y al ritmo de la música del panameño Rubén Blades, el dominicano Sergio Vargas, el dúo venezolano Chino y Nacho y los colombianos J Balvin y Shakira, entre otros.
“Estos Juegos Bolivarianos serán los mejores de la historia. Los declaro inaugurados”, expresó en la ceremonia la directora de la agencia gubernamental Coldeportes, Clara Luz Roldán, para complementar el discurso del presidente saliente de la Odebo, Danilo Carrera, quien instó a los deportistas a “congratularse mutuamente” inspirados en el movimiento olímpico que busca “unir los pueblos”.
La cumbia colombiana y el homenaje a los grandes reyes vallenatos fue la mejor forma de insertar el magnetismo de Gabo con un paseo por su natal Aracataca, desde donde partirá la prueba de ciclismo de ruta.
La voz del Nobel de literatura estremeció el escenario con fragmentos de sus obras “Vivir para contarla” y “Cien años de soledad”, para hacer tangible a ese Macondo que se encuentra en cada rincón del caribe colombiano.
El paseo por la cancha de la llama bolivariana selló el pacto de los deportistas que empezaron a competir desde hoy en los 12 escenarios que fueron construidos.
El colombiano Paulo Villar, tres veces olímpico en la prueba de los 110 metros con vallas, encendió el pebetero ante el júbilo de los espectadores.
Tras la lluvia de mariposas amarillas y con la llama flameando con fuerza, el cantautor Carlos Vives cerró por lo alto la ceremonia al ritmo de vallenato, con una presentación que inició con un “bienvenidos a la Perla de América”, y que continuó con su interpretación de “La tierra del olvido”.
Movió la fibra con el tema “Pescaíto”, que le canta al barrio en el que se forjó el legendario ‘Pibe’ Valderrama, y que dibujó lo pintoresca que promete ser esta edición de los Bolivarianos.
“Unidos los samarios podemos hacer cosas increíbles”, expresó a periodistas el artista antes de su presentación, en la que reafirmó que “siempre apoyo a mi tierra”.
En el cierre fue anunciada la presentación de la agrupación Chocquibtown, que estuvo a la altura de una noche inolvidable que también disfrutaron abanderados como el luchador chileno Andrés Ayub, el tenista boliviano Hugo Dellien Bolivia y el boxeador Yuberjen Martínez.
A esta cita asisten los siete países que integran la Organización Deportiva Bolivariana (Odecabe), que son Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, y en calidad de invitados participan República Dominicana, Paraguay, Guatemala y El Salvador.
Por: EFE
Las mariposas amarillas de Gabriel García Márquez y los vallenatos de Carlos Vives se apoderaron en la noche del pasado sábado en Santa Marta del estadio de Bureche.
Las mariposas amarillas de Gabriel García Márquez y los vallenatos de Carlos Vives se apoderaron en la noche del pasado sábado en Santa Marta del estadio de Bureche para llenar de realismo mágico la inauguración de los XVIII Juegos Bolivarianos, en una fiesta que exaltó la cultura del caribe colombiano.
Apenas cayó la noche se inició la ceremonia con la proyección de un vídeo que mostró la belleza de la ciudad anfitriona, ubicada al pie de la Sierra Nevada -la montaña costera más alta del mundo-, de la que se desprendió la primera parte de un espectáculo inspirado en la mitología indígena de los arhuacos.
La puesta en escena, que involucró a cerca de 400 artistas y juegos pirotécnicos, emprendió un viaje por la cosmogonía arhuaca que tiene al agua como gran protagonista con una corpografía que simuló los movimientos de las olas del mar.
La voz de Li Saumet, vocalista de la agrupación colombiana Bomba Estéreo, se empoderó con el espíritu de la Sierra Nevada con el tema “Vengo de la montaña” que le dio entrada al desfile de las delegaciones.
Al estadio que con capacidad para 16.000 asistentes albergará el campeonato de fútbol masculino ingresaron los grandes protagonistas del evento con sus banderas moviéndose por la brisa de esta caribeña ciudad, cuna de los futbolistas Carlos ‘el Pibe’ Valderrama y Radamel Falcao García.
Los letreros de Perú, Bolivia y Chile fueron los primeros en aparecer con la compañía de un vídeo de deportistas representativos y al ritmo de la música del panameño Rubén Blades, el dominicano Sergio Vargas, el dúo venezolano Chino y Nacho y los colombianos J Balvin y Shakira, entre otros.
“Estos Juegos Bolivarianos serán los mejores de la historia. Los declaro inaugurados”, expresó en la ceremonia la directora de la agencia gubernamental Coldeportes, Clara Luz Roldán, para complementar el discurso del presidente saliente de la Odebo, Danilo Carrera, quien instó a los deportistas a “congratularse mutuamente” inspirados en el movimiento olímpico que busca “unir los pueblos”.
La cumbia colombiana y el homenaje a los grandes reyes vallenatos fue la mejor forma de insertar el magnetismo de Gabo con un paseo por su natal Aracataca, desde donde partirá la prueba de ciclismo de ruta.
La voz del Nobel de literatura estremeció el escenario con fragmentos de sus obras “Vivir para contarla” y “Cien años de soledad”, para hacer tangible a ese Macondo que se encuentra en cada rincón del caribe colombiano.
El paseo por la cancha de la llama bolivariana selló el pacto de los deportistas que empezaron a competir desde hoy en los 12 escenarios que fueron construidos.
El colombiano Paulo Villar, tres veces olímpico en la prueba de los 110 metros con vallas, encendió el pebetero ante el júbilo de los espectadores.
Tras la lluvia de mariposas amarillas y con la llama flameando con fuerza, el cantautor Carlos Vives cerró por lo alto la ceremonia al ritmo de vallenato, con una presentación que inició con un “bienvenidos a la Perla de América”, y que continuó con su interpretación de “La tierra del olvido”.
Movió la fibra con el tema “Pescaíto”, que le canta al barrio en el que se forjó el legendario ‘Pibe’ Valderrama, y que dibujó lo pintoresca que promete ser esta edición de los Bolivarianos.
“Unidos los samarios podemos hacer cosas increíbles”, expresó a periodistas el artista antes de su presentación, en la que reafirmó que “siempre apoyo a mi tierra”.
En el cierre fue anunciada la presentación de la agrupación Chocquibtown, que estuvo a la altura de una noche inolvidable que también disfrutaron abanderados como el luchador chileno Andrés Ayub, el tenista boliviano Hugo Dellien Bolivia y el boxeador Yuberjen Martínez.
A esta cita asisten los siete países que integran la Organización Deportiva Bolivariana (Odecabe), que son Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, y en calidad de invitados participan República Dominicana, Paraguay, Guatemala y El Salvador.
Por: EFE