Un nuevo hecho de sangre se registró en la mañana de ayer domingo en el sur oriente de esta ciudad, donde dos sicarios que se movilizaban en una motocicleta de alto cilindraje balearon a corta distancia a un pasajero de un taxi que viajaba como copiloto en la parte delantera del automóvil.

La víctima fue identificada por las autoridades como Andrés Ramírez, de 37 años, quien fue baleado en momentos en que el chófer detuvo el automotor para que se bajara, porque había llegado al sitio donde le solicitó la carrera.

Este hombre recibió varios impactos de bala al parecer de pistola calibre 9 milímetros que acabaron con su vida, cuando era atendido en la Clínica Médicos Limitada, hasta donde fue trasladado por sus familiares en estado agónico.

El atentado criminal se registró a las 10:40 de la mañana en la carrera 3 con calle 20E del barrio Villa Castro de Valledupar, donde hubo conmoción a raíz de la serie de disparos que se escucharon; no obstante que el taxista, cuya identidad se mantiene en reserva por razones de seguridad, resultó ileso de la acción criminal.

Miembros de la Sijín de la Policía Nacional practicaron la inspección y reconocimiento al cadáver a la 1:00 de la tarde y trasladaron el cadáver hasta la morgue de medina legal para las diligencias de la necropsia.

Andrés Ramírez, había nacido en el municipio de Puerto Tejada, Cauca el 12 de febrero de 1977, al parecer residía en el departamento de Cundinamarca y se encontraba realizando algunas diligencias en esta capital cuando fue asesinado. Recibió dos heridas en la cabeza, el rostro y el hombro derecho, los cuales le afectaron varios órganos vitales.

Un testigo de la acción criminal, quien pidió reserva de su nombre por razones de seguridad indicó a EL PILÓN que el sicario le advirtió al taxista con tono amenazante que se bajara del vehículo, para que no fuese alcanzado por las balas.

El subcomandante de la Policía Cesar, teniente coronel Anthony Currea, anunció que tenía poca información del hecho de sangre, pero anticipó que personal especializado de la Unidad de vida de la Sijin iniciaron investigaciones correspondientes para esclarecer el crimen y lograr ubicar y capturar a los responsables del mismo.

Las autoridades en principio descartaron que el crimen tenga que ver con un atraco, razón por la cual, investigan en los departamentos de Cundinamarca y Cauca, al igual que en el sistema nacional para verificar si tenía antecedentes penales y qué se encontraba realizando en Valledupar.

Al momento de la inspección y reconocimiento al cadáver en la clínica donde se produjo su deceso, pese a los esfuerzos médicos por reanimarlo, no se encontraba ningún familiar, ni persona que lo conociera. Su identificación fue lograda a través de la cédula de ciudadanía que portaba en su cartera.

Al cierre de esta edición, el cadáver permanecía en la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

Por Abdel Martínez Pérez

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