Un paramédico que trabajaba en una de las ambulancias de la Clínica Laura Daniela de Valledupar, fue asesinado de cuatro impactos de bala de revólver calibre 38, cuando se encontraba parrandeando frente a su casa en el barrio Garupal de esta capital.

La víctima fue identificada como William Moya Márquez, de 30 años, quien a la 1:30 de la madrugada de este viernes, en la manzana 63 casa 8 del sector en mención, fue interceptado por un sujeto que le propinó cuatro balazos, uno de ellos en la cabeza.

“El hombre llegó caminando, le apuntó con el revólver y le dijo que le entregara las llaves de la moto que tenía parqueada frente a la casa, pero Moya le contestó que no y fue cuando el delincuente le disparó”, dijo de uno de los allegados a la víctima.

Según se conoció, eran dos asaltantes que se bajaron de un taxi a una cuadra de la casa del paramédico y en el vehículo eran esperados por una mujer.

Moya Márquez fue auxiliado por su esposa y amigos que lo acompañaban, pero murió cuando era transportado en un carro hasta la Clínica Laura Daniela, pese al esfuerzos de los galenos de turno que manifestaron que llegó al centro asistencial sin signos vitales.

Así pasó

De acuerdo con la información, cuando los atracadores llegaron a la residencia de William Moya, le exigieron que les entregara las llaves de la moto, mientras que le apuntaban con el arma de fuego. Al calor de los tragos el paramédico que se encontraba sentado en una silla, trató de mirar a los atracadores en señal de no acceder a sus pretensiones y el que estaba armado descargó el revólver a corta distancia, dos de los tiros fueron fallidos, pero los otros cuatros hicieron blanco en su humanidad.

Un agente de la Policía que reside en el mismo sector al escuchar los disparos reaccionó de inmediato, pero mientras salió a la calle, ya los delincuentes habían huido del lugar a bordo del taxi marca Hyundai, que según los familiares del William ya está identificado porque alcanzaron a tomar el número de las placas.

Gritos de auxilios, pedía su esposa Diana Marcela, en medio de la impotencia al observar a Moya tirado en medio de un manto de sangre, el policía fue el encargado de trasladar a este hombre al centro asistencial.

Los supuestos asesinos tienen las siguientes características, según indicaron testigos del hecho; uno de ellos es de tez morena, de pelo crespo, usa una cola de caballo, y el otro también es de tez trigueña y cabello ondulado.

Por Redacción Judicial/ EL PILÓN