El joven, había sobrevivido a dos atentados criminales más, tras ser baleado por la espalda.
Aunque su madre le había advertido que no siguiera en malos pasos, ni se apropiara de lo ajeno para mal venderlo, y de esa manera comprar marihuana y bazuco para el consumo casi que a diario, el joven, Quides Leis Luquez Acevedo, de 23 años, según sus familiares, murió en su ley.
Pese a las dos veces que estuvo en el centro de rehabilitación y orientación al menor infractor CROMI, de Valledupar, al igual a las dos intervenciones quirúrgicas a que fue sometido en el hospital 'Rosario Pumarejo de López', a raíz de heridas a bala que recibió en medio de sus acciones delictivas este joven no quiso seguir por el buen camino.
Así lo reveló su progenitora Lucidia Amparo Acevedo Gómez, en medio del dolor que la embargaba por la temprana desaparición de uno de sus seis hijos, que según ella no quiso estudiar, pese a la insistencia de sus padres.
Cronología de los hechos
Quides Leis Luquez Acevedo, residía en el barrio 'Mareigua', al sur de la ciudad y durante la mayoría del día del pasado miércoles 28 de agosto se la pasó durmiendo.
En la tarde, salió por varias horas y hacia las 9:00 de la noche regresó a su casa, se bañó, se cambió, comió y salió a las 11:00 de la noche, y una hora después fue baleado por sicarios que se movilizaban en una motocicleta, en momentos en que deambulaba por la carrera 25 con calle 45 frente al barrio 'Villa Fuentes, entrada principal al sector de Mareigua.
Frente a la vivienda demarcada con el número 47-35, se produjo el atentado y dos cuadras después, frente al parqueadero 'El Lavadero', cayó sobre el pavimento. Según los rastros de sangre, se presume que alcanzó a correr unos 50 metros hacia la avenida 44, donde al parecer fue rematado.
El joven fue recogido por una patrulla de la Policía hasta el hospital Rosario Pumarejo de López, donde minutos después se produjo su deceso, pese al esfuerzo de los médicos por salvarlo.
Había sobrevivido a dos atentados más
Doña, Lucidia Amparo Acevedo Gómez, recordó los malos momentos que pasó, cuando en el mes de junio del año 2012, fue baleado por desconocidos cerca de su casa; luego en el mes de septiembre del mismo año, también sobrevivió a otra acción criminal en el barrio El Páramo, al igual que estuvo preso por varios meses en el CROMI, bajo la sindicación del delito de hurto y fue reseñado ante las autoridades de menores.
El joven, había sobrevivido a dos atentados criminales más, tras ser baleado por la espalda.
Aunque su madre le había advertido que no siguiera en malos pasos, ni se apropiara de lo ajeno para mal venderlo, y de esa manera comprar marihuana y bazuco para el consumo casi que a diario, el joven, Quides Leis Luquez Acevedo, de 23 años, según sus familiares, murió en su ley.
Pese a las dos veces que estuvo en el centro de rehabilitación y orientación al menor infractor CROMI, de Valledupar, al igual a las dos intervenciones quirúrgicas a que fue sometido en el hospital 'Rosario Pumarejo de López', a raíz de heridas a bala que recibió en medio de sus acciones delictivas este joven no quiso seguir por el buen camino.
Así lo reveló su progenitora Lucidia Amparo Acevedo Gómez, en medio del dolor que la embargaba por la temprana desaparición de uno de sus seis hijos, que según ella no quiso estudiar, pese a la insistencia de sus padres.
Cronología de los hechos
Quides Leis Luquez Acevedo, residía en el barrio 'Mareigua', al sur de la ciudad y durante la mayoría del día del pasado miércoles 28 de agosto se la pasó durmiendo.
En la tarde, salió por varias horas y hacia las 9:00 de la noche regresó a su casa, se bañó, se cambió, comió y salió a las 11:00 de la noche, y una hora después fue baleado por sicarios que se movilizaban en una motocicleta, en momentos en que deambulaba por la carrera 25 con calle 45 frente al barrio 'Villa Fuentes, entrada principal al sector de Mareigua.
Frente a la vivienda demarcada con el número 47-35, se produjo el atentado y dos cuadras después, frente al parqueadero 'El Lavadero', cayó sobre el pavimento. Según los rastros de sangre, se presume que alcanzó a correr unos 50 metros hacia la avenida 44, donde al parecer fue rematado.
El joven fue recogido por una patrulla de la Policía hasta el hospital Rosario Pumarejo de López, donde minutos después se produjo su deceso, pese al esfuerzo de los médicos por salvarlo.
Había sobrevivido a dos atentados más
Doña, Lucidia Amparo Acevedo Gómez, recordó los malos momentos que pasó, cuando en el mes de junio del año 2012, fue baleado por desconocidos cerca de su casa; luego en el mes de septiembre del mismo año, también sobrevivió a otra acción criminal en el barrio El Páramo, al igual que estuvo preso por varios meses en el CROMI, bajo la sindicación del delito de hurto y fue reseñado ante las autoridades de menores.