Un líder campesino del municipio de Guacarí, ubicado en el departamento del Valle del Cauca (suroeste) fue asesinado este sábado a tiros por desconocidos en una zona rural de esa localidad, informaron medios locales. El homicidio de Fernando Gómez, quien hacía parte de la Asociación Mixta Indígena y Campesina en Guacarí, Asomic, ocurrió en el […]
Un líder campesino del municipio de Guacarí, ubicado en el departamento del Valle del Cauca (suroeste) fue asesinado este sábado a tiros por desconocidos en una zona rural de esa localidad, informaron medios locales.
El homicidio de Fernando Gómez, quien hacía parte de la Asociación Mixta Indígena y Campesina en Guacarí, Asomic, ocurrió en el caserío de Pomares, en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias, donde fue interceptado por desconocidos.
“Dirigía un trabajo social con la comunidad, nos encontramos en investigación para saber qué ocurrió, hasta el momento pudimos conocer que no había denunciado ninguna clase de amenazas en contra de su vida”, afirmó la secretaria de Seguridad del Valle del Cauca, Noralba García, en declaraciones recogidas por RCN Radio.
Este crimen viene a sumarse al parte de una nueva oleada de violencia contra los líderes sociales que ha alarmado al país en la última semana, en la que se han registrado al menos ocho asesinatos de estos dirigentes.
La violencia contra los líderes sociales ha dejado, según la Fiscalía, al menos 30 defensores asesinados este año y 178 desde 2016. El balance más preocupante es el de la Defensoría del Pueblo, que dice que entre el 1 de enero de 2016 y el 30 de junio de 2018 fueron asesinados 311.
Ante esa ola de violencia, miles de colombianos se reunieron en al noche del viernes en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá y en distintas ciudades del país para prender velas en memoria de los líderes sociales asesinados y rechazar los crímenes.
La cocaína, en el fondo, es la causa central de esta crisis de seguridad. El coronel José Restrepo, director de la unidad de élite de la policía encargada de investigar estos crímenes, señaló a Caracol Radio que por ahora “se han registrado 165 capturas de presuntos responsables de estas afectaciones”, en referencia a los 178 asesinatos verificados desde finales de 2016. En su mayoría, indicó, pertenecen a frentes disidentes de las FARC, que actúan como cárteles disputándose la producción de hoja de coca, y al Clan del Golfo, la principal organización criminal dedicada al narcotráfico de Colombia, de facto un grupo paramilitar. A la habitual indefensión de los líderes comunitarios, en el punto de mira de caciques locales y redes mafiosas, se suman desde la firma de la paz los problemas derivados de los enfrentamientos entre bandas por el control del territorio.
Un líder campesino del municipio de Guacarí, ubicado en el departamento del Valle del Cauca (suroeste) fue asesinado este sábado a tiros por desconocidos en una zona rural de esa localidad, informaron medios locales. El homicidio de Fernando Gómez, quien hacía parte de la Asociación Mixta Indígena y Campesina en Guacarí, Asomic, ocurrió en el […]
Un líder campesino del municipio de Guacarí, ubicado en el departamento del Valle del Cauca (suroeste) fue asesinado este sábado a tiros por desconocidos en una zona rural de esa localidad, informaron medios locales.
El homicidio de Fernando Gómez, quien hacía parte de la Asociación Mixta Indígena y Campesina en Guacarí, Asomic, ocurrió en el caserío de Pomares, en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias, donde fue interceptado por desconocidos.
“Dirigía un trabajo social con la comunidad, nos encontramos en investigación para saber qué ocurrió, hasta el momento pudimos conocer que no había denunciado ninguna clase de amenazas en contra de su vida”, afirmó la secretaria de Seguridad del Valle del Cauca, Noralba García, en declaraciones recogidas por RCN Radio.
Este crimen viene a sumarse al parte de una nueva oleada de violencia contra los líderes sociales que ha alarmado al país en la última semana, en la que se han registrado al menos ocho asesinatos de estos dirigentes.
La violencia contra los líderes sociales ha dejado, según la Fiscalía, al menos 30 defensores asesinados este año y 178 desde 2016. El balance más preocupante es el de la Defensoría del Pueblo, que dice que entre el 1 de enero de 2016 y el 30 de junio de 2018 fueron asesinados 311.
Ante esa ola de violencia, miles de colombianos se reunieron en al noche del viernes en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá y en distintas ciudades del país para prender velas en memoria de los líderes sociales asesinados y rechazar los crímenes.
La cocaína, en el fondo, es la causa central de esta crisis de seguridad. El coronel José Restrepo, director de la unidad de élite de la policía encargada de investigar estos crímenes, señaló a Caracol Radio que por ahora “se han registrado 165 capturas de presuntos responsables de estas afectaciones”, en referencia a los 178 asesinatos verificados desde finales de 2016. En su mayoría, indicó, pertenecen a frentes disidentes de las FARC, que actúan como cárteles disputándose la producción de hoja de coca, y al Clan del Golfo, la principal organización criminal dedicada al narcotráfico de Colombia, de facto un grupo paramilitar. A la habitual indefensión de los líderes comunitarios, en el punto de mira de caciques locales y redes mafiosas, se suman desde la firma de la paz los problemas derivados de los enfrentamientos entre bandas por el control del territorio.