A la merced de los ladrones, a si se encuentran los habitantes de la urbanización La Floresta, en Valledupar, tras la ‘ola’ de hurtos a viviendas que se han registrado durante la última semana en el sector.
Los roban a cualquier hora
A la merced de los ladrones, así se encuentran los habitantes de la urbanización La Floresta, en Valledupar, tras la ‘ola’ de hurtos a viviendas que se han registrado durante la última semana en el sector. Los casos más recientes se registraron en la transversal 25 con carrera 16, donde los delincuentes aprovecharon la soledad de dos viviendas para saquearlas.
Una de las víctimas fue Judith Mejía, y sus dos hijos de 8 y 18 años, respectivamente, quienes habitan en la casa número 16-15, esquina, donde ingresaron los asaltantes tras quitar el ventanal en una de las habitaciones del segundo piso.
La mujer contó que en el momento del hurto estaba en un velorio y los vecinos tampoco se percataron de lo que sucedía, ya que permanecen encerrados en sus casas, teniendo en cuenta que son víctimas de atracos a mano armada, a cualquier hora del día.
“Los asaltantes se llevaron dinero en efectivo, los bafles de un equipo de sonido, una bicicleta y joyas, entre otros elementos de valor”, manifestó Judith Mejía.
Agregó que se llevó una sorpresa al intentar ingresar a su casa y encontrarse con que la puerta estaba trancada. De inmediato llamó a la policía y constató que los dueños de lo ajeno habían hecho de las suyas.
“Esta es la tercera vez que roban en mi casa, ya no se qué hacer para evitar ser víctima de la delincuencia”, dijo.
La casa contigua, correspondiente al número 16-21, también fue víctima de los asaltantes, el domingo. Allí la docente Laura Pedraza Pérez, regresó ese día de un viaje a las 9:00 de la mañana y se encontró con que sujetos armados habían ingresado a su casa para robar.
“Estaba haciendo una diligencia en Bosconia, cuando entré con la Policía había una reja forzada y los uniformados encontraron un arma de fuego en una de las habitaciones. Al parecer los ladrones la olvidaron en su afán”, relató Pedraza Pérez.
De esta residencia, fueron hurtados un computador portátil, joyas de oro, dinero y como si fuera poco los asaltantes destrozaron armarios, una cama y un colchón en medio de su desesperada búsqueda de elementos de valor.
Los habitantes de la urbanización La Floresta, y del barrio El Cerrito, denuncian que son víctimas de los atracos a mano armada, por lo que algunos han optado por vivir encerrados, ya que no pueden sentarse en las puertas de las casas debido a la ola delincuencial.
Según los querellantes, aunque el sector colinda con el batallón La Popa, es notaria la falta de autoridad, por lo que es propicio para los atracos y consumo de alucinógenos en los lotes enmontados del sector.
A la merced de los ladrones, a si se encuentran los habitantes de la urbanización La Floresta, en Valledupar, tras la ‘ola’ de hurtos a viviendas que se han registrado durante la última semana en el sector.
Los roban a cualquier hora
A la merced de los ladrones, así se encuentran los habitantes de la urbanización La Floresta, en Valledupar, tras la ‘ola’ de hurtos a viviendas que se han registrado durante la última semana en el sector. Los casos más recientes se registraron en la transversal 25 con carrera 16, donde los delincuentes aprovecharon la soledad de dos viviendas para saquearlas.
Una de las víctimas fue Judith Mejía, y sus dos hijos de 8 y 18 años, respectivamente, quienes habitan en la casa número 16-15, esquina, donde ingresaron los asaltantes tras quitar el ventanal en una de las habitaciones del segundo piso.
La mujer contó que en el momento del hurto estaba en un velorio y los vecinos tampoco se percataron de lo que sucedía, ya que permanecen encerrados en sus casas, teniendo en cuenta que son víctimas de atracos a mano armada, a cualquier hora del día.
“Los asaltantes se llevaron dinero en efectivo, los bafles de un equipo de sonido, una bicicleta y joyas, entre otros elementos de valor”, manifestó Judith Mejía.
Agregó que se llevó una sorpresa al intentar ingresar a su casa y encontrarse con que la puerta estaba trancada. De inmediato llamó a la policía y constató que los dueños de lo ajeno habían hecho de las suyas.
“Esta es la tercera vez que roban en mi casa, ya no se qué hacer para evitar ser víctima de la delincuencia”, dijo.
La casa contigua, correspondiente al número 16-21, también fue víctima de los asaltantes, el domingo. Allí la docente Laura Pedraza Pérez, regresó ese día de un viaje a las 9:00 de la mañana y se encontró con que sujetos armados habían ingresado a su casa para robar.
“Estaba haciendo una diligencia en Bosconia, cuando entré con la Policía había una reja forzada y los uniformados encontraron un arma de fuego en una de las habitaciones. Al parecer los ladrones la olvidaron en su afán”, relató Pedraza Pérez.
De esta residencia, fueron hurtados un computador portátil, joyas de oro, dinero y como si fuera poco los asaltantes destrozaron armarios, una cama y un colchón en medio de su desesperada búsqueda de elementos de valor.
Los habitantes de la urbanización La Floresta, y del barrio El Cerrito, denuncian que son víctimas de los atracos a mano armada, por lo que algunos han optado por vivir encerrados, ya que no pueden sentarse en las puertas de las casas debido a la ola delincuencial.
Según los querellantes, aunque el sector colinda con el batallón La Popa, es notaria la falta de autoridad, por lo que es propicio para los atracos y consumo de alucinógenos en los lotes enmontados del sector.