“Hay Juglares del folclor de la región que siguen vigentes pese a su muerte”, es el mensaje que dejan claro los intérpretes de la música vallenata que profesan amor por la obra del extinto Rafael Calixto Escalona Martínez.

Jorge Oñate, Jorge Celedón y Eliana Gnecco, son algunos de ellos, quienes hablaron del tema para el diario EL PILÓN, en el marco del preámbulo del concierto sinfónico en honor al natalicio y al quinto aniversario de la muerte de Escalona, realizado ayer, en horas de la noche, en la capital del Cesar.

‘El Jilguero de América’ aseguró estar dichoso de que se realicen homenajes como éste para uno de los hombres que considera como significativo en la composición de la música vallenata, indicando que “yo soy ‘escalonista’, admirador de sus canciones. Él decía que yo era el mejor intérprete de ellas; nos quisimos mucho; soy familia de ‘La Maye’ (una de sus mujeres), por lo tanto me une a él un lazo de familiaridad y afecto”.

Aunque Oñate no estuvo en la nómina de artistas del concierto, pero sí en la primera fila de asistentes, aseguró que escuchar el vallenato en formato sinfónico es algo que sensibiliza el alma de cualquiera. “El vallenato interpretado en acordeón, orquesta, mariachis, trío o sinfónica sigue siendo lo más representativo de nuestra tierra en Colombia”, subrayó.

Por su parte, Jorge Celedón, manifestó que “ya había tenido la oportunidad de hacer giras en este formato; siempre lo he disfrutado mucho, me parece excelente. Este caso es especial porque se trata de interpretar las canciones de ese gran maestro que dejó una huella indeleble en todos nosotros”.

Entre tanto, la dama que engalanó este espectáculo, Eliana Gnecco, no ocultó la emoción por hacer parte del homenaje de un personaje grande en el género vallenato, precisando que las fusiones en la música de la caja, guacharaca y acordeón lo resaltan y le dan altura. “Invito al pueblo vallenato a seguir recordando a Rafael Escalona solicitando sus canciones y/o asistiendo a esta clase de eventos”, afirmó.

La artista puso de manifiesto su complacencia por el proyecto de la Casa Museo Escalona recordando que la memoria vallenata no está escrita. “No tenemos documentación en cuanto a este género musical; muchas cosas se han perdido por ello. Hay que fijar las eventualidades del vallenato para que las nuevas generaciones entiendan cuál es la verdadera naturaleza del vallenato y no lo dejen morir, y para que al fusionarlo no pierda su naturaleza, sino que se enriquezca”, puntualizó.

“El hombre y el mito”: Taryn Escalona

Para la presidenta de la fundación ‘Rafael Calixto Escalona Martínez’, Taryn Escalona, lo más importante es que la gente no olvide a su padre, teniendo en cuenta que fue uno de los hombres que colocó la bandera del vallenato en los picos más alto del mundo.

“Queremos que su nombre se perpetué de generación en generación. La idea es que las personas no crean que Escalona fue una especie de Francisco ‘El Hombre’; él fue mítico, pero también fue un hombre real, que cantaba las historias del viejo Valle de Upar”, enfatizó.

Taryn asegura que escuchar las canciones de su padre en sinfónica es un sueño cumplido, manifestando que “siempre quise un concierto sinfónico con las canciones de mi padre cuando él estaba vivo. Verlo realidad es algo emocionante”.

Violines, chelos, flautas, clarinetes, trombones, trompetas se fusionaron ayer con la caja, guachara y acordeón, en el marco de un concierto promovido por la Fundación ‘Rafael Calixto Escalona Martínez’ y auspiciado por la Gobernación del Cesar.

ANNELISE BARRIGA RAMIREZ
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