“Durante mis quimioterapias en lo que más pensaba era en fútbol, eso me apartó de todo. En esos días conocí al arquero José Fernando Cuadrado y él fue importante en mi recuperación”, dijo Samuel David a Colprensa.
Las voces de aliento y el afecto constante del arquero vallenato José Fernando Cuadrado ayudaron a que el niño Samuel David Pineda le ganara la batalla a un cáncer linfático.
El golero del Once Caldas siempre estuvo allí, al lado del menor de diez años, a quien en 2012 le diagnosticaron linfoma de Hodgkin, un cáncer del sistema linfático.
“Durante mis quimioterapias en lo que más pensaba era en fútbol, eso me apartó de todo. En esos días conocí al arquero José Fernando Cuadrado y él fue importante en mi recuperación”, dijo Samuel David a Colprensa.
La madre del menor, Mónica, asegura que el fútbol fue precisamente el antídoto para que el niño superara esta afección. “Samuel nunca habla de cáncer, él respira fútbol. Tenía sus quimioterapias los jueves y el sábado iba a jugar. El apoyo de Cuadrado para mi niño fue fundamental”, dijo la mujer, quien asegura que el golero cesarense y el pequeño, fanático del Once Caldas, aún mantienen su amistad.
Sobre la recuperación del menor, José Fernando Cuadrado dijo que “estos es un milagro de Dios y yo estuve cerca, con él hicimos una buena amistad, le di fuerzas, lo apoyé muchísimo, porque es un niño que se siente identificado con el fútbol, ve en mí un ídolo, hecho que me llena de mucha satisfacción. Nosotros visitamos mucho la Fundación a la que él pertenece y tuve la oportunidad de interactuar con él día a día, tanto así que me convertí en una persona cercana a su familia”.
Según la publicación de Colprensa, Samuel debe tomar algunos medicamentos para la tiroides y cursa primero de bachillerato en una institución educativa de Manizales. Sigue con sus entrenamientos en el Club Semillas, donde es volante central. A esa posición llegó luego de prepararse como portero. Cada año deberá pasar por algunos controles médicos hasta los 16 años.
“Samuel nunca habla de cáncer, él respira fútbol. Tenía sus quimioterapias los jueves y el sábado iba a jugar. El apoyo de Cuadrado para mi niño fue fundamental”: madre del niño.
“Durante mis quimioterapias en lo que más pensaba era en fútbol, eso me apartó de todo. En esos días conocí al arquero José Fernando Cuadrado y él fue importante en mi recuperación”, dijo Samuel David a Colprensa.
Las voces de aliento y el afecto constante del arquero vallenato José Fernando Cuadrado ayudaron a que el niño Samuel David Pineda le ganara la batalla a un cáncer linfático.
El golero del Once Caldas siempre estuvo allí, al lado del menor de diez años, a quien en 2012 le diagnosticaron linfoma de Hodgkin, un cáncer del sistema linfático.
“Durante mis quimioterapias en lo que más pensaba era en fútbol, eso me apartó de todo. En esos días conocí al arquero José Fernando Cuadrado y él fue importante en mi recuperación”, dijo Samuel David a Colprensa.
La madre del menor, Mónica, asegura que el fútbol fue precisamente el antídoto para que el niño superara esta afección. “Samuel nunca habla de cáncer, él respira fútbol. Tenía sus quimioterapias los jueves y el sábado iba a jugar. El apoyo de Cuadrado para mi niño fue fundamental”, dijo la mujer, quien asegura que el golero cesarense y el pequeño, fanático del Once Caldas, aún mantienen su amistad.
Sobre la recuperación del menor, José Fernando Cuadrado dijo que “estos es un milagro de Dios y yo estuve cerca, con él hicimos una buena amistad, le di fuerzas, lo apoyé muchísimo, porque es un niño que se siente identificado con el fútbol, ve en mí un ídolo, hecho que me llena de mucha satisfacción. Nosotros visitamos mucho la Fundación a la que él pertenece y tuve la oportunidad de interactuar con él día a día, tanto así que me convertí en una persona cercana a su familia”.
Según la publicación de Colprensa, Samuel debe tomar algunos medicamentos para la tiroides y cursa primero de bachillerato en una institución educativa de Manizales. Sigue con sus entrenamientos en el Club Semillas, donde es volante central. A esa posición llegó luego de prepararse como portero. Cada año deberá pasar por algunos controles médicos hasta los 16 años.
“Samuel nunca habla de cáncer, él respira fútbol. Tenía sus quimioterapias los jueves y el sábado iba a jugar. El apoyo de Cuadrado para mi niño fue fundamental”: madre del niño.