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Editorial - 30 agosto, 2020

Arde la ciénaga

A raíz de nuestro editorial  ‘La Ciénaga de Zapatosa en el corazón del Cesar’ del pasado 26 se ha suscitado una polémica en los grupos de interés colectivos de WhatsApp de EL PILÓN y en las redes sociales. Se nos dice, por diferentes autores: “Está muy bonito el reportaje. Lamentablemente no cuenta la realidad. La […]

A raíz de nuestro editorial  ‘La Ciénaga de Zapatosa en el corazón del Cesar’ del pasado 26 se ha suscitado una polémica en los grupos de interés colectivos de WhatsApp de EL PILÓN y en las redes sociales.

Se nos dice, por diferentes autores:

“Está muy bonito el reportaje. Lamentablemente no cuenta la realidad. La ciénaga está contaminada sin posibilidad de uso turístico (universidad nacional 2012) debido al peligro de las ciano bacterias presentes, los peces se mueren por la contaminación, incluso los miles que se siembran, los que sobreviven no superan el 30 % de su tamaño promedio original y son portadores de metales pesados para quienes los consumen. El trabajo de dragado es fatal para la vida del ecosistema en el fondo, debe hacerse un trabajo de descolmatación más cuidadoso antes de que termine de morir toda posibilidad de recuperar su fondo carente de oxígeno. La tarulla que es una planta muy bonita está descontrolada debido al exceso de nutrientes producto de los residuos domésticos e industriales que llegan a la ciénaga por el río Cesar, su desequilibrio acelera el proceso de colmatación que reduce el espesor del espejo de agua, lo que a su vez intensifica su calentamiento y evaporación.

No siento ningún placer en comunicar esto ante tan bello reportaje del Pilón, sólo que si cerramos los ojos ante la realidad pronto no solo no tendremos ciénaga, tampoco tendremos un ambiente sano en los sitios altos que se alimentan con el ciclo hídrico de ella, y nos estaremos preguntando: ¿Por qué se están secando los ríos Guatapurí, Cesar y otros vitales para la vida en la región?”

“Presencia de buchón de agua o tarulla es sinónimo de alimento que la hace proliferar y este no es otro que los detritos orgánicos de los alcantarillados y lagunas de oxidación mal manejados de todos los municipios que vierten sus aguas al río Cesar.

Se requiere hacer cumplir la normatividad establecida para el manejo de estos vertimientos”

“El alcantarillado de chimichagua su laguna de oxidación queda cerca a la ciénaga y cuando crece esta se inmersa en la iénaga”

“Por lo que estoy viendo, los problemas ambientales de hace 20 años continúan, lo que demuestra que la inversión por más de miles y miles de millones en los últimos años no se ven, por eso es que tenemos que apuntar a invertir en la eliminación de los factores que generan los impactos Ambientales”

“El problema de la Zapatosa, es el hambre que hay a sus alrededores, hace 18 años fui interventor de un proyecto de recuperación, con la siembra de 5 millones de alevinos, que la pobreza de los pescadores no los dejan que alcancen la talla mínima”

Todo indica que se requiere más pedagogía y menos policía con su población, que ama a la ciénaga. Valledupar es un pésimo ejemplo contaminando sus aguas vertidas en el Cesar. Por fortuna no le llega el mercurio que afecta ríos como el Cauca.

Dijo al final el ex-director de Corpocesar Kaleb Villalobos:

“En parte tiene razón quien escribe, pues, la falta de alcantarillado, sistemas de tratamiento de aguas residuales y rellenos sanitarios en la región contaminan el ecosistema. Sin embargo, estamos a tiempo, Zapatosa está viva y con gran potencial eco turístico y productivo”.

Editorial
30 agosto, 2020

Arde la ciénaga

A raíz de nuestro editorial  ‘La Ciénaga de Zapatosa en el corazón del Cesar’ del pasado 26 se ha suscitado una polémica en los grupos de interés colectivos de WhatsApp de EL PILÓN y en las redes sociales. Se nos dice, por diferentes autores: “Está muy bonito el reportaje. Lamentablemente no cuenta la realidad. La […]


A raíz de nuestro editorial  ‘La Ciénaga de Zapatosa en el corazón del Cesar’ del pasado 26 se ha suscitado una polémica en los grupos de interés colectivos de WhatsApp de EL PILÓN y en las redes sociales.

Se nos dice, por diferentes autores:

“Está muy bonito el reportaje. Lamentablemente no cuenta la realidad. La ciénaga está contaminada sin posibilidad de uso turístico (universidad nacional 2012) debido al peligro de las ciano bacterias presentes, los peces se mueren por la contaminación, incluso los miles que se siembran, los que sobreviven no superan el 30 % de su tamaño promedio original y son portadores de metales pesados para quienes los consumen. El trabajo de dragado es fatal para la vida del ecosistema en el fondo, debe hacerse un trabajo de descolmatación más cuidadoso antes de que termine de morir toda posibilidad de recuperar su fondo carente de oxígeno. La tarulla que es una planta muy bonita está descontrolada debido al exceso de nutrientes producto de los residuos domésticos e industriales que llegan a la ciénaga por el río Cesar, su desequilibrio acelera el proceso de colmatación que reduce el espesor del espejo de agua, lo que a su vez intensifica su calentamiento y evaporación.

No siento ningún placer en comunicar esto ante tan bello reportaje del Pilón, sólo que si cerramos los ojos ante la realidad pronto no solo no tendremos ciénaga, tampoco tendremos un ambiente sano en los sitios altos que se alimentan con el ciclo hídrico de ella, y nos estaremos preguntando: ¿Por qué se están secando los ríos Guatapurí, Cesar y otros vitales para la vida en la región?”

“Presencia de buchón de agua o tarulla es sinónimo de alimento que la hace proliferar y este no es otro que los detritos orgánicos de los alcantarillados y lagunas de oxidación mal manejados de todos los municipios que vierten sus aguas al río Cesar.

Se requiere hacer cumplir la normatividad establecida para el manejo de estos vertimientos”

“El alcantarillado de chimichagua su laguna de oxidación queda cerca a la ciénaga y cuando crece esta se inmersa en la iénaga”

“Por lo que estoy viendo, los problemas ambientales de hace 20 años continúan, lo que demuestra que la inversión por más de miles y miles de millones en los últimos años no se ven, por eso es que tenemos que apuntar a invertir en la eliminación de los factores que generan los impactos Ambientales”

“El problema de la Zapatosa, es el hambre que hay a sus alrededores, hace 18 años fui interventor de un proyecto de recuperación, con la siembra de 5 millones de alevinos, que la pobreza de los pescadores no los dejan que alcancen la talla mínima”

Todo indica que se requiere más pedagogía y menos policía con su población, que ama a la ciénaga. Valledupar es un pésimo ejemplo contaminando sus aguas vertidas en el Cesar. Por fortuna no le llega el mercurio que afecta ríos como el Cauca.

Dijo al final el ex-director de Corpocesar Kaleb Villalobos:

“En parte tiene razón quien escribe, pues, la falta de alcantarillado, sistemas de tratamiento de aguas residuales y rellenos sanitarios en la región contaminan el ecosistema. Sin embargo, estamos a tiempo, Zapatosa está viva y con gran potencial eco turístico y productivo”.