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Festival Vallenato - 29 abril, 2014

Árboles de cañaguate en honor a Gabo

Con la siembra de 500 árboles de cañaguate, árbol nativo de esta región, el alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales, rendirá homenaje a Gabriel García Márquez.

Con la siembra de los cañaguates, se abre el recuerdo inmortal para Gabriel García Márquez en Valledupar. Cortesía.
Con la siembra de los cañaguates, se abre el recuerdo inmortal para Gabriel García Márquez en Valledupar. Cortesía.

Con la siembra de 500 árboles de cañaguate, árbol nativo de esta región, el alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales, rendirá homenaje a Gabriel García Márquez.

Con este gesto, la administración municipal quiere resaltar la amistad del Nobel en Literatura con la Capital Mundial del Vallenato.

“La punta de lanza que incrustó la música vallenata en un tema de corte internacional fue Gabriel García Márquez”, aseguró el alcalde, Fredys Socarrás.

Las primeras especies se sembraron ayer a la altura de la avenida Hurtado, en un acto que contó con la presencia de amigos de Gabriel García Márquez como el cajero Pablo López, quien lo acompañó a recibir al Nobel en Estocolmo, Suecia; Darío Pavajeau, María Lourdes Castro y Perla Escalona, hija del compositor Rafael Escalona.

“A Gabo lo acompañé muchas veces, no solamente en el Nobel, sino en el Festival Mundial de Literatura en el 2000 en Barcelona. García Márquez fue el mejor embajador de Colombia en toda su historia, un hombre que no necesitaba presentación porque todo mundo le pedía autógrafos y fotos”, aseguró Pablo López.
El hijo de Aracataca, Magdalena, que murió el pasado 17 de abril en México, estuvo ligado a esta tierra por su constante amor por el folclor vallenato. La consagración de la música de acordeón, de Rafael Escalona y de la mitología vallenata quedó plasmada en las páginas del libro Cien años de soledad, en las que Aureliano Segundo Buendía logra el sueño que el niño García Márquez no pudo cumplir: “Llegó a ser un virtuoso del acordeón”.

“El colombiano más insignia basó su historia, su gusto y su vida en la música vallenata, eso hace sentirnos orgullosos. Las próximas generaciones cuando vean los cañaguates florecidos recordarán a Gabriel García Márquez”, señaló Fredys Socarrás Reales.

Según el alcalde, los estudios para sembrar los cañaguates fue hecho por la Sociedad Colombiana de Ingenieros Agrónomos, que además presentaron el diagnóstico de cuántos árboles tiene Valledupar en espacio público, el cual indica que la ciudad tiene 74.400 árboles, un promedio de 172 por 1.000 habitantes.

 

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN 
[email protected]

 

Festival Vallenato
29 abril, 2014

Árboles de cañaguate en honor a Gabo

Con la siembra de 500 árboles de cañaguate, árbol nativo de esta región, el alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales, rendirá homenaje a Gabriel García Márquez.


Con la siembra de los cañaguates, se abre el recuerdo inmortal para Gabriel García Márquez en Valledupar. Cortesía.
Con la siembra de los cañaguates, se abre el recuerdo inmortal para Gabriel García Márquez en Valledupar. Cortesía.

Con la siembra de 500 árboles de cañaguate, árbol nativo de esta región, el alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales, rendirá homenaje a Gabriel García Márquez.

Con este gesto, la administración municipal quiere resaltar la amistad del Nobel en Literatura con la Capital Mundial del Vallenato.

“La punta de lanza que incrustó la música vallenata en un tema de corte internacional fue Gabriel García Márquez”, aseguró el alcalde, Fredys Socarrás.

Las primeras especies se sembraron ayer a la altura de la avenida Hurtado, en un acto que contó con la presencia de amigos de Gabriel García Márquez como el cajero Pablo López, quien lo acompañó a recibir al Nobel en Estocolmo, Suecia; Darío Pavajeau, María Lourdes Castro y Perla Escalona, hija del compositor Rafael Escalona.

“A Gabo lo acompañé muchas veces, no solamente en el Nobel, sino en el Festival Mundial de Literatura en el 2000 en Barcelona. García Márquez fue el mejor embajador de Colombia en toda su historia, un hombre que no necesitaba presentación porque todo mundo le pedía autógrafos y fotos”, aseguró Pablo López.
El hijo de Aracataca, Magdalena, que murió el pasado 17 de abril en México, estuvo ligado a esta tierra por su constante amor por el folclor vallenato. La consagración de la música de acordeón, de Rafael Escalona y de la mitología vallenata quedó plasmada en las páginas del libro Cien años de soledad, en las que Aureliano Segundo Buendía logra el sueño que el niño García Márquez no pudo cumplir: “Llegó a ser un virtuoso del acordeón”.

“El colombiano más insignia basó su historia, su gusto y su vida en la música vallenata, eso hace sentirnos orgullosos. Las próximas generaciones cuando vean los cañaguates florecidos recordarán a Gabriel García Márquez”, señaló Fredys Socarrás Reales.

Según el alcalde, los estudios para sembrar los cañaguates fue hecho por la Sociedad Colombiana de Ingenieros Agrónomos, que además presentaron el diagnóstico de cuántos árboles tiene Valledupar en espacio público, el cual indica que la ciudad tiene 74.400 árboles, un promedio de 172 por 1.000 habitantes.

 

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN 
[email protected]