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Columnista - 31 enero, 2025

Aranceles de Trump  

La principal amenaza del presidente Donald Trump consiste en la imposición de fuertes aranceles a muchos países. Con eso hace creer que los impuestos a las importaciones serán una bendición para la economía estadounidense.

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La principal amenaza del presidente Donald Trump consiste en la imposición de fuertes aranceles a muchos países. Con eso hace creer que los impuestos a las importaciones serán una bendición para la economía estadounidense. Sin embargo, esas medidas podrían aumentar la inflación y generar desaceleración del crecimiento económico, lo que eventualmente, perjudicaría a los trabajadores estadounidenses y daría como resultado que los consumidores paguen la factura de sus aranceles.

La estrategia de Trump no es disuasiva, es directa. La imposición de aranceles a sus socios y adversarios comerciales, advierte y rememora la política implementada en 1904, por el presidente Theodore Roosevelt. Indicaba que los Estados Unidos debían negociar pacíficamente pero siempre respaldados por la fuerza militar. Se le llamó la “política del gran garrote” o también de “la zanahoria y el garrote”. Metáfora del poder blando y duro, o de por la buenas o por las malas, pero haces lo que yo quiero. Trump lo interpreta como: bájate los pantalones aceptando lo que pretendo o asumes las consecuencias con la imposición de aranceles. 

Esta estrategia se puso en práctica con Colombia; la Casa Blanca amenazó al país con aranceles y sanciones como castigo por su negativa a aceptar vuelos militares que transportaran deportados. Colombia aceptó más tarde y la amenaza fue retirada. Como era de esperarse la reacción y solicitud de trato digno para los colombianos deportados entró en la burbuja del pensamiento ideologizado. Asimismo, mediante argumentos fácticos sobre los impactos comerciales. Esto ultimo es consecuencia de las relaciones comerciales, lo primero tiene que ver con trato digno. Dos asuntos diferentes pero tratados con argucia argumentativa para castigar la pertinente solicitud del presidente de la república. Es decir, tocaba hacerle sombra al amo.  

Los principales aliados comerciales de Estados Unidos se preparan para un “juego de gallinas” con los aranceles de Trump. Con la administración Trump no hay reglas. No hay respeto por los tratados ni acuerdos internacionales. La firma estadounidense en documentos internacionales ya no tiene valor. Es inconcebible que los países no tomen represalias y que tomen el garrote y se den con el en la cabeza. 

La amenaza inminente de los aranceles y la imprevisibilidad de lo que serán están fomentando una enorme incertidumbre en el entorno empresarial global, lo que es perjudicial para la inversión empresarial y la creación de empleo. Cuando los bancos centrales vean que la inflación aumenta debido a los aranceles, tendrán que subir las tasas de interés. Eso tiene la posibilidad de conducir al peor de los resultados posibles: tasas de interés que suben con estanflación, tasas de interés que suben ante una economía débil. 

La administración Trump parece estar considerando dos oleadas de aranceles: una a corto plazo, para lograr que los países frenen el flujo de inmigrantes y fentanilo a Estados Unidos. Luego, una oleada a más largo plazo de aranceles quizás grandes y generalizados destinados a generar ingresos y fortalecer la industria manufacturera estadounidense. 

¿Se revelarán los países ante las decisiones Trump o le harán sobra al amo? Con esto recuerdo lo anotado en la primera ley del poder del libro de Robert Greene: “Sólo puede haber un sol por vez. Nunca tape la luz del sol ni compita con el sol. En cuanto a luminosidad; procure, más bien, diluirse en el cielo y encontrar la forma de incrementar la intensidad lumínica del astro que es su amo”.

Por: Luis Elquis Díaz.

Columnista
31 enero, 2025

Aranceles de Trump  

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

La principal amenaza del presidente Donald Trump consiste en la imposición de fuertes aranceles a muchos países. Con eso hace creer que los impuestos a las importaciones serán una bendición para la economía estadounidense.


La principal amenaza del presidente Donald Trump consiste en la imposición de fuertes aranceles a muchos países. Con eso hace creer que los impuestos a las importaciones serán una bendición para la economía estadounidense. Sin embargo, esas medidas podrían aumentar la inflación y generar desaceleración del crecimiento económico, lo que eventualmente, perjudicaría a los trabajadores estadounidenses y daría como resultado que los consumidores paguen la factura de sus aranceles.

La estrategia de Trump no es disuasiva, es directa. La imposición de aranceles a sus socios y adversarios comerciales, advierte y rememora la política implementada en 1904, por el presidente Theodore Roosevelt. Indicaba que los Estados Unidos debían negociar pacíficamente pero siempre respaldados por la fuerza militar. Se le llamó la “política del gran garrote” o también de “la zanahoria y el garrote”. Metáfora del poder blando y duro, o de por la buenas o por las malas, pero haces lo que yo quiero. Trump lo interpreta como: bájate los pantalones aceptando lo que pretendo o asumes las consecuencias con la imposición de aranceles. 

Esta estrategia se puso en práctica con Colombia; la Casa Blanca amenazó al país con aranceles y sanciones como castigo por su negativa a aceptar vuelos militares que transportaran deportados. Colombia aceptó más tarde y la amenaza fue retirada. Como era de esperarse la reacción y solicitud de trato digno para los colombianos deportados entró en la burbuja del pensamiento ideologizado. Asimismo, mediante argumentos fácticos sobre los impactos comerciales. Esto ultimo es consecuencia de las relaciones comerciales, lo primero tiene que ver con trato digno. Dos asuntos diferentes pero tratados con argucia argumentativa para castigar la pertinente solicitud del presidente de la república. Es decir, tocaba hacerle sombra al amo.  

Los principales aliados comerciales de Estados Unidos se preparan para un “juego de gallinas” con los aranceles de Trump. Con la administración Trump no hay reglas. No hay respeto por los tratados ni acuerdos internacionales. La firma estadounidense en documentos internacionales ya no tiene valor. Es inconcebible que los países no tomen represalias y que tomen el garrote y se den con el en la cabeza. 

La amenaza inminente de los aranceles y la imprevisibilidad de lo que serán están fomentando una enorme incertidumbre en el entorno empresarial global, lo que es perjudicial para la inversión empresarial y la creación de empleo. Cuando los bancos centrales vean que la inflación aumenta debido a los aranceles, tendrán que subir las tasas de interés. Eso tiene la posibilidad de conducir al peor de los resultados posibles: tasas de interés que suben con estanflación, tasas de interés que suben ante una economía débil. 

La administración Trump parece estar considerando dos oleadas de aranceles: una a corto plazo, para lograr que los países frenen el flujo de inmigrantes y fentanilo a Estados Unidos. Luego, una oleada a más largo plazo de aranceles quizás grandes y generalizados destinados a generar ingresos y fortalecer la industria manufacturera estadounidense. 

¿Se revelarán los países ante las decisiones Trump o le harán sobra al amo? Con esto recuerdo lo anotado en la primera ley del poder del libro de Robert Greene: “Sólo puede haber un sol por vez. Nunca tape la luz del sol ni compita con el sol. En cuanto a luminosidad; procure, más bien, diluirse en el cielo y encontrar la forma de incrementar la intensidad lumínica del astro que es su amo”.

Por: Luis Elquis Díaz.