Tras tres años de espera, la comunidad de El Hatillo por fin cuenta con un Plan de Transición, aprobado por las empresas mineras, que busca darle cumplimiento a las resoluciones expedidas por el Ministerio de Vivienda y Desarrollo Territorial,  con el propósito de reasentar a estas comunidades y brindar una serie de medidas transitorias a corto y mediano plazo. Así lo dio a conocer Marina Martínez, miembro del Comité de Concertación ante las empresas mineras.

Dentro de las medidas tomadas a corto plazo, están proyectos productivos que le aseguren la canasta familiar a la población más vulnerable como las madres cabeza de hogar y  las personas de la  tercera edad. Además les harán entrega de  un subsidio durante cuatro meses, mientras los proyectos productivos comienzan a  funcionar.

Diez familias serán beneficiadas con un proyecto de huertas caseras,  cultivo de maíz, fríjol y  patilla, mientras que otras 20  familias integradas por madres cabeza de hogar se les implementarán un proyecto de vivero y reforestación. Los jóvenes recibirán  capacitación en  conocimientos técnicos.

El tema de la salud 

En cuanto al tema de la salud, se construirá un centro de salud que tendrá un médico y una enfermera de manera permanente para atender los diferentes  problemas de salud que aquejan a la comunidad. La construcción del centro y los profesionales de la salud serán financiados por la alcaldía de La Loma y la dotación correrá por cuenta de las empresas mineras. Cuando los casos requieran servicios de especialistas, la gestión y traslado a Valledupar,  correrá por cuenta  de la empresa.

También  empezará la inspección a los terrenos para mirar cuales pueden ser los más viables para el reasentamiento de la comunidad. “Es algo muy difícil porque todo el territorio está en concesión, pero esperamos que pronto encontremos un lugar que brinde todas las garantías para que nuestra calidad de vida mejore”, dijo la líder de la comunidad.

Es de anotar que desde hace una década, los pobladores de El Hatillo,  quedaron cercados debido a  la titulación de un creciente número de hectáreas para la explotación minera, lo que ocasionó que la seguridad alimentaria y las fuentes de autosuficiencia se fueran deteriorando hasta el punto de desaparecer.

Por tal razón, el Gobierno Nacional en cabeza del Ministerio de Vivienda y Desarrollo Territorial le ordenó a Drummond, Glencore, CNR y Vale reubicar a estos habitantes al igual que los pobladores de Plan Bonito y Boquerón.