Luego de casi un mes de invadido un predio entre la urbanización Rafael Escalona y el conjunto cerrado Casas de la Pradera Uno en Valledupar, los particulares que se asentaron de manera ilegal están construyendo casas de ladrillo para delimitar los pequeños lotes en donde están viviendo y reemplazar así los cambuches de plástico y cartón por edificaciones firmes para “apropiarse de manera definitiva del terreno”. 

Así lo dio a conocer Rodrigo Parra, habitante de la urbanización Rafael Escalona, quien aseveró que una volqueta con arena y cemento se ha trasladado al lugar en los últimos días para suministrarles a los invasores los materiales para que construyan ellos mismos sus viviendas. 

El ciudadano señaló que la mayoría de las casas improvisadas que había en el lugar han sido remplazadas por cuatro paredes de ladrillo y las que no están en ese proceso, acotando que los particulares también han llevado al predio alambres para cercar “sus lotes” y desde tempranas horas de la mañana comienzan a desarrollar labores de construcción. 

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“Eso se está convirtiendo en un conjunto. Han quitado en algunas partes la maleza para construir sus casas y uno no puede ni fijar la mirada por allá porque de inmediato se acercan a intimidar y amenazar de que si tomamos fotos o llamamos a la Policía nuestra vida correrá peligro”, comentó el ciudadano. 

Así mismo, Rolando Pinzón, residente del conjunto cerrado Casas de la Pradera Uno, aseveró que las construcciones se han realizado “sorprendentemente rápido” porque personas que no viven en el predio se han acercado “a darles instrucciones a los invasores señalando las áreas del lote”. 

Comentó que los sujetos que llegan a la invasión son personas que se encargan de vender los lotes y de animar a que otros se apropien de manera ilegal de terrenos aparentemente “baldíos” para convertirlos en zonas de delincuencia común y tráfico de sustancias ilícitas. 

“Esas personas que están viviendo en el terreno son en su mayoría delincuentes. En las noches sale un grupo de motociclistas con machetes en las manos y otros los llevan dentro de la ropa. A cada momento gritan a viva voz que el terreno es de ellos y que nadie los sacará, por eso hacemos un llamado a las autoridades para que los desalojen”, argumentó Pinzón. 

¿QUÉ HA PASADO CON EL DESALOJO? 

A raíz de las denuncias de las comunidades cercanas al predio invadido, funcionarios de la administración municipal y la Policía Nacional se desplazaron al lugar para realizar una audiencia pública el pasado 14 de mayo, en la que se determinó que los particulares serían desalojados porque el terreno pertenece a la empresa Inversiones Soto Arino S. A. S., y se prevé la construcción de 683 viviendas.

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A los particulares se les solicitó desalojar el predio de manera voluntaria, pero estos se negaron, por lo que las autoridades determinaron que se procedería hacer el desalojo con el acompañamiento de la fuerza pública. Sin embargo, tres semanas después no se ha realizado. 

De acuerdo con el inspector de Espacio Público del municipio de Valledupar, Manuel Mercado, se ha aplazado el procedimiento porque a la ciudad no ha llegado el Esmad, el cual es fundamental para retirar a los particulares asentados y con mayor razón ahora debido a que hay edificaciones. Precisó que están a la espera de que lleguen los uniformados para levar a cabo el desalojo.

Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN  

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