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Columnista - 28 agosto, 2011

Andan sueltos

P E R I S C O P I O Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ Todos  los gobiernos conscientes de las fallas que presentan algunas  instituciones que de alguna manera rigen las conductas de los ciudadanos en las diversas disciplinas de la actuación, se las ven en calzas prietas para acertar y dar en el clavo […]

P E R I S C O P I O

Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ

Todos  los gobiernos conscientes de las fallas que presentan algunas  instituciones que de alguna manera rigen las conductas de los ciudadanos en las diversas disciplinas de la actuación, se las ven en calzas prietas para acertar y dar en el clavo para evitar que se siga burlando la ley, pues ya sabemos que “hecha la ley, hecha la trampa”.
Colombia, país de gente industriosa, pilosa por demás, constituye un desafío a la imaginación de los encargados de arreglar las fallas a las que nos referimos, pues, por ejemplo, para las próximas elecciones de octubre, ya debe haber un sinnúmero de equipos dispuestos a burlar la ley en beneficio de ciertos candidatos para favorecerlos con votos que la ciudadanía no depositará por ellos, pero que invariablemente aparecerán  a su favor por arte de birlibirloque.
Ya en unas elecciones pasadas se demostró sin lugar a dudas, que los papeles de la Registraduría del Estado Civil ya venían preparados para favorecer a los candidatos de la mafia y prácticamente coparon varios registros y en ciertos casos hasta superaron  los propios registros de la Registraduría con votaciones de hasta el 120% de los mismos; decididamente en el país hay mucho pícaro suelto que interfiere y distorsiona la vida normal de los habitantes.
En la política se ve de todo: hay candidatos que cuando hablan en público adoptan pose y cara de gente seria y comienzan a decir mentiras porque éstas les salen facilitas porque decir mentiras es lo que más saben; y después con sus cómplices se mueren de la risa de la ingenuidad de las gentes que les creyeron y se tragaron las mentironas dichas; hay políticos  que son actores de la pantalla, Carlos Muñoz  o Anthony Hopkins,  son una poma ante ellos pues saben desempeñar cualquier papel por difícil que sea; hay uno, particularísimo, que se está probando ante todos, para demostrar que puede hacer los papeles más disímiles; éste año, por ejemplo, está haciendo el papel totalmente contrario al que hizo en las elecciones pasadas  al solo título de demostrar ante todos su calidad de actor.
En las pasadas, por ejemplo, hizo el papel de ricachón, pero de ricahón que se mete la mano al dril y gasta y gasta, la cantidad de carros, camionetas pintadas integralmente con su retrato y sus slogans los veía uno a cada rato pues había muchos, la cantidad de afiches abrumaba a todos, las pintadas en la pared hacían iguales todas las paredes, la propaganda radial y de televisión era una locura; en fin, todo el mundo pensó que alguien muy poderoso y buen amigo o familiar lo financiaba pues toda esa plata no podía venir solo de Salud Pública; total, el hombre no salió, perdió como en la guerra y quizá por eso, ahora  está haciendo todo lo contrario, el asunto es que San Francisco aparecería ante él como un derrochón, está haciendo votos de pobreza o quizá esté tratando de imitar la vida del santo de Asís que primero fue rico y después de llevar una vida licenciosa y derrochona con la plata de la familia, se recogió y hoy es modelo de humildad y digna pobreza ante la cristiandad.
No estamos tratando de hacer un símil entre el actor-candidato y el santo de Asís ni mucho menos, entre otras cosas porque el santo desde que tomó su determinación se volvió otra persona, se dedicó a la oración, a crecer como persona e hijo de Dios, fundó su propia institución,  trató de entender a todos, incluso a los animales, tanto hizo en beneficio de sus creencias, que hoy es santo acatado y respetado. No sabemos qué hará nuestro actor- candidato después de la derrota de octubre que la tiene segura, se ha compenetrado tanto en su representación de pobreza que le ha brotado o florecido el resentimiento de ciertos pobres hacia los adinerados pues en forma lastimera y lacrimosa se ha quejado de las cosas que hacen los candidatos que disponen de dinero, es decir, las cosas que él hacía en la campaña pasada que por hacerlas él,  que tenía dinero, estaban permitidas pero al hacerlas los demás, deben estar prohibidas; lo ancho para él y lo angosto para los demás, o sea la famosa “ley del embudo”.-
Nos parece que el actor no podrá llevar a cabo una política coherente, capaz de llegar en forma enhiesta al domingo de octubre día de las elecciones, pues la cauda de las gentes con que cuenta, están muy desprestigiadas, son el lumpen de nuestra política regional, donde quien más o quien menos tienen problemas con la  justicia; o están presos o los andan buscando; casa por cárcel o presentación cada tanto ante los jueces, eso sí, cuentan con dinero pues son solventes pero no se meten la mano al dril ni para rascarse, de ahí la pobreza del actor-candidato que mató a la gallina de los huevos de oro; cuando dice que su jefe no le  colabora, no niega que lo respalde, sino que no le han brindado la oportunidad de verle la cara a Jorge Eliécer Gaitán, Jefe y mártir del Partido Liberal en los billetes de mil pesos.

Columnista
28 agosto, 2011

Andan sueltos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jaime Gnecco Hernandez

P E R I S C O P I O Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ Todos  los gobiernos conscientes de las fallas que presentan algunas  instituciones que de alguna manera rigen las conductas de los ciudadanos en las diversas disciplinas de la actuación, se las ven en calzas prietas para acertar y dar en el clavo […]


P E R I S C O P I O

Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ

Todos  los gobiernos conscientes de las fallas que presentan algunas  instituciones que de alguna manera rigen las conductas de los ciudadanos en las diversas disciplinas de la actuación, se las ven en calzas prietas para acertar y dar en el clavo para evitar que se siga burlando la ley, pues ya sabemos que “hecha la ley, hecha la trampa”.
Colombia, país de gente industriosa, pilosa por demás, constituye un desafío a la imaginación de los encargados de arreglar las fallas a las que nos referimos, pues, por ejemplo, para las próximas elecciones de octubre, ya debe haber un sinnúmero de equipos dispuestos a burlar la ley en beneficio de ciertos candidatos para favorecerlos con votos que la ciudadanía no depositará por ellos, pero que invariablemente aparecerán  a su favor por arte de birlibirloque.
Ya en unas elecciones pasadas se demostró sin lugar a dudas, que los papeles de la Registraduría del Estado Civil ya venían preparados para favorecer a los candidatos de la mafia y prácticamente coparon varios registros y en ciertos casos hasta superaron  los propios registros de la Registraduría con votaciones de hasta el 120% de los mismos; decididamente en el país hay mucho pícaro suelto que interfiere y distorsiona la vida normal de los habitantes.
En la política se ve de todo: hay candidatos que cuando hablan en público adoptan pose y cara de gente seria y comienzan a decir mentiras porque éstas les salen facilitas porque decir mentiras es lo que más saben; y después con sus cómplices se mueren de la risa de la ingenuidad de las gentes que les creyeron y se tragaron las mentironas dichas; hay políticos  que son actores de la pantalla, Carlos Muñoz  o Anthony Hopkins,  son una poma ante ellos pues saben desempeñar cualquier papel por difícil que sea; hay uno, particularísimo, que se está probando ante todos, para demostrar que puede hacer los papeles más disímiles; éste año, por ejemplo, está haciendo el papel totalmente contrario al que hizo en las elecciones pasadas  al solo título de demostrar ante todos su calidad de actor.
En las pasadas, por ejemplo, hizo el papel de ricachón, pero de ricahón que se mete la mano al dril y gasta y gasta, la cantidad de carros, camionetas pintadas integralmente con su retrato y sus slogans los veía uno a cada rato pues había muchos, la cantidad de afiches abrumaba a todos, las pintadas en la pared hacían iguales todas las paredes, la propaganda radial y de televisión era una locura; en fin, todo el mundo pensó que alguien muy poderoso y buen amigo o familiar lo financiaba pues toda esa plata no podía venir solo de Salud Pública; total, el hombre no salió, perdió como en la guerra y quizá por eso, ahora  está haciendo todo lo contrario, el asunto es que San Francisco aparecería ante él como un derrochón, está haciendo votos de pobreza o quizá esté tratando de imitar la vida del santo de Asís que primero fue rico y después de llevar una vida licenciosa y derrochona con la plata de la familia, se recogió y hoy es modelo de humildad y digna pobreza ante la cristiandad.
No estamos tratando de hacer un símil entre el actor-candidato y el santo de Asís ni mucho menos, entre otras cosas porque el santo desde que tomó su determinación se volvió otra persona, se dedicó a la oración, a crecer como persona e hijo de Dios, fundó su propia institución,  trató de entender a todos, incluso a los animales, tanto hizo en beneficio de sus creencias, que hoy es santo acatado y respetado. No sabemos qué hará nuestro actor- candidato después de la derrota de octubre que la tiene segura, se ha compenetrado tanto en su representación de pobreza que le ha brotado o florecido el resentimiento de ciertos pobres hacia los adinerados pues en forma lastimera y lacrimosa se ha quejado de las cosas que hacen los candidatos que disponen de dinero, es decir, las cosas que él hacía en la campaña pasada que por hacerlas él,  que tenía dinero, estaban permitidas pero al hacerlas los demás, deben estar prohibidas; lo ancho para él y lo angosto para los demás, o sea la famosa “ley del embudo”.-
Nos parece que el actor no podrá llevar a cabo una política coherente, capaz de llegar en forma enhiesta al domingo de octubre día de las elecciones, pues la cauda de las gentes con que cuenta, están muy desprestigiadas, son el lumpen de nuestra política regional, donde quien más o quien menos tienen problemas con la  justicia; o están presos o los andan buscando; casa por cárcel o presentación cada tanto ante los jueces, eso sí, cuentan con dinero pues son solventes pero no se meten la mano al dril ni para rascarse, de ahí la pobreza del actor-candidato que mató a la gallina de los huevos de oro; cuando dice que su jefe no le  colabora, no niega que lo respalde, sino que no le han brindado la oportunidad de verle la cara a Jorge Eliécer Gaitán, Jefe y mártir del Partido Liberal en los billetes de mil pesos.