Ya no cabe duda que el país ha entrado en su segunda recesión de los últimos 20 años. Es una crisis grave por la pérdida de empleo, con 5 millones de desempleados y por la contracción de la economía que bajó un 20 % en abril. Es nuestro peor momento económico, ya que más de […]
Ya no cabe duda que el país ha entrado en su segunda recesión de los últimos 20 años. Es una crisis grave por la pérdida de empleo, con 5 millones de desempleados y por la contracción de la economía que bajó un 20 % en abril. Es nuestro peor momento económico, ya que más de tres millones de hogares han ingresado a las cifras de pobreza.
Los empleos perdidos en el sector comercio superan los 2.300.000, el sector hotelero 346.000 personas y los restaurantes 320.000. Esta recesión ha impactado especialmente al sector de la construcción que disminuyó 26 %, el sector minero 19 % y el comercio un 20 %. Las exportaciones han bajado un 24 %.
Los índices de desocupación y la caída de los ingresos en los hogares son los escollos más complejos que afectan a Colombia y por eso es necesario trabajar por una reactivación económica efectiva y equitativa. Ya se reconoce que el covid ha dejado a la economía colombiana en peor situación que la del año 99, o la gran depresión.
Las cifras indican que tocamos fondo y se inicia una recuperación importante aunque difícil porque este último mes la mayor cantidad de empleos perdidos son formales, y además se ha disparado la informalidad. El mercado laboral es muy rígido por lo reducido de nuestros ciclos económicos por eso su impacto tan grande. Ya las cifras de desempleo muestran una recuperación, lo mismo que la cifra de los precios al consumidor y la intervención del mercado monetario por parte del Banco de la República con la cifra de intereses más bajas de la historia.
Las ventas de vehículos, motocicletas han recuperado su nivel anterior. La mayor preocupación es que las inversiones se han frenado lo que tendrá un impacto negativo en el crecimiento económico futuro porque las inversiones han tenido una caída superior al 15 %. La encuesta de opinión industrial hecha por la ANIF y la ANDI indica que la decisión de inversión por parte de los empresarios ha bajado. Antes un 47 % de empresas industriales manufactureras estaba dispuesta a realizar inversiones y esta cifra bajó a 27 % en abril, siendo el dato más bajo en 20 años.
Tendremos además 662 mil nuevos pobres y 729 mil personas que entraron a la pobreza extrema para un total de un 35.7 % de nuestra población en estado de pobreza, que ya llega 17.5 millones de personas. Una de las crisis sociales más importantes de nuestra historia.
El escenario exige la búsqueda de soluciones, especialmente impulsar el gasto público con las reformas necesarias conduciendo recursos hacia los sectores que más impulsen el crecimiento económico y tratar de recuperar el empleo. Serán necesarios los créditos a largo plazo de los bancos y eliminar tantas restricciones que tenemos y tratar de superar las barreras que tienen nuestra economía para su reactivación. Será necesario impulsar una apertura real para aumentar nuestras exportaciones, más una política de construcción de obras públicas y viviendas con gasto del Gobierno orientado a generación de empleo con metas por sector. También se debe dar un rápido apoyo fiscal especial a las empresas familiares.
Lo difícil de mejorar la productividad en nuestro país es que un 83 % de nuestras empresas contratan menos de 3 trabajadores lo que hace que sean unidades de producción muy pequeñas, y por tanto es difícil que accedan al crédito, que se capaciten, o que sean líderes en procesos de innovación.
Lo importante es que el Gobierno apresure los apoyos reales a esos pequeños empresarios para no dejarlos a la deriva en estos momentos de dificultad y quitar las trabas a las empresas para que puedan aumentar la productividad con apoyo de los institutos técnicos y del Sena.
Ya no cabe duda que el país ha entrado en su segunda recesión de los últimos 20 años. Es una crisis grave por la pérdida de empleo, con 5 millones de desempleados y por la contracción de la economía que bajó un 20 % en abril. Es nuestro peor momento económico, ya que más de […]
Ya no cabe duda que el país ha entrado en su segunda recesión de los últimos 20 años. Es una crisis grave por la pérdida de empleo, con 5 millones de desempleados y por la contracción de la economía que bajó un 20 % en abril. Es nuestro peor momento económico, ya que más de tres millones de hogares han ingresado a las cifras de pobreza.
Los empleos perdidos en el sector comercio superan los 2.300.000, el sector hotelero 346.000 personas y los restaurantes 320.000. Esta recesión ha impactado especialmente al sector de la construcción que disminuyó 26 %, el sector minero 19 % y el comercio un 20 %. Las exportaciones han bajado un 24 %.
Los índices de desocupación y la caída de los ingresos en los hogares son los escollos más complejos que afectan a Colombia y por eso es necesario trabajar por una reactivación económica efectiva y equitativa. Ya se reconoce que el covid ha dejado a la economía colombiana en peor situación que la del año 99, o la gran depresión.
Las cifras indican que tocamos fondo y se inicia una recuperación importante aunque difícil porque este último mes la mayor cantidad de empleos perdidos son formales, y además se ha disparado la informalidad. El mercado laboral es muy rígido por lo reducido de nuestros ciclos económicos por eso su impacto tan grande. Ya las cifras de desempleo muestran una recuperación, lo mismo que la cifra de los precios al consumidor y la intervención del mercado monetario por parte del Banco de la República con la cifra de intereses más bajas de la historia.
Las ventas de vehículos, motocicletas han recuperado su nivel anterior. La mayor preocupación es que las inversiones se han frenado lo que tendrá un impacto negativo en el crecimiento económico futuro porque las inversiones han tenido una caída superior al 15 %. La encuesta de opinión industrial hecha por la ANIF y la ANDI indica que la decisión de inversión por parte de los empresarios ha bajado. Antes un 47 % de empresas industriales manufactureras estaba dispuesta a realizar inversiones y esta cifra bajó a 27 % en abril, siendo el dato más bajo en 20 años.
Tendremos además 662 mil nuevos pobres y 729 mil personas que entraron a la pobreza extrema para un total de un 35.7 % de nuestra población en estado de pobreza, que ya llega 17.5 millones de personas. Una de las crisis sociales más importantes de nuestra historia.
El escenario exige la búsqueda de soluciones, especialmente impulsar el gasto público con las reformas necesarias conduciendo recursos hacia los sectores que más impulsen el crecimiento económico y tratar de recuperar el empleo. Serán necesarios los créditos a largo plazo de los bancos y eliminar tantas restricciones que tenemos y tratar de superar las barreras que tienen nuestra economía para su reactivación. Será necesario impulsar una apertura real para aumentar nuestras exportaciones, más una política de construcción de obras públicas y viviendas con gasto del Gobierno orientado a generación de empleo con metas por sector. También se debe dar un rápido apoyo fiscal especial a las empresas familiares.
Lo difícil de mejorar la productividad en nuestro país es que un 83 % de nuestras empresas contratan menos de 3 trabajadores lo que hace que sean unidades de producción muy pequeñas, y por tanto es difícil que accedan al crédito, que se capaciten, o que sean líderes en procesos de innovación.
Lo importante es que el Gobierno apresure los apoyos reales a esos pequeños empresarios para no dejarlos a la deriva en estos momentos de dificultad y quitar las trabas a las empresas para que puedan aumentar la productividad con apoyo de los institutos técnicos y del Sena.