Son muchas las rígidas dietas que generalmente adoptan las mujeres para verse físicamente bien pero, ¿es necesario afectar la salud para mantener una figura envidiable?
Estar atentos a las señales fisiológicas internas sobre el hambre y ansiedad que emite el cuerpo humano es lo que define la teoría de ‘alimentación intuitiva’, una regla que consiste en saber conocer e interpretar el organismo en estos temas. Evelyng Tribole y Elyse Resch fueron las primeras en hablar de esta postura pero, ya en Colombia se ha convertido en una práctica que con frecuencia asumen las mujeres acompañadas de profesionales.
Nutricionistas estéticas indican que cada día nacen y son creadas diferentes y rutinarias estrategias que se limitan a encaminar sus funciones al mismo objetivo que, ya con el tiempo, no es tan innovador: perder peso. Dos palabras que pueden aumentar la autoestima de ellas en cuestión de instantes. Lo único complejo, y responsablemente se debe aclarar, es el camino al que consecuentemente va ligado: el sacrificio.
La palabra anteriormente mencionada desencadena un juego peligroso que nace al limitar e impedir darle al cuerpo lo que realmente este está pidiendo; se genera una ansiedad que puede llegar a ser la peor consecuencia del mismo objetivo. “La mejor manera y opción de aprender a comer bien de una forma consiente, satisfactoria y sin peso es no limitando los placeres al saber elegir, pero eligiendo en el momento adecuado, lo que ayudará a comenzar una nueva etapa”, indicó Karen Doncel Riascos, nutricionista dietética.
Profesionalmente, Doncel Riascos no ve sano el rigor de las dietas, por eso recomienda consultar la decisión de lo que se quiere. “A la gente se le ha metido que eliminando los alimentos se vive mejor y puede pasar todo lo contrario, alterar nuestro organismo de lo necesitado”, señaló.
Por otra parte, Tatiana Sepúlveda, una nutricionista que lleva trabajando en este campo específico durante 3 años, ha guiado a mujeres a encontrar un estilo de vida saludable y manifiesta romper el esquema de pasar hambre para poder estar ‘a la línea’. Se fundamenta en que “muchas de las dietas dejan con hambre, algo que no es sano. Tener hambre y no comer, ¿desde cuándo ha sido sano?, es mejor comer a horas puntuales y cuando el cuerpo así lo pida; con porciones sanas y comida. A veces el hambre es confundida con ansiedad de dulces: eso son gustos. El hambre se calma con comida; frutas, verduras y demás ingredientes”.
Se debe tener claro que la alimentación intuitiva mantendrá un cuerpo sano, es decir, no producirá pérdidas de peso significativas saliéndose a lo exagerado, sólo mantendrá el peso ideal que necesita cada persona.
La experta también señala la importancia de la mentalidad que se tiene en estos temas. La idea central no debe ser adelgazar, pues en el desespero, el cuerpo realizará el proceso contrario y no logrará comer saludable e intuitivamente, manifiesta. Prioriza la importante de dar respuestas a las alertas de hambre para así tener control de un plan de alimentación balanceado. Así mismo resalta la satisfacción, “cuando se come lo que se necesita sin extenderse el apetito se estabiliza y el organismo funciona mejor”. Es muy importante comer alimentos, nutrientes y no suplirlos con productos, algo pre elaborado, elaborado y procesado.
Ambas nutricionistas subrayan en este tema, que sin exceso también pueden ayudar a mantener un estado balanceado, una alimentación que encaja en el estilo de vida y además, ayuda a mantener calidad de salud. Trotar, correr, caminar, escalar montañas, practicar algún deporte entro otros ejercicios se suman a contribuir al progreso de mantener un desarrollo en el metabolismo productivo.
Hasta 40 minutos en repeticiones continúas de ejercicios ayudan a activar el sistema que está inactivo, contribuyendo a generar experiencias al cuerpo.
Eduardo Moscote / EL PILÓN
[email protected]
Son muchas las rígidas dietas que generalmente adoptan las mujeres para verse físicamente bien pero, ¿es necesario afectar la salud para mantener una figura envidiable?
Estar atentos a las señales fisiológicas internas sobre el hambre y ansiedad que emite el cuerpo humano es lo que define la teoría de ‘alimentación intuitiva’, una regla que consiste en saber conocer e interpretar el organismo en estos temas. Evelyng Tribole y Elyse Resch fueron las primeras en hablar de esta postura pero, ya en Colombia se ha convertido en una práctica que con frecuencia asumen las mujeres acompañadas de profesionales.
Nutricionistas estéticas indican que cada día nacen y son creadas diferentes y rutinarias estrategias que se limitan a encaminar sus funciones al mismo objetivo que, ya con el tiempo, no es tan innovador: perder peso. Dos palabras que pueden aumentar la autoestima de ellas en cuestión de instantes. Lo único complejo, y responsablemente se debe aclarar, es el camino al que consecuentemente va ligado: el sacrificio.
La palabra anteriormente mencionada desencadena un juego peligroso que nace al limitar e impedir darle al cuerpo lo que realmente este está pidiendo; se genera una ansiedad que puede llegar a ser la peor consecuencia del mismo objetivo. “La mejor manera y opción de aprender a comer bien de una forma consiente, satisfactoria y sin peso es no limitando los placeres al saber elegir, pero eligiendo en el momento adecuado, lo que ayudará a comenzar una nueva etapa”, indicó Karen Doncel Riascos, nutricionista dietética.
Profesionalmente, Doncel Riascos no ve sano el rigor de las dietas, por eso recomienda consultar la decisión de lo que se quiere. “A la gente se le ha metido que eliminando los alimentos se vive mejor y puede pasar todo lo contrario, alterar nuestro organismo de lo necesitado”, señaló.
Por otra parte, Tatiana Sepúlveda, una nutricionista que lleva trabajando en este campo específico durante 3 años, ha guiado a mujeres a encontrar un estilo de vida saludable y manifiesta romper el esquema de pasar hambre para poder estar ‘a la línea’. Se fundamenta en que “muchas de las dietas dejan con hambre, algo que no es sano. Tener hambre y no comer, ¿desde cuándo ha sido sano?, es mejor comer a horas puntuales y cuando el cuerpo así lo pida; con porciones sanas y comida. A veces el hambre es confundida con ansiedad de dulces: eso son gustos. El hambre se calma con comida; frutas, verduras y demás ingredientes”.
Se debe tener claro que la alimentación intuitiva mantendrá un cuerpo sano, es decir, no producirá pérdidas de peso significativas saliéndose a lo exagerado, sólo mantendrá el peso ideal que necesita cada persona.
La experta también señala la importancia de la mentalidad que se tiene en estos temas. La idea central no debe ser adelgazar, pues en el desespero, el cuerpo realizará el proceso contrario y no logrará comer saludable e intuitivamente, manifiesta. Prioriza la importante de dar respuestas a las alertas de hambre para así tener control de un plan de alimentación balanceado. Así mismo resalta la satisfacción, “cuando se come lo que se necesita sin extenderse el apetito se estabiliza y el organismo funciona mejor”. Es muy importante comer alimentos, nutrientes y no suplirlos con productos, algo pre elaborado, elaborado y procesado.
Ambas nutricionistas subrayan en este tema, que sin exceso también pueden ayudar a mantener un estado balanceado, una alimentación que encaja en el estilo de vida y además, ayuda a mantener calidad de salud. Trotar, correr, caminar, escalar montañas, practicar algún deporte entro otros ejercicios se suman a contribuir al progreso de mantener un desarrollo en el metabolismo productivo.
Hasta 40 minutos en repeticiones continúas de ejercicios ayudan a activar el sistema que está inactivo, contribuyendo a generar experiencias al cuerpo.
Eduardo Moscote / EL PILÓN
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