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Columnista - 31 octubre, 2019

Algo sobre el recurso hídrico de Valledupar

Es preciso comenzar este artículo manifestando que la ordenación de una cuenca (POMCA), tiene por objeto principal el planeamiento del uso y manejo sostenible de recursos naturales renovables, de manera que se consiga mantener y restablecer un adecuado equilibrio entre el aprovechamiento económico de tales recursos y particularmente de los recursos hídricos. Con la anterior […]

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Es preciso comenzar este artículo manifestando que la ordenación de una cuenca (POMCA), tiene por objeto principal el planeamiento del uso y manejo sostenible de recursos naturales renovables, de manera que se consiga mantener y restablecer un adecuado equilibrio entre el aprovechamiento económico de tales recursos y particularmente de los recursos hídricos.

Con la anterior introducción no cabe otra cosa en primera instancia que preguntarnos ¿Será que el plan de ordenación y manejo de las subcuenca del río Guatapurí como abastecedora, a estas alturas después de tantos ires y venires habrá superado las cinco fases para su ordenación?. En todo caso, nos preguntamos cómo anda este decisivo plan de rescate de esta fuente que en- marca la supervivencia de los habitantes de la ciudad de Valledupar. Esta preocupación, teniendo en cuenta que el mayor representante hídrico de agua potable de Valledupar es este río.

Nos parece importante recordar o reseñar que el señor Alcalde del municipio de Valledupar, como primera autoridad de policía, vale decir, con el apoyo de la Policía Nacional y en coordinación con las demás entidades del Sistema Nacional Ambiental (SINA) le corresponde en manera ambiental ejercer funciones de control y vigilancia del medio ambiente, según lo hemos anotado en otros escritos (Ley 1333 de 21 Julio de 2009), con el fin de velar por el cumplimiento de los deberes del Estado y de los particulares en materia ambiental para proteger el derecho constitucional a un ambiente sano.

Digamos también, que esta subcuenca alta y media del río Guatapurí en los corregimientos de Atanquez, Guatapurí y Chemesquemena, por lo que hemos observado, notamos por ejemplo, en la parte norte de los cerros denominados Seiminin, Donarúa, Cerro Tayrona, y un amplio entorno, se puede constatar que se encuentran severamente deforestados y erosionados.

Los habitantes de la región exponen su preocupación al respecto y ya hablan de lo que puede ser el cambio climático cuando arrecie un poco más, manifiestan que otrora en su región, se sentía o experimentaba la influencia del páramo de la Nevada, pero en la actualidad se observa otro paisaje mirando que el río Guatapurí presenta significativamente disminución de su caudal y se reflejan las acciones antrópicas (del hombre), o sea, actividades de colonos e indígenas.

NOTAS: Nuestros río no pueden seguir siendo una caneca de basura, no pueden seguir recibiendo la carga contaminante de las poblaciones que se ubican en sus orillas como sucede con el río Cesar desde su nacimiento y cuando pasa cerca de Valledupar, recibe la mayor carga contaminante que le ha matado su vida hasta llegar a la ciénaga de Zapatosa, el vaso de agua más importante de Colombia.

Por otra parte mencionamos que ya la Iglesia católica en el Sínodo amazónico, han propuesto la introducción del “pecado ecológico”, en el entendido que este es una acción u omisión contra Dios, contra el prójimo, la comunidad y el ambiente. Es un pecado contra las futuras generaciones y se manifiesta en actos y hábitos de contaminación y destrucción de la armonía del ambiente.

Columnista
31 octubre, 2019

Algo sobre el recurso hídrico de Valledupar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

Es preciso comenzar este artículo manifestando que la ordenación de una cuenca (POMCA), tiene por objeto principal el planeamiento del uso y manejo sostenible de recursos naturales renovables, de manera que se consiga mantener y restablecer un adecuado equilibrio entre el aprovechamiento económico de tales recursos y particularmente de los recursos hídricos. Con la anterior […]


Es preciso comenzar este artículo manifestando que la ordenación de una cuenca (POMCA), tiene por objeto principal el planeamiento del uso y manejo sostenible de recursos naturales renovables, de manera que se consiga mantener y restablecer un adecuado equilibrio entre el aprovechamiento económico de tales recursos y particularmente de los recursos hídricos.

Con la anterior introducción no cabe otra cosa en primera instancia que preguntarnos ¿Será que el plan de ordenación y manejo de las subcuenca del río Guatapurí como abastecedora, a estas alturas después de tantos ires y venires habrá superado las cinco fases para su ordenación?. En todo caso, nos preguntamos cómo anda este decisivo plan de rescate de esta fuente que en- marca la supervivencia de los habitantes de la ciudad de Valledupar. Esta preocupación, teniendo en cuenta que el mayor representante hídrico de agua potable de Valledupar es este río.

Nos parece importante recordar o reseñar que el señor Alcalde del municipio de Valledupar, como primera autoridad de policía, vale decir, con el apoyo de la Policía Nacional y en coordinación con las demás entidades del Sistema Nacional Ambiental (SINA) le corresponde en manera ambiental ejercer funciones de control y vigilancia del medio ambiente, según lo hemos anotado en otros escritos (Ley 1333 de 21 Julio de 2009), con el fin de velar por el cumplimiento de los deberes del Estado y de los particulares en materia ambiental para proteger el derecho constitucional a un ambiente sano.

Digamos también, que esta subcuenca alta y media del río Guatapurí en los corregimientos de Atanquez, Guatapurí y Chemesquemena, por lo que hemos observado, notamos por ejemplo, en la parte norte de los cerros denominados Seiminin, Donarúa, Cerro Tayrona, y un amplio entorno, se puede constatar que se encuentran severamente deforestados y erosionados.

Los habitantes de la región exponen su preocupación al respecto y ya hablan de lo que puede ser el cambio climático cuando arrecie un poco más, manifiestan que otrora en su región, se sentía o experimentaba la influencia del páramo de la Nevada, pero en la actualidad se observa otro paisaje mirando que el río Guatapurí presenta significativamente disminución de su caudal y se reflejan las acciones antrópicas (del hombre), o sea, actividades de colonos e indígenas.

NOTAS: Nuestros río no pueden seguir siendo una caneca de basura, no pueden seguir recibiendo la carga contaminante de las poblaciones que se ubican en sus orillas como sucede con el río Cesar desde su nacimiento y cuando pasa cerca de Valledupar, recibe la mayor carga contaminante que le ha matado su vida hasta llegar a la ciénaga de Zapatosa, el vaso de agua más importante de Colombia.

Por otra parte mencionamos que ya la Iglesia católica en el Sínodo amazónico, han propuesto la introducción del “pecado ecológico”, en el entendido que este es una acción u omisión contra Dios, contra el prójimo, la comunidad y el ambiente. Es un pecado contra las futuras generaciones y se manifiesta en actos y hábitos de contaminación y destrucción de la armonía del ambiente.