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Columnista - 16 julio, 2019

Algo anda mal o todo está bien

Leer al periodista Carlos Cadena Beleño preguntándose en un trino si “¿vale la pena seguir en el rol de generador de opinión y periodista independiente, cuestionando a los políticos corruptos, mientras la mayoritaria masa los apoya en las urnas?”, causó un gran desconcierto y preocupación entre los oyentes de La Verdad y Punto, porque con […]

Leer al periodista Carlos Cadena Beleño preguntándose en un trino si “¿vale la pena seguir en el rol de generador de opinión y periodista independiente, cuestionando a los políticos corruptos, mientras la mayoritaria masa los apoya en las urnas?”, causó un gran desconcierto y preocupación entre los oyentes de La Verdad y Punto, porque con la potencial abdicación de su director, la opinión pública perdería el único espacio radial donde se dice lo que la pauta publicitaria oficial silencia en otros.

Es un llamado a la reflexión sobre la incumplida responsabilidad de quienes estamos habilitados para ejercer el máximo derecho democrático, como lo es el control social ejercido electoralmente con nuestro voto, eligiendo o sancionando a los candidatos de una casa política que a todas luces dilapida el mandato entregado en las urnas por una minoría.

Mientras la mayoría sigue silenciosa, taciturna, anestesiada. Como si simplemente algo estuviera mal o todo estuviera bien. Duran cuatro años criticando y al final del mandato escogen el camino del menor esfuerzo, silenciándose porque dizque no hay nada que hacer, porque van a ganar los mismos, prefiriendo resignar su capacidad de lucha a un eunuco control de esquina que no trasciende.

Lo grave es que el departamento del Cesar atraviesa su más profunda crisis, no hay sector de nuestra cotidianidad que se salve, nuestros indicadores sociales dan pena, más nos parecemos a un rincón olvidado de algún deprimido ente territorial, que al pujante departamento que aporta más de 50 millones de toneladas de carbón a la economía nacional. Se evidencia una profunda desigualdad, tan notoria que hoy no distingue estrato socioeconómico y facilita la compra de elecciones.

No existe sector de la cadena productiva que no esté deprimido, por solo poner unos ejemplos, para nuestros campesinos después de tantos bombos y platillos el Centro de Desarrollo Tecnológico-CDT Ganadero no ha pasado de ser una Cueva de Rolando y una quimera sin ningún servicio para el sector, del pesquero mejor ni hablemos, los constructores igual, solo ven llegar contratistas foráneos a ejecutar lo que estarían llamados a hacer ellos, dilapidándose la oportunidad de que las inversiones públicas se conviertan en el polo de desarrollo de nuestra economía local.

Y para colmo de males, se acerca una nueva campaña política en la que nos quieren circunscribir al tema eminentemente económico, aspiran suplir con murallas de dinero su incapacidad para convencer con el don de la palabra y los conocimientos, no quieren dejar a la suerte de los discursos su elección, el debate y las propuestas no les interesa, la campaña es solo un cálculo electoral, son una máquina depredadora de candidatos en el trueque de cuántos votos me pones y cuánto dinero necesitas.

Amigo Cadena, no desfallezca, nuestra responsabilidad con la historia nos llama a quedarnos cuidando la casa de los románticos y soñadores que luchan con la espada de la inteligencia y el trabajo digno. Eso sí amigo lector, ayúdenos atreviéndose a pensar en su bienestar y actúe en consecuencia, que si entre todos sumamos esfuerzos la luz brillará para nuestro departamento. Un abrazo.
[email protected]

Columnista
16 julio, 2019

Algo anda mal o todo está bien

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Antonio María Araujo

Leer al periodista Carlos Cadena Beleño preguntándose en un trino si “¿vale la pena seguir en el rol de generador de opinión y periodista independiente, cuestionando a los políticos corruptos, mientras la mayoritaria masa los apoya en las urnas?”, causó un gran desconcierto y preocupación entre los oyentes de La Verdad y Punto, porque con […]


Leer al periodista Carlos Cadena Beleño preguntándose en un trino si “¿vale la pena seguir en el rol de generador de opinión y periodista independiente, cuestionando a los políticos corruptos, mientras la mayoritaria masa los apoya en las urnas?”, causó un gran desconcierto y preocupación entre los oyentes de La Verdad y Punto, porque con la potencial abdicación de su director, la opinión pública perdería el único espacio radial donde se dice lo que la pauta publicitaria oficial silencia en otros.

Es un llamado a la reflexión sobre la incumplida responsabilidad de quienes estamos habilitados para ejercer el máximo derecho democrático, como lo es el control social ejercido electoralmente con nuestro voto, eligiendo o sancionando a los candidatos de una casa política que a todas luces dilapida el mandato entregado en las urnas por una minoría.

Mientras la mayoría sigue silenciosa, taciturna, anestesiada. Como si simplemente algo estuviera mal o todo estuviera bien. Duran cuatro años criticando y al final del mandato escogen el camino del menor esfuerzo, silenciándose porque dizque no hay nada que hacer, porque van a ganar los mismos, prefiriendo resignar su capacidad de lucha a un eunuco control de esquina que no trasciende.

Lo grave es que el departamento del Cesar atraviesa su más profunda crisis, no hay sector de nuestra cotidianidad que se salve, nuestros indicadores sociales dan pena, más nos parecemos a un rincón olvidado de algún deprimido ente territorial, que al pujante departamento que aporta más de 50 millones de toneladas de carbón a la economía nacional. Se evidencia una profunda desigualdad, tan notoria que hoy no distingue estrato socioeconómico y facilita la compra de elecciones.

No existe sector de la cadena productiva que no esté deprimido, por solo poner unos ejemplos, para nuestros campesinos después de tantos bombos y platillos el Centro de Desarrollo Tecnológico-CDT Ganadero no ha pasado de ser una Cueva de Rolando y una quimera sin ningún servicio para el sector, del pesquero mejor ni hablemos, los constructores igual, solo ven llegar contratistas foráneos a ejecutar lo que estarían llamados a hacer ellos, dilapidándose la oportunidad de que las inversiones públicas se conviertan en el polo de desarrollo de nuestra economía local.

Y para colmo de males, se acerca una nueva campaña política en la que nos quieren circunscribir al tema eminentemente económico, aspiran suplir con murallas de dinero su incapacidad para convencer con el don de la palabra y los conocimientos, no quieren dejar a la suerte de los discursos su elección, el debate y las propuestas no les interesa, la campaña es solo un cálculo electoral, son una máquina depredadora de candidatos en el trueque de cuántos votos me pones y cuánto dinero necesitas.

Amigo Cadena, no desfallezca, nuestra responsabilidad con la historia nos llama a quedarnos cuidando la casa de los románticos y soñadores que luchan con la espada de la inteligencia y el trabajo digno. Eso sí amigo lector, ayúdenos atreviéndose a pensar en su bienestar y actúe en consecuencia, que si entre todos sumamos esfuerzos la luz brillará para nuestro departamento. Un abrazo.
[email protected]