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Columnista - 4 febrero, 2016

Alfredo Berrocal del Río

Rindo tributo al periodista más avezado, intrépido y osado que tuvo la radio vallenata en los últimos 30 años del pasado siglo, Alfredo Berrocal del Río, impulsor de una nueva generación de comunicadores de la región. Oriundo de El Carmen de Bolívar, criado y educado en Cartagena, truncó sus estudios de derecho y economía por […]

Rindo tributo al periodista más avezado, intrépido y osado que tuvo la radio vallenata en los últimos 30 años del pasado siglo, Alfredo Berrocal del Río, impulsor de una nueva generación de comunicadores de la región.

Oriundo de El Carmen de Bolívar, criado y educado en Cartagena, truncó sus estudios de derecho y economía por la carrera militar, peleó una guerra ajena en Corea, alcanzó grado de sargento, por heridas sufridas fue retirado del frente y repatriado a La Heroica, donde ejerció el oficio de periodista en Emisoras Fuentes y el periódico El Universal, en Barranquilla en Radio Tropical de Caracol, siendo director su amigo, ‘El Ciego’ Navarro.

En estos ajetreos de investigación periodística vino a las tierras del Cacique Upar, atraído por su belleza e intenso comercio que surte por estos lares, le llamó poderosamente la atención la figura esbelta y bella de una joven de escasos 18 años, Yadira Guerra Gutiérrez, con quien se casó a pesar de la oposición del padre de la novia, con ella tuvo tres hijas, Claudia, María Fernanda y Virginia Mercedes, quien no conoció a su padre, el falleció el 2 de febrero de 1976, ella nació 6 meses después.

Sus conocimientos de economía lo llevaron a administrar la Bomba de combustible del Cesar, allí hizo amistad con la dirigencia vallenata, lo recomendaron a Manuel Pineda, quien lo nombra director de noticias de Radio Guatapurí, fue el primero en descentralizar el sistema noticioso de esa emisora, lo llevó a los barrios, su carisma y protagonismo provocó celos de Pineda, quien optó por retirarlo de la emisora.

Jorge Dangond, propietario de radio Valledupar, filial de Caracol, lo vinculó al noticiero que leía Julio de la Rosa. Berrocal realiza campañas que benefician a los pobres, hizo famoso un vetusto Jeep Willis, con equipos de transmisión, lo convirtió en el famoso móvil gris, transmitiendo noticias, cumpleaños, eventos carnavaleros y todo tipo de acontecimiento de los barrios, era recibido entre vivas y aplausos por moradores, era el más escuchado

El cinco de febrero de 1972, la región y Valledupar se cubrieron de luto, un avión de pasajeros de Transportes Aéreos del Cesar, TAC, viajaba de Bogotá a Valledupar, se estrelló en la Serranía del Perijá en el sector de Cerro Azul, este hecho marcó su carrera periodística, desplegó su olfato investigativo.

Noticias provenientes del sitio del desastre indicaban que avión y víctimas estaban calcinadas, Alfredo demostró lo contrario, viajo con deudos al sitio de la tragedia y lo constató, los cadáveres y trozos del avión estaban allí.

Lo denunció en Radio Valledupar, este informe causó su salida, fue a Bogotá, donde Timoleón Gómez, director nacional de noticias de Caracol, le abrió micrófonos, allí le dice a la nación todo lo que encontró, no se supo porque TAC pidió que el sitio del desastre fuera declarado campo santo por el obispo, como en efecto sucedió.

Este exhaustivo y peligroso trabajo investigativo periodístico, el primero en la radio vallenata, llevo a que las víctimas del siniestro fueran sepultadas todas en su lugar de origen.

Columnista
4 febrero, 2016

Alfredo Berrocal del Río

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Celso Guerra Gutiérrez

Rindo tributo al periodista más avezado, intrépido y osado que tuvo la radio vallenata en los últimos 30 años del pasado siglo, Alfredo Berrocal del Río, impulsor de una nueva generación de comunicadores de la región. Oriundo de El Carmen de Bolívar, criado y educado en Cartagena, truncó sus estudios de derecho y economía por […]


Rindo tributo al periodista más avezado, intrépido y osado que tuvo la radio vallenata en los últimos 30 años del pasado siglo, Alfredo Berrocal del Río, impulsor de una nueva generación de comunicadores de la región.

Oriundo de El Carmen de Bolívar, criado y educado en Cartagena, truncó sus estudios de derecho y economía por la carrera militar, peleó una guerra ajena en Corea, alcanzó grado de sargento, por heridas sufridas fue retirado del frente y repatriado a La Heroica, donde ejerció el oficio de periodista en Emisoras Fuentes y el periódico El Universal, en Barranquilla en Radio Tropical de Caracol, siendo director su amigo, ‘El Ciego’ Navarro.

En estos ajetreos de investigación periodística vino a las tierras del Cacique Upar, atraído por su belleza e intenso comercio que surte por estos lares, le llamó poderosamente la atención la figura esbelta y bella de una joven de escasos 18 años, Yadira Guerra Gutiérrez, con quien se casó a pesar de la oposición del padre de la novia, con ella tuvo tres hijas, Claudia, María Fernanda y Virginia Mercedes, quien no conoció a su padre, el falleció el 2 de febrero de 1976, ella nació 6 meses después.

Sus conocimientos de economía lo llevaron a administrar la Bomba de combustible del Cesar, allí hizo amistad con la dirigencia vallenata, lo recomendaron a Manuel Pineda, quien lo nombra director de noticias de Radio Guatapurí, fue el primero en descentralizar el sistema noticioso de esa emisora, lo llevó a los barrios, su carisma y protagonismo provocó celos de Pineda, quien optó por retirarlo de la emisora.

Jorge Dangond, propietario de radio Valledupar, filial de Caracol, lo vinculó al noticiero que leía Julio de la Rosa. Berrocal realiza campañas que benefician a los pobres, hizo famoso un vetusto Jeep Willis, con equipos de transmisión, lo convirtió en el famoso móvil gris, transmitiendo noticias, cumpleaños, eventos carnavaleros y todo tipo de acontecimiento de los barrios, era recibido entre vivas y aplausos por moradores, era el más escuchado

El cinco de febrero de 1972, la región y Valledupar se cubrieron de luto, un avión de pasajeros de Transportes Aéreos del Cesar, TAC, viajaba de Bogotá a Valledupar, se estrelló en la Serranía del Perijá en el sector de Cerro Azul, este hecho marcó su carrera periodística, desplegó su olfato investigativo.

Noticias provenientes del sitio del desastre indicaban que avión y víctimas estaban calcinadas, Alfredo demostró lo contrario, viajo con deudos al sitio de la tragedia y lo constató, los cadáveres y trozos del avión estaban allí.

Lo denunció en Radio Valledupar, este informe causó su salida, fue a Bogotá, donde Timoleón Gómez, director nacional de noticias de Caracol, le abrió micrófonos, allí le dice a la nación todo lo que encontró, no se supo porque TAC pidió que el sitio del desastre fuera declarado campo santo por el obispo, como en efecto sucedió.

Este exhaustivo y peligroso trabajo investigativo periodístico, el primero en la radio vallenata, llevo a que las víctimas del siniestro fueran sepultadas todas en su lugar de origen.