Este martes se desarrolló un encuentro abierto entre diferentes actores como Invías, la constructora, la interventoría, veedores ciudadanos, habitantes del barrio y el secretario de Gobierno, Arturo Calderón, quien argumentó desconocer los retrasos de la obra.
La administración de la capital del Cesar, a través de la Secretaría de Gobierno, confirmó que la nueva autopista La Paz-Valledupar se conectará con el barrio San Fernando para llegar a la glorieta ‘Cacique Upar’.
“Un proyecto de esta envergadura no puede echarse a perder por caprichos de tres personas porque desde hace años por aquí se proyectó la entrada a La Paz”, dijo el secretario Arturo Calderón a EL PILÓN.
El Instituto Nacional de Vías, Invías, inició obras en este vecindario del suroriente de la ciudad a inicios del pasado mes de julio, pero el avance ha sido paulatino debido a la oposición de un grupo de moradores.
El tramo a intervenir es la carrera 7, desde la calle 47 hasta la 44, lo que está definido como “un mejoramiento de vía urbana”.
TERMINACIÓN DE LA OBRA
La pavimentación en concreto rígido no ha iniciado, pero se estima que esta semana comience.
“La construcción y la terminación de la carretera no se pueden parar, obras como esta traen desarrollo y progreso al barrio y a la ciudad”, agregó Calderón Rivadeneira.
A su turno, el veedor ciudadano Evelio Daza, dijo a este diario que “hay una señora que se opone y ni siquiera se verá afectada por la segunda calzada porque vive retirada… los opositores están comprometidos con una familia que tiene predios al frente del aeropuerto de Valledupar”.
Por su parte, la directora del Invías en el Cesar, Onna Zuleta, señaló que a pesar de haber analizado la alternativa de un separador vial que saliera al CDA, se descarta la posibilidad porque sería un detrimento y pronto se construiría la segunda fase de este proyecto.
“Los diseños hay que respetarlos porque fueron hechos por la Agencia Nacional de Seguridad Vial y el Manual Técnico del Invías”, expresó Zuleta Araújo.
De acuerdo con la interventoría CYM Cemosa, en esta carretera estaría restringido el paso de vehículos pesados, ya que este es uno de los temas que ha generado preocupación en los habitantes.
El flujo de este tipo de automotores continuará por la vía antigua, no obstante, un vocero de la auditoría ha manifestado que “cualquier proyecto de ingeniería tiene un impacto”.
Además, se instalará un detector de velocidad en la zona para verificar que se respete el límite de 50 kilómetros por hora.
ASUNTO DE PREDIOS Y CIUDADANOS
Pero hay otros motivos por los que no se agilizan las obras y son en materia predial, por eso el consorcio ejecutor MP Caribe le entregó al Arturo Calderón cinco peticiones escritas sobre el particular.
Al respecto, el servidor público se comprometió a que la Alcaldía responderá de “manera oportuna”.
Al diálogo abierto de este martes por la mañana también asistieron los veedores ciudadanos de los municipios de Valledupar y La Paz.
“Estoy de acuerdo con la obra porque aunque se piense lo contrario, las casas se van a valorizar”, aseguró Sergio Moya, quien vive en San Fernando desde hace 13 años.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.
Este martes se desarrolló un encuentro abierto entre diferentes actores como Invías, la constructora, la interventoría, veedores ciudadanos, habitantes del barrio y el secretario de Gobierno, Arturo Calderón, quien argumentó desconocer los retrasos de la obra.
La administración de la capital del Cesar, a través de la Secretaría de Gobierno, confirmó que la nueva autopista La Paz-Valledupar se conectará con el barrio San Fernando para llegar a la glorieta ‘Cacique Upar’.
“Un proyecto de esta envergadura no puede echarse a perder por caprichos de tres personas porque desde hace años por aquí se proyectó la entrada a La Paz”, dijo el secretario Arturo Calderón a EL PILÓN.
El Instituto Nacional de Vías, Invías, inició obras en este vecindario del suroriente de la ciudad a inicios del pasado mes de julio, pero el avance ha sido paulatino debido a la oposición de un grupo de moradores.
El tramo a intervenir es la carrera 7, desde la calle 47 hasta la 44, lo que está definido como “un mejoramiento de vía urbana”.
TERMINACIÓN DE LA OBRA
La pavimentación en concreto rígido no ha iniciado, pero se estima que esta semana comience.
“La construcción y la terminación de la carretera no se pueden parar, obras como esta traen desarrollo y progreso al barrio y a la ciudad”, agregó Calderón Rivadeneira.
A su turno, el veedor ciudadano Evelio Daza, dijo a este diario que “hay una señora que se opone y ni siquiera se verá afectada por la segunda calzada porque vive retirada… los opositores están comprometidos con una familia que tiene predios al frente del aeropuerto de Valledupar”.
Por su parte, la directora del Invías en el Cesar, Onna Zuleta, señaló que a pesar de haber analizado la alternativa de un separador vial que saliera al CDA, se descarta la posibilidad porque sería un detrimento y pronto se construiría la segunda fase de este proyecto.
“Los diseños hay que respetarlos porque fueron hechos por la Agencia Nacional de Seguridad Vial y el Manual Técnico del Invías”, expresó Zuleta Araújo.
De acuerdo con la interventoría CYM Cemosa, en esta carretera estaría restringido el paso de vehículos pesados, ya que este es uno de los temas que ha generado preocupación en los habitantes.
El flujo de este tipo de automotores continuará por la vía antigua, no obstante, un vocero de la auditoría ha manifestado que “cualquier proyecto de ingeniería tiene un impacto”.
Además, se instalará un detector de velocidad en la zona para verificar que se respete el límite de 50 kilómetros por hora.
ASUNTO DE PREDIOS Y CIUDADANOS
Pero hay otros motivos por los que no se agilizan las obras y son en materia predial, por eso el consorcio ejecutor MP Caribe le entregó al Arturo Calderón cinco peticiones escritas sobre el particular.
Al respecto, el servidor público se comprometió a que la Alcaldía responderá de “manera oportuna”.
Al diálogo abierto de este martes por la mañana también asistieron los veedores ciudadanos de los municipios de Valledupar y La Paz.
“Estoy de acuerdo con la obra porque aunque se piense lo contrario, las casas se van a valorizar”, aseguró Sergio Moya, quien vive en San Fernando desde hace 13 años.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.