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Editorial - 16 septiembre, 2021

Alcalde, coloque la primera piedra

El mundo va demasiado rápido. No espera  a nadie. Las sociedades que se queden atrás sufrirán los rezagos socioeconómicos por no responder a las demandas de una nueva realidad. Valledupar  debe subirse al bus- y no es el del Sistema Estratégico de Transporte que hablamos ayer-, sino de uno que está a punto de dejarnos […]

El mundo va demasiado rápido. No espera  a nadie. Las sociedades que se queden atrás sufrirán los rezagos socioeconómicos por no responder a las demandas de una nueva realidad. Valledupar  debe subirse al bus- y no es el del Sistema Estratégico de Transporte que hablamos ayer-, sino de uno que está a punto de dejarnos atrás porque es un bus que por lo veloz vuela más  que un avión espacial: -el  ciclón de la tecnología, que está derrumbando las viejas estructuras, sus cimientos y columnas. Lo bueno- y paradójico- es que nunca es tarde.

Específicamente estamos hablando del bus de la transformación digital que ha cambiado la vida de millones de personas en el mundo. Aunque se ha hablado insistentemente de que muchos empleos se perderán (140 millones de trabajos serían desplazados, según estudios), por ahora resuenan más los puestos de trabajo generados por las ciencia de la computación.

El bienestar y la calidad de vida en las ciudades inteligentes, que proyectaron convertirse en nichos tecnológicos,  están varios escalones por encima de aquellas que no han comprendido cuál es el camino.

Lo bueno es que Valledupar es una ciudad resiliente y adaptable a las nuevas condiciones. Por eso, desde esta plataforma invitamos e insistimos para que el alcalde, Mello Castro, con el mismo espíritu  que lo animó a cofinanciar la generación de 300 empleos de jóvenes,  ponga la primera piedra de un proyecto a largo plazo que tenga como objetivo principal convertirnos en un nicho tecnológico.

¿Qué significa esto? Que mientras formamos a miles de jóvenes en ciencias de la computación (desarrollo web y programación) y disminuimos las tasas de desempleo, creamos conocimientos para exportar. Ya está pasando en el mundo. Muchos jóvenes desde un computador venden servicios a clientes más allá de sus fronteras.

Además del carbón, en el Cesar es muy poco lo que exportamos. Entonces, ahora imaginemos formar por lo menos a 1.000 jóvenes vallenatos en programación y desarrollo web, los cuales, incluso sin títulos, empiecen a crear aplicaciones, portales, startups, que por las facilidades del internet puedan cruzar las fronteras.  ¿Y si el próximo Mercado Libre lo desarrolla un vallenato?

Alcalde, atrévase a hacer lo que no se ha hecho. Si se cree en este proyecto y se trabaja con expertos como aliados (Medellín ya lleva años en esto), el éxito está garantizado.

Datos hablan de que en Latinoamérica se crean por minuto 571 sitios web, 347 entradas de blogs y diariamente 800.000 Apps. ¿Y si Valledupar se une a esa tendencia? ¿Cuántos sitios web se están creando a diario en la ciudad? ¿Cuántas aplicaciones que nos faciliten la vida?

Estamos hablando de una profesión que no requiere estar en una oficina y que seguramente les abrirá las puertas del mundo a muchos jóvenes de la región. Hay testimonios de jóvenes que trabajan en empresas de NorteAmérica y Europa desde la sala o un cuarto de su casa. ¿Y si le cambiamos la vida a los jóvenes de Valledupar? Según un análisis de McKinsey & Company, Colombia podría llegar a undéficit de hasta 112.000 programadores en 2025. Cubramos ese déficit con jóvenes vallenatos.

Editorial
16 septiembre, 2021

Alcalde, coloque la primera piedra

El mundo va demasiado rápido. No espera  a nadie. Las sociedades que se queden atrás sufrirán los rezagos socioeconómicos por no responder a las demandas de una nueva realidad. Valledupar  debe subirse al bus- y no es el del Sistema Estratégico de Transporte que hablamos ayer-, sino de uno que está a punto de dejarnos […]


El mundo va demasiado rápido. No espera  a nadie. Las sociedades que se queden atrás sufrirán los rezagos socioeconómicos por no responder a las demandas de una nueva realidad. Valledupar  debe subirse al bus- y no es el del Sistema Estratégico de Transporte que hablamos ayer-, sino de uno que está a punto de dejarnos atrás porque es un bus que por lo veloz vuela más  que un avión espacial: -el  ciclón de la tecnología, que está derrumbando las viejas estructuras, sus cimientos y columnas. Lo bueno- y paradójico- es que nunca es tarde.

Específicamente estamos hablando del bus de la transformación digital que ha cambiado la vida de millones de personas en el mundo. Aunque se ha hablado insistentemente de que muchos empleos se perderán (140 millones de trabajos serían desplazados, según estudios), por ahora resuenan más los puestos de trabajo generados por las ciencia de la computación.

El bienestar y la calidad de vida en las ciudades inteligentes, que proyectaron convertirse en nichos tecnológicos,  están varios escalones por encima de aquellas que no han comprendido cuál es el camino.

Lo bueno es que Valledupar es una ciudad resiliente y adaptable a las nuevas condiciones. Por eso, desde esta plataforma invitamos e insistimos para que el alcalde, Mello Castro, con el mismo espíritu  que lo animó a cofinanciar la generación de 300 empleos de jóvenes,  ponga la primera piedra de un proyecto a largo plazo que tenga como objetivo principal convertirnos en un nicho tecnológico.

¿Qué significa esto? Que mientras formamos a miles de jóvenes en ciencias de la computación (desarrollo web y programación) y disminuimos las tasas de desempleo, creamos conocimientos para exportar. Ya está pasando en el mundo. Muchos jóvenes desde un computador venden servicios a clientes más allá de sus fronteras.

Además del carbón, en el Cesar es muy poco lo que exportamos. Entonces, ahora imaginemos formar por lo menos a 1.000 jóvenes vallenatos en programación y desarrollo web, los cuales, incluso sin títulos, empiecen a crear aplicaciones, portales, startups, que por las facilidades del internet puedan cruzar las fronteras.  ¿Y si el próximo Mercado Libre lo desarrolla un vallenato?

Alcalde, atrévase a hacer lo que no se ha hecho. Si se cree en este proyecto y se trabaja con expertos como aliados (Medellín ya lleva años en esto), el éxito está garantizado.

Datos hablan de que en Latinoamérica se crean por minuto 571 sitios web, 347 entradas de blogs y diariamente 800.000 Apps. ¿Y si Valledupar se une a esa tendencia? ¿Cuántos sitios web se están creando a diario en la ciudad? ¿Cuántas aplicaciones que nos faciliten la vida?

Estamos hablando de una profesión que no requiere estar en una oficina y que seguramente les abrirá las puertas del mundo a muchos jóvenes de la región. Hay testimonios de jóvenes que trabajan en empresas de NorteAmérica y Europa desde la sala o un cuarto de su casa. ¿Y si le cambiamos la vida a los jóvenes de Valledupar? Según un análisis de McKinsey & Company, Colombia podría llegar a undéficit de hasta 112.000 programadores en 2025. Cubramos ese déficit con jóvenes vallenatos.