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Judicial - 20 mayo, 2010

Alcalde Alfonso Palacio se reconcilió con quien pudo ser su asesino

Aporte a la paz Por: Damaris Rojas Quintero Sacudido ante la confesión de alias ‘El Samario’, quedó el alcalde de La Jagua de Ibiríco, Alfonso Palacio Niño, quien permaneció ‘de una pieza’ por varios minutos, ante las repentinas palabras del paramilitar desmovilizado del Bloque Norte de las AUC, Alcides Mattos Tabares: “Me pasó un caso […]

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Aporte a la paz

Por: Damaris Rojas Quintero

Sacudido ante la confesión de alias ‘El Samario’, quedó el alcalde de La Jagua de Ibiríco, Alfonso Palacio Niño, quien permaneció ‘de una pieza’ por varios minutos, ante las repentinas palabras del paramilitar desmovilizado del Bloque Norte de las AUC, Alcides Mattos Tabares: “Me pasó un caso muy especial con una persona que se encuentra aquí.  En una ocasión tuve la orden nefasta de eliminarlo. Hoy, en público, delante de todos, quiero pedirle  perdón al alcalde de La Jagua de Ibiríco”.
Un fuerte aplauso interrumpió las palabras del ex paramilitar, quien intentaba proseguir con su discurso, pero  la atención colectiva se desvió hacia el Mandatario del municipio minero, quien evidentemente paralizado ante semejante revelación,  no pudo controlar sus lágrimas, y solo atinó a ocultar su rostro con la prenda que lo caracteriza, su ‘poncho’. Luego revelaría que por su mente pasaron, en cuestión de segundos, sus hijos, su esposa, su madre y sus hermanos, y su muerte. Hasta la imagen de su padre, muerto hace más de 20 años.
Y fue precisamente alias ‘El Samario’, quien abandonó el atril desde donde hacía su intervención como representantes de los internos, y lo sacó del shock cuando se acercó hasta el lugar que el Alcalde ocupaba entre los asistentes al evento que tuvo como plataforma el Establecimiento Carcelario y Penitenciario de Valledupar.
Un abrazo selló este momento de perdón y reconciliación  que  escenificó el objetivo principal del programa, ‘La Reclusión, un espacio para la Reconciliación’, del cual se efectuaba su lanzamiento y que demostró que es posible lograrlo.
“Hermano, no cometió ese error, mis hijos hoy tiene a su padre. Dios no permitió que eso ocurriera”, respondió Palacio, quien reiteró que no había en él ni odio ni resentimiento. También pidió a Colombia capacidad y grandeza,  como seres humanos, para reencontrarnos.
De acuerdo con las declaraciones de alias ‘El Samario’, el país necesita de la reconciliación; “si no empezamos nosotros que fuimos los actores del conflicto, entonces,  ¿quién empieza?
Explicó también que este asesinato ordenado en el año 2004 por la comandancia del frente del que hacía parte, no se materializó por la admiración y cierto respeto que Palacio le despertó  al enfrentarlo cuando se preparaba su crimen, diciéndole: “sé que eres ‘El Samario’ y vienes a asesinarme, y si lo quieres hacer, aquí estoy, pero no voy a acceder a sus pretensiones”.
Alias ‘El Samario’ insistió que más que rebaja en las penas, busca la compresión, porque según su opinión, esto genera paz.
Agregó Mattos Tabares, que existen muchos postulados que están esperanzados en que este programa no sea un paño de agua tibia; que a las personas que están afuera, las instituciones, organizaciones, nos les den la espalada como hasta el momento lo han hecho.
Los 500 internos que se esperan beneficiar con esta iniciativa, tienen la voluntad de educarse, capacitarse y tener una oportunidad para la resocialización, que destacaron como una responsabilidad que el Estado les niega muchas veces.
Uno de los representantes de los reclusos, afirmó que no todo se remite al programa de la Unidad para la Justicia y la Paz, del cual, según dijo, acoge sólo a un 10 % de la población carcelaria del país.
“Vamos a apostarle a todas las personas que están recluidas en este centro carcelario, y que necesitan del apoyo de las entidades presentes para que, al salir de aquí, sean útiles a la sociedad” dijo el interno Rodolfo Romero, no sólo a los representantes de las diferentes entidades presentes como SENA, UNAD, también  a las autoridades civiles y militares,  que hicieron parte de la socialización de este nuevo proyecto que estuvo presidido por el director del centro carcelario, Carlos Alberto Barriga Almenares. Este último, mostró las cerca de 200 armas de fabricación carcelaria que de manera voluntaria, entregaron los  reclusos.
En este sentido, los internos manifestaron: “Queremos dar a la sociedad nuestro testimonio de la vida que vivimos dentro de esos grupos armados, los momentos difíciles que pasamos”.
A los niños, jóvenes que están siendo tentados para iniciarse en este camino por los desmovilizados que se están rearmando, les puedo decir que en esa vida no hay futuro.
“Queremos resarcir el daño que hicimos, queremos un cambio y estamos trabajando para que ese cambio empiece desde ya”.

Judicial
20 mayo, 2010

Alcalde Alfonso Palacio se reconcilió con quien pudo ser su asesino

Aporte a la paz Por: Damaris Rojas Quintero Sacudido ante la confesión de alias ‘El Samario’, quedó el alcalde de La Jagua de Ibiríco, Alfonso Palacio Niño, quien permaneció ‘de una pieza’ por varios minutos, ante las repentinas palabras del paramilitar desmovilizado del Bloque Norte de las AUC, Alcides Mattos Tabares: “Me pasó un caso […]


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Aporte a la paz

Por: Damaris Rojas Quintero

Sacudido ante la confesión de alias ‘El Samario’, quedó el alcalde de La Jagua de Ibiríco, Alfonso Palacio Niño, quien permaneció ‘de una pieza’ por varios minutos, ante las repentinas palabras del paramilitar desmovilizado del Bloque Norte de las AUC, Alcides Mattos Tabares: “Me pasó un caso muy especial con una persona que se encuentra aquí.  En una ocasión tuve la orden nefasta de eliminarlo. Hoy, en público, delante de todos, quiero pedirle  perdón al alcalde de La Jagua de Ibiríco”.
Un fuerte aplauso interrumpió las palabras del ex paramilitar, quien intentaba proseguir con su discurso, pero  la atención colectiva se desvió hacia el Mandatario del municipio minero, quien evidentemente paralizado ante semejante revelación,  no pudo controlar sus lágrimas, y solo atinó a ocultar su rostro con la prenda que lo caracteriza, su ‘poncho’. Luego revelaría que por su mente pasaron, en cuestión de segundos, sus hijos, su esposa, su madre y sus hermanos, y su muerte. Hasta la imagen de su padre, muerto hace más de 20 años.
Y fue precisamente alias ‘El Samario’, quien abandonó el atril desde donde hacía su intervención como representantes de los internos, y lo sacó del shock cuando se acercó hasta el lugar que el Alcalde ocupaba entre los asistentes al evento que tuvo como plataforma el Establecimiento Carcelario y Penitenciario de Valledupar.
Un abrazo selló este momento de perdón y reconciliación  que  escenificó el objetivo principal del programa, ‘La Reclusión, un espacio para la Reconciliación’, del cual se efectuaba su lanzamiento y que demostró que es posible lograrlo.
“Hermano, no cometió ese error, mis hijos hoy tiene a su padre. Dios no permitió que eso ocurriera”, respondió Palacio, quien reiteró que no había en él ni odio ni resentimiento. También pidió a Colombia capacidad y grandeza,  como seres humanos, para reencontrarnos.
De acuerdo con las declaraciones de alias ‘El Samario’, el país necesita de la reconciliación; “si no empezamos nosotros que fuimos los actores del conflicto, entonces,  ¿quién empieza?
Explicó también que este asesinato ordenado en el año 2004 por la comandancia del frente del que hacía parte, no se materializó por la admiración y cierto respeto que Palacio le despertó  al enfrentarlo cuando se preparaba su crimen, diciéndole: “sé que eres ‘El Samario’ y vienes a asesinarme, y si lo quieres hacer, aquí estoy, pero no voy a acceder a sus pretensiones”.
Alias ‘El Samario’ insistió que más que rebaja en las penas, busca la compresión, porque según su opinión, esto genera paz.
Agregó Mattos Tabares, que existen muchos postulados que están esperanzados en que este programa no sea un paño de agua tibia; que a las personas que están afuera, las instituciones, organizaciones, nos les den la espalada como hasta el momento lo han hecho.
Los 500 internos que se esperan beneficiar con esta iniciativa, tienen la voluntad de educarse, capacitarse y tener una oportunidad para la resocialización, que destacaron como una responsabilidad que el Estado les niega muchas veces.
Uno de los representantes de los reclusos, afirmó que no todo se remite al programa de la Unidad para la Justicia y la Paz, del cual, según dijo, acoge sólo a un 10 % de la población carcelaria del país.
“Vamos a apostarle a todas las personas que están recluidas en este centro carcelario, y que necesitan del apoyo de las entidades presentes para que, al salir de aquí, sean útiles a la sociedad” dijo el interno Rodolfo Romero, no sólo a los representantes de las diferentes entidades presentes como SENA, UNAD, también  a las autoridades civiles y militares,  que hicieron parte de la socialización de este nuevo proyecto que estuvo presidido por el director del centro carcelario, Carlos Alberto Barriga Almenares. Este último, mostró las cerca de 200 armas de fabricación carcelaria que de manera voluntaria, entregaron los  reclusos.
En este sentido, los internos manifestaron: “Queremos dar a la sociedad nuestro testimonio de la vida que vivimos dentro de esos grupos armados, los momentos difíciles que pasamos”.
A los niños, jóvenes que están siendo tentados para iniciarse en este camino por los desmovilizados que se están rearmando, les puedo decir que en esa vida no hay futuro.
“Queremos resarcir el daño que hicimos, queremos un cambio y estamos trabajando para que ese cambio empiece desde ya”.