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Columnista - 2 mayo, 2010

Al rescate del terruño

Por: Luis Rafael Nieto Pardo El pasado domingo iniciamos estas con el firme propósito de alertar a nuestros coterráneos, amigos y vecinos sobre la urgente necesidad de rescatar del letargo y la desidia a nuestra querida y valerosa ciudad de Mompós, de las garras de inescrupulosos y advenedizos que, como  antes dijera, han entrado “a […]

Por: Luis Rafael Nieto Pardo

El pasado domingo iniciamos estas con el firme propósito de alertar a nuestros coterráneos, amigos y vecinos sobre la urgente necesidad de rescatar del letargo y la desidia a nuestra querida y valerosa ciudad de Mompós, de las garras de inescrupulosos y advenedizos que, como  antes dijera, han entrado “a saco”, no sólo a escanciar el erario público, sino que, como es lógico, no les duele el patrimonio cultural e histórico, nada hacen  por conservarlo y protegerlo y, con dolor de patria chica nos toca ver impotentes las impresionantes imágenes que registró El Heraldo en los primeros días de abril, donde se registran y muestran sectores amurallados (lo poco que aun queda de ellos) llenos de basura e inmundicias, calles saturadas de aguas negras por el rebosamiento de las alcantarillas, construcciones antiguas e históricas en progresivo estado de deterioro  y abandono… en fin, todo un pobre y preocupante espectáculo que nos dejó con un amargo sabor en el paladar y aumentó nuestro ánimo para multiplicar esfuerzos en procura de detener a los vándalos y evitar el desastre total, antes que, tal como la gran mancha de petróleo que casi descontroladamente avanza hacia las costas del Golfo de México y Estados Unidos.

Pues bien, de nuevo registro y recuerdo que mañana 3 de mayo se festeja el cumpleaños número 473 de nuestra Bella Villa Santa Cruz de Mompós;  y lo menos que podemos hacer es unir esfuerzos para evitar que quienes no sientan amor por ella, terminen convirtiéndola en la cenicienta de la historia (qué cruel y lamentable destino).
Por eso, bien vale la pena transcribir a continuación, tal y como lo habíamos prometido en la columna anterior, las apreciaciones del amigo y coterráneo Gustavo Toscano de promompós, en las tertulias que se realizaron en la Villa con motivo del festejo del tri-sesquicentenario  los días 2 y 3 de mayo de 1.987 con la presencia del maestro Orlando Fals Borda y otros no menos ilustres personajes y visitantes, también interesados en esta cruzada de rescate y conservación  de lo nuestro:
“En efecto, necesitamos una gran cruzada nacional por el reordenamiento territorial o regional, una verdadera descentralización , autonomía e independencia local, municipal, regional y de las provincias: geopolítica, administrativa, financiera, social y económica.  Clasificando las regiones, para una mayor equidad y justicia, con base en los principios de libertad, democracia y participación.  Los de la paz, los derechos humanos, el derecho al desarrollo de las regiones y provincias, en especial las rurales.  Los del derecho a la vida y a la naturaleza. Los de la defensa del entorno y el medio ambiente.
Queremos un gran movimiento nacional como una respuesta a la incapacidad del actual sistema político colombiano para responder adecuadamente a los grandes problemas socio-económicos que enfrenta el país.  Para promover la valorización colectiva, las formas de organización, de cooperación e integración comunitaria, de trabajos y vivencias conjuntas, de vínculos socio-económicos entre pequeños y medianos productores, en diferentes niveles.
Evitando los abusos, manipulaciones, explotaciones, los informes arreglados.  Hay que empezar a construir la Nueva Colombia democrática, con líderes y dirigentes nuevos, conscientes, capacitados, íntegros, al servicio de las comunidades.  No al de los actuales dueños del poder público, que no entienden ni sirven, ni están interesados en los problemas y necesidades de las provincias y comunidades marginadas.  Queremos comunidades organizadas, con base en los principios de la administración científica moderna.  Y que operen, en los niveles superiores de la economía mundial, con eficientes comercializadores nacionales e internacionales, como motores de investigación, ciencia y desarrollo.

Esta es la nueva voz del Mompós líder y rebelde.  Hay que encontrar el verdadero camino de nuestro pueblo, para empezar a construir mejor esa Colombia democrática, donde los extraños intereses privados, personales o de grupos, no imperen, ni sigan destruyendo el hogar colombiano.  Ese debe ser el camino institucional del futuro, el de las nuevas generaciones de profesionales colombianos.  Ese es el camino nacional”.

Y hablamos de homenajes, de reconocimientos y rescates, qué oportuno resulta en esta fecha resaltar también, y para que lo sepan y lo entiendan los que se han tomado la ciudad y creen o se han creído que Mompós está solo, que “los buenos somos más” y que estemos donde estemos por circunstancias o avatares del destino, siempre estaremos atentos para enfrentarlos.  Por eso cabe destacar entre tantos a nuestro viejo y querido amigo “Alfon Day”, como yo afectuosamente siempre lo he llamado, Alfonso Díaz Jiménez, ilustre paisano, profesor de matemáticas y física en las mejores universidades del país, investigador incansable y polémico, con publicaciones en revistas temáticas a nivel mundial,  manteniéndose siempre vigente y alerta por su natal ciudad, al igual que nuestro querido e ilustre pariente Francisco (Pacho) Nieto Simancas, también matemático, actualmente profesor de la Universidad de Walkiria en Alemania.

Columnista
2 mayo, 2010

Al rescate del terruño

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Rafael Nieto Pardo

Por: Luis Rafael Nieto Pardo El pasado domingo iniciamos estas con el firme propósito de alertar a nuestros coterráneos, amigos y vecinos sobre la urgente necesidad de rescatar del letargo y la desidia a nuestra querida y valerosa ciudad de Mompós, de las garras de inescrupulosos y advenedizos que, como  antes dijera, han entrado “a […]


Por: Luis Rafael Nieto Pardo

El pasado domingo iniciamos estas con el firme propósito de alertar a nuestros coterráneos, amigos y vecinos sobre la urgente necesidad de rescatar del letargo y la desidia a nuestra querida y valerosa ciudad de Mompós, de las garras de inescrupulosos y advenedizos que, como  antes dijera, han entrado “a saco”, no sólo a escanciar el erario público, sino que, como es lógico, no les duele el patrimonio cultural e histórico, nada hacen  por conservarlo y protegerlo y, con dolor de patria chica nos toca ver impotentes las impresionantes imágenes que registró El Heraldo en los primeros días de abril, donde se registran y muestran sectores amurallados (lo poco que aun queda de ellos) llenos de basura e inmundicias, calles saturadas de aguas negras por el rebosamiento de las alcantarillas, construcciones antiguas e históricas en progresivo estado de deterioro  y abandono… en fin, todo un pobre y preocupante espectáculo que nos dejó con un amargo sabor en el paladar y aumentó nuestro ánimo para multiplicar esfuerzos en procura de detener a los vándalos y evitar el desastre total, antes que, tal como la gran mancha de petróleo que casi descontroladamente avanza hacia las costas del Golfo de México y Estados Unidos.

Pues bien, de nuevo registro y recuerdo que mañana 3 de mayo se festeja el cumpleaños número 473 de nuestra Bella Villa Santa Cruz de Mompós;  y lo menos que podemos hacer es unir esfuerzos para evitar que quienes no sientan amor por ella, terminen convirtiéndola en la cenicienta de la historia (qué cruel y lamentable destino).
Por eso, bien vale la pena transcribir a continuación, tal y como lo habíamos prometido en la columna anterior, las apreciaciones del amigo y coterráneo Gustavo Toscano de promompós, en las tertulias que se realizaron en la Villa con motivo del festejo del tri-sesquicentenario  los días 2 y 3 de mayo de 1.987 con la presencia del maestro Orlando Fals Borda y otros no menos ilustres personajes y visitantes, también interesados en esta cruzada de rescate y conservación  de lo nuestro:
“En efecto, necesitamos una gran cruzada nacional por el reordenamiento territorial o regional, una verdadera descentralización , autonomía e independencia local, municipal, regional y de las provincias: geopolítica, administrativa, financiera, social y económica.  Clasificando las regiones, para una mayor equidad y justicia, con base en los principios de libertad, democracia y participación.  Los de la paz, los derechos humanos, el derecho al desarrollo de las regiones y provincias, en especial las rurales.  Los del derecho a la vida y a la naturaleza. Los de la defensa del entorno y el medio ambiente.
Queremos un gran movimiento nacional como una respuesta a la incapacidad del actual sistema político colombiano para responder adecuadamente a los grandes problemas socio-económicos que enfrenta el país.  Para promover la valorización colectiva, las formas de organización, de cooperación e integración comunitaria, de trabajos y vivencias conjuntas, de vínculos socio-económicos entre pequeños y medianos productores, en diferentes niveles.
Evitando los abusos, manipulaciones, explotaciones, los informes arreglados.  Hay que empezar a construir la Nueva Colombia democrática, con líderes y dirigentes nuevos, conscientes, capacitados, íntegros, al servicio de las comunidades.  No al de los actuales dueños del poder público, que no entienden ni sirven, ni están interesados en los problemas y necesidades de las provincias y comunidades marginadas.  Queremos comunidades organizadas, con base en los principios de la administración científica moderna.  Y que operen, en los niveles superiores de la economía mundial, con eficientes comercializadores nacionales e internacionales, como motores de investigación, ciencia y desarrollo.

Esta es la nueva voz del Mompós líder y rebelde.  Hay que encontrar el verdadero camino de nuestro pueblo, para empezar a construir mejor esa Colombia democrática, donde los extraños intereses privados, personales o de grupos, no imperen, ni sigan destruyendo el hogar colombiano.  Ese debe ser el camino institucional del futuro, el de las nuevas generaciones de profesionales colombianos.  Ese es el camino nacional”.

Y hablamos de homenajes, de reconocimientos y rescates, qué oportuno resulta en esta fecha resaltar también, y para que lo sepan y lo entiendan los que se han tomado la ciudad y creen o se han creído que Mompós está solo, que “los buenos somos más” y que estemos donde estemos por circunstancias o avatares del destino, siempre estaremos atentos para enfrentarlos.  Por eso cabe destacar entre tantos a nuestro viejo y querido amigo “Alfon Day”, como yo afectuosamente siempre lo he llamado, Alfonso Díaz Jiménez, ilustre paisano, profesor de matemáticas y física en las mejores universidades del país, investigador incansable y polémico, con publicaciones en revistas temáticas a nivel mundial,  manteniéndose siempre vigente y alerta por su natal ciudad, al igual que nuestro querido e ilustre pariente Francisco (Pacho) Nieto Simancas, también matemático, actualmente profesor de la Universidad de Walkiria en Alemania.