Entre otras cosas… Por: Dario Arregoces La libertad de expresión, como Derecho Fundamental, se encuentra consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 en su artículo 19 de cuyo tenor se colige que todo individuo tiene derecho a difundir las ideas políticas y artísticas por cualquier medio de comunicación y a no […]
Entre otras cosas…
Por: Dario Arregoces
La libertad de expresión, como Derecho Fundamental, se encuentra consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 en su artículo 19 de cuyo tenor se colige que todo individuo tiene derecho a difundir las ideas políticas y artísticas por cualquier medio de comunicación y a no ser molestado por causa de sus opiniones.
No obstante es menester aclarar que no hay derechos absolutos, pues todo derecho tiene límites. Ni siquiera el supremo Derecho a la vida, es absoluto, toda vez que el derecho justifica quitarle la vida a un semejante, si se obra en legítima defensa -causal de ausencia de responsabilidad Art. 32 C.P.
En tratándose del ejercicio de la libertad de expresión la Convención Americana sobre los Derechos Humanos ha señalado como principio fundamental en el ejercicio de la libertad de pensamiento y la libertad de expresión, el respeto a los derechos y a la reputación de los demás. Es así, como recordarás estimado Safady, la protesta del pueblo musulman, contra la caricatura de Lars Vilks, en la que dibujó al profeta Mahoma, con cuerpo de perro, hiriendo alevosamente el sentimiento religioso de todo un pueblo.
Deseo aclararte, mi estimado Safady, que hago parte de la fans de admiradores de tu trabajo artístico -y lo digo con toda honestidad-. A diario me divierto con las Pilocaturas, que revelan tu fino humor, creatividad, y tu grande talento, para orgullo de la familia pilonera (de la que también hago parte desde hace más de seis años), y porque no decirlo, del Cesar y de Colombia entera.
No obstante mi estimado Safady, de manera muy cordial y constructiva, quisiera referirme a la Pilocatura de la página siete, publicada el pasado miércoles 29 de Septiembre del cursante año, en donde dibujaste al Director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, regional Cesar, con uniforme de recluso y sosteniendo un letrero con varios signos de pesos y la sigla AUC y en cuya parte superior se lee: “Los niños buscan su hogar”.
Al margen del drama personal por el que atraviesa el personaje de marras,-que dicho sea de paso, no ha sido aún oído y vencido en juicio, por lo que merece mayor respeto y consideración como servidor público y como persona-, no está bien que se involucre un programa institucional liderado a nivel nacional por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y que sólo pretende que aquellos niños que por diversas circunstancias han perdido sus familias, la recuperen, o en su defecto sean dados en adopción. Es más, mi estimado Safady, te propongo la siguiente reflexión socrática: ¿Es verdad que la situación jurídica de Alfredo Barreneche, guarda forzosa e inescindible relación con el citado programa institucional? Segunda. ¿Es necesario mezclar las circunstancias de adversidad personal, por las que atraviesa Barreneche, con el citado programa? Tercera y última reflexión: Es bueno mezclar esas dos situaciones?
Considero, mi estimado y joven artista, que sí en dado caso que tus respuestas, a los interrogantes planteados, sean negativas, bien valdría la pena, ser más prudente y sabio ¿no te parece?. Es la invitación que te hago muy respetuosamente. !Dios te Bendiga!
FRASE DE CIERRE: “Tu verdad aumentará en la medida que sepas escuchar la verdad de otros” Martin Luther King.
[email protected]
Entre otras cosas… Por: Dario Arregoces La libertad de expresión, como Derecho Fundamental, se encuentra consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 en su artículo 19 de cuyo tenor se colige que todo individuo tiene derecho a difundir las ideas políticas y artísticas por cualquier medio de comunicación y a no […]
Entre otras cosas…
Por: Dario Arregoces
La libertad de expresión, como Derecho Fundamental, se encuentra consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 en su artículo 19 de cuyo tenor se colige que todo individuo tiene derecho a difundir las ideas políticas y artísticas por cualquier medio de comunicación y a no ser molestado por causa de sus opiniones.
No obstante es menester aclarar que no hay derechos absolutos, pues todo derecho tiene límites. Ni siquiera el supremo Derecho a la vida, es absoluto, toda vez que el derecho justifica quitarle la vida a un semejante, si se obra en legítima defensa -causal de ausencia de responsabilidad Art. 32 C.P.
En tratándose del ejercicio de la libertad de expresión la Convención Americana sobre los Derechos Humanos ha señalado como principio fundamental en el ejercicio de la libertad de pensamiento y la libertad de expresión, el respeto a los derechos y a la reputación de los demás. Es así, como recordarás estimado Safady, la protesta del pueblo musulman, contra la caricatura de Lars Vilks, en la que dibujó al profeta Mahoma, con cuerpo de perro, hiriendo alevosamente el sentimiento religioso de todo un pueblo.
Deseo aclararte, mi estimado Safady, que hago parte de la fans de admiradores de tu trabajo artístico -y lo digo con toda honestidad-. A diario me divierto con las Pilocaturas, que revelan tu fino humor, creatividad, y tu grande talento, para orgullo de la familia pilonera (de la que también hago parte desde hace más de seis años), y porque no decirlo, del Cesar y de Colombia entera.
No obstante mi estimado Safady, de manera muy cordial y constructiva, quisiera referirme a la Pilocatura de la página siete, publicada el pasado miércoles 29 de Septiembre del cursante año, en donde dibujaste al Director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, regional Cesar, con uniforme de recluso y sosteniendo un letrero con varios signos de pesos y la sigla AUC y en cuya parte superior se lee: “Los niños buscan su hogar”.
Al margen del drama personal por el que atraviesa el personaje de marras,-que dicho sea de paso, no ha sido aún oído y vencido en juicio, por lo que merece mayor respeto y consideración como servidor público y como persona-, no está bien que se involucre un programa institucional liderado a nivel nacional por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y que sólo pretende que aquellos niños que por diversas circunstancias han perdido sus familias, la recuperen, o en su defecto sean dados en adopción. Es más, mi estimado Safady, te propongo la siguiente reflexión socrática: ¿Es verdad que la situación jurídica de Alfredo Barreneche, guarda forzosa e inescindible relación con el citado programa institucional? Segunda. ¿Es necesario mezclar las circunstancias de adversidad personal, por las que atraviesa Barreneche, con el citado programa? Tercera y última reflexión: Es bueno mezclar esas dos situaciones?
Considero, mi estimado y joven artista, que sí en dado caso que tus respuestas, a los interrogantes planteados, sean negativas, bien valdría la pena, ser más prudente y sabio ¿no te parece?. Es la invitación que te hago muy respetuosamente. !Dios te Bendiga!
FRASE DE CIERRE: “Tu verdad aumentará en la medida que sepas escuchar la verdad de otros” Martin Luther King.
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