Por: Raúl Bermúdez Márquez

A propósito del triunfo electoral, el pasado 30 de octubre, de FredysSocarrás Reales, en la Alcaldía de Valledupar, y de Luis Alberto Monsalvo, en la Gobernación del Cesar, dos profesionales valduparenses, de movimientos políticos diferentes pero movidos ambos por el propósito de querer acertar en la gestión que emprenderán cada uno desde sus respectivos escenarios a partir del 1 de enero de 2012, e identificados los dos en la disposición de mantener una actitud abierta para escuchar y tener en cuenta los aportes que provengan desde cualquier orilla, considero que sería de utilidad realizar algunas consideraciones sobre la relación sociedad, universidad empresa, como trípode y motor fundamental del desarrollo local y regional.
¿Qué modelo proponemos? Antes de improvisar una respuesta, prefiero traer a colación una experiencia exitosa relacionada. Se trata de Gotenburgo, la segunda ciudad en importancia del país nórdico, ubicada en la provincia de VästraGötaland en la desembocadura del río Götaälv en el estrecho de Kattegat. Allí, el Consejo del Parque Científico de Lindholm está integrado por dos universidades, el gobierno municipal, una organización pública destinada a promover el desarrollo económico de la región, llamada Business Region,  y las empresas Ericsson, Volvo y TeliaSonera. El Parque se financia con 50% de aporte estatal y 50% de aporte de las empresas. El municipio puso a disposición un área de 300.000 m2 sobre las cuales se han instalado espacios comunes, las universidades y varias empresas.
El proyecto comenzó en 1999 y es parte de una iniciativa local por incrementar el atractivo de la región y – fundamentalmente- aumentar el empleo (el objetivo es crear 3.000 puestos de trabajo). Cuenta actualmente con 100 empresas que emplean 6.000 personas, 3.000 estudiantes, profesores e investigadores y 4.000 estudiantes de nivel secundario. Entre los espacios comunes del lugar, las llamadas “arenas de colaboración”, son laboratorios donde se desarrollan proyectos de innovación entre empresas y universidades, utilizando infraestructura y equipamiento en forma conjunta, que fueron adquiridos a partir de fondos públicos. En este clima de colaboración entre academia y producción, la universidad tiene también características muy particulares.Trabaja con un concepto de formación, centrado en la resolución de problemas más que en la teoría o el aprendizaje disciplinario, de modo que el estudio se realiza en torno a proyectos que los alumnos deben desarrollar, como si trabajaran en una empresa.
Toda la infraestructura está dispuesta de manera que permite el trabajo en equipos y el intercambio. Su visión como universidad es ser “un centro de investigación, desarrollo y educación que beneficie a la industria y al desarrollo local” y para ello han definido dos estrategias: coordinar esfuerzos con las empresas y las instituciones públicas; y generar investigación y educación transdisciplinaria en tecnologías de la comunicación y la información aplicada. Como todas las universidades en Suecia, es gratuita y actualmente tiene 800 estudiantes y 250 profesores e investigadores.
La UPC, la Asociación de Microempresarios del Cesar, la Comisión Regional de Competitividad del Cesar, el Sena y una empresa de consultoría vienen de tiempo atrás trabajando en la idea de concretar el Centro Tecnológico Metalmecánico del Cesar que podría atender una fracción de la demanda de partes metalmecánicas que tienen las empresas carboníferas que explotan el recurso en la zona centro. En ese Centro Tecnológico además de la estandarización y micrometría, se podría pensar en actividades de investigación, desarrollo e innovación en el sector con el apoyo del funcionamiento de un programa de Ingeniería Mecánica, a cargo de la UPC. La experiencia, de manera gradual se podría extender a otros sectores, como el agroindustrial o el turístico. He ahí una iniciativa que si los nuevos mandatarios apalancan, podría constituirse en el eslabón perdido de nuestro problema más crítico: el desempleo.

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