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Columnista - 29 diciembre, 2023

Al oído de Elvia Milena y los alcaldes: ni marionetas, ni diplomacia del Old Pard

Por Antonio Sanguino Ya están todos. Con la elección de Cristian Márquez como alcalde de Gamarra se completan los 25 mandatarios municipales, que, junto a la gobernadora Elvia Milena Sanjuan, ejercerán como gobernantes a partir del 1 de enero de 2024.  En el primer semestre deberán formular y lograr la aprobación de sus planes de […]

Por Antonio Sanguino

Ya están todos. Con la elección de Cristian Márquez como alcalde de Gamarra se completan los 25 mandatarios municipales, que, junto a la gobernadora Elvia Milena Sanjuan, ejercerán como gobernantes a partir del 1 de enero de 2024. 

En el primer semestre deberán formular y lograr la aprobación de sus planes de desarrollo que materialicen sus respectivos programas de gobierno votados mayoritariamente en las urnas. Su desempeño como gobernantes, no dependerán solo de los esfuerzos propios de los municipios y el departamento, y más bien tendrán que desplegar una activa relación con el Gobierno Nacional. Se impone una articulación distinta con un gobierno cuyo presidente Petro ofrece y lidera una agenda de cambio. 

Los gobernantes deben saber que hoy no lo son solo para las estructuras políticas de quienes recibieron respaldo en campaña. Que deben gobernar para todos los cesarenses y entablar unas relaciones respetuosas y constructivas con las fuerzas que se declaren en independencia o en oposición. Que deben convocar a la sociedad, en toda su rica diversidad, a construir la hoja de ruta de los cuatro años de su mandato. Sorprende que mezquinamente la gobernadora Sanjuan no se haya dignado convocar a sus competidores a un dialogo hacia lo que podría ser un “Acuerdo Nacional por el Cesar”. 

Recomendable que gobernadora y alcaldes le peguen una mirada al Plan Nacional de Desarrollo “Colombia Potencia Mundial de la Vida” y que se enteren de las ocho prioridades que en el más reciente consejo de ministros estableció el presidente Petro para el 2024. Allí se enterarán que existen 28 líneas de inversión para el Cesar que contemplan proyectos estratégicos para el departamento y la nación, cuya financiación está garantizada: el multicampus universitario de La Jagua de Ibirico, el anhelado puerto seco de Bosconia, la consolidación y activación de las líneas férreas que atraviesan nuestro territorio, la mejora de navegabilidad del río magdalena que beneficiará el futuro puerto multipropósito en Gamarra, el programa Hambre Cero, la ampliación de las zonas de reserva forestal en la Sierra Nevada de Santa y la Serranía del Perijá, además de las estrategias y acciones en seguridad alimentaria y transición energética. 

La gobernadora Sanjuan y los alcaldes deben saber que hay tres grupos de municipios que revisten especial relevancia para el gobierno Petro: los municipios del corredor minero que se busca transformar en un corredor para la vida con énfasis en la transición energética, los denominados municipios PDTs eslabón central en la construcción de paz territorial; y los municipios fronterizos con Venezuela con una enorme potencialidad en la reactivación de la economía binacional.

Tendrían que enterarse de importantes apuestas participativas y transparentes en materia de inversión y contratación pública: las comunidades energéticas del Ministerio de Minas para incentivar experiencias comunitarias de energías limpias; las comunidades de conectividad liderada por Mintic a propósito de la llegada de las 5G; y la construcción de vías terciarias con las Juntas de Acción Comunal a cargo del Mintransporte y el nuevo Instituto de Vías Terciaria INVIR. 

Se equivocarían estos mandatarios si creen que la relación con Petro y su gobierno es a la vieja usanza. Sería un error imperdonable que acudan a los parlamentarios para replicar en nuestra tierra estructuras delincuenciales como las marionetas del gobierno Duque. O que repitan la diplomacia de la parranda vallenata y el Old Pard para adular a ministros y directores de entidades nacionales, sin advertir que lo más importante será la sincronía del Cesar con la agenda de transformaciones en curso.

Columnista
29 diciembre, 2023

Al oído de Elvia Milena y los alcaldes: ni marionetas, ni diplomacia del Old Pard

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Antonio Sanguino

Por Antonio Sanguino Ya están todos. Con la elección de Cristian Márquez como alcalde de Gamarra se completan los 25 mandatarios municipales, que, junto a la gobernadora Elvia Milena Sanjuan, ejercerán como gobernantes a partir del 1 de enero de 2024.  En el primer semestre deberán formular y lograr la aprobación de sus planes de […]


Por Antonio Sanguino

Ya están todos. Con la elección de Cristian Márquez como alcalde de Gamarra se completan los 25 mandatarios municipales, que, junto a la gobernadora Elvia Milena Sanjuan, ejercerán como gobernantes a partir del 1 de enero de 2024. 

En el primer semestre deberán formular y lograr la aprobación de sus planes de desarrollo que materialicen sus respectivos programas de gobierno votados mayoritariamente en las urnas. Su desempeño como gobernantes, no dependerán solo de los esfuerzos propios de los municipios y el departamento, y más bien tendrán que desplegar una activa relación con el Gobierno Nacional. Se impone una articulación distinta con un gobierno cuyo presidente Petro ofrece y lidera una agenda de cambio. 

Los gobernantes deben saber que hoy no lo son solo para las estructuras políticas de quienes recibieron respaldo en campaña. Que deben gobernar para todos los cesarenses y entablar unas relaciones respetuosas y constructivas con las fuerzas que se declaren en independencia o en oposición. Que deben convocar a la sociedad, en toda su rica diversidad, a construir la hoja de ruta de los cuatro años de su mandato. Sorprende que mezquinamente la gobernadora Sanjuan no se haya dignado convocar a sus competidores a un dialogo hacia lo que podría ser un “Acuerdo Nacional por el Cesar”. 

Recomendable que gobernadora y alcaldes le peguen una mirada al Plan Nacional de Desarrollo “Colombia Potencia Mundial de la Vida” y que se enteren de las ocho prioridades que en el más reciente consejo de ministros estableció el presidente Petro para el 2024. Allí se enterarán que existen 28 líneas de inversión para el Cesar que contemplan proyectos estratégicos para el departamento y la nación, cuya financiación está garantizada: el multicampus universitario de La Jagua de Ibirico, el anhelado puerto seco de Bosconia, la consolidación y activación de las líneas férreas que atraviesan nuestro territorio, la mejora de navegabilidad del río magdalena que beneficiará el futuro puerto multipropósito en Gamarra, el programa Hambre Cero, la ampliación de las zonas de reserva forestal en la Sierra Nevada de Santa y la Serranía del Perijá, además de las estrategias y acciones en seguridad alimentaria y transición energética. 

La gobernadora Sanjuan y los alcaldes deben saber que hay tres grupos de municipios que revisten especial relevancia para el gobierno Petro: los municipios del corredor minero que se busca transformar en un corredor para la vida con énfasis en la transición energética, los denominados municipios PDTs eslabón central en la construcción de paz territorial; y los municipios fronterizos con Venezuela con una enorme potencialidad en la reactivación de la economía binacional.

Tendrían que enterarse de importantes apuestas participativas y transparentes en materia de inversión y contratación pública: las comunidades energéticas del Ministerio de Minas para incentivar experiencias comunitarias de energías limpias; las comunidades de conectividad liderada por Mintic a propósito de la llegada de las 5G; y la construcción de vías terciarias con las Juntas de Acción Comunal a cargo del Mintransporte y el nuevo Instituto de Vías Terciaria INVIR. 

Se equivocarían estos mandatarios si creen que la relación con Petro y su gobierno es a la vieja usanza. Sería un error imperdonable que acudan a los parlamentarios para replicar en nuestra tierra estructuras delincuenciales como las marionetas del gobierno Duque. O que repitan la diplomacia de la parranda vallenata y el Old Pard para adular a ministros y directores de entidades nacionales, sin advertir que lo más importante será la sincronía del Cesar con la agenda de transformaciones en curso.