Lo que estaba previsto para el Cesar en el tema de la disminución de los recursos de regalías después de la implementación del Sistema General de Regalías –SGR-, se empezará a sentir desde este año. El presupuesto de este bienio (2015-2016) lo habían proyectado en 17,47 billones de pesos, pero con la caída del precio del petróleo quedó totalmente desfasada es cifra, que según la advertencia de la Contraloría General de la República, se reduciría en 5,4 billones.

Como ya se esperaba, con este recorte las regiones serán las más afectadas, tarde que temprano sufrirán al ver disminuidos los recursos para proyectos de impacto, cuando la esencia del SGR fue “repartir la mermelada” en todo el país. En ese sentido, dice la Contraloría, los recortes para los departamentos llegarían a 3,42 billones de pesos.

Ese latigazo del recorte lo sufrirán con mayor vehemencia siete departamentos: Meta, Antioquia, Córdoba, Bolívar, Nariño, Cesar y Boyacá. El recorte fue tan grande, el 30,8 %, que afectará en igual magnitud a las nuevas administraciones que tienen obras por concluir e inversiones nuevas por hacer. Por lo menos al Cesar le recortarían casi 150 mil millones de pesos.

Este escenario hace necesario que se genere una cruzada de parte del gobernador Francisco Ovalle, los alcaldes del Cesar y directores de entidades descentralizadas como Corpocesar que reciben regalías, para pensar más en la planeación del gasto e invitar a que haya más cordura en la inversión con proyectos sostenibles que lleguen a un final feliz y no pase como muchos del anterior cuatrienio que quedaron a mitad de camino. El propósito ahora debe estar enfocado a contribuir realmente con el desarrollo económico del departamento.

Con este panorama económico desalentador para el Cesar, ya no hay oportunidad de equivocarse en la inversión de las regalías, que deben ser bien sembradas para que den frutos y no queden enterradas solamente en el cemento, porque los recursos que son sagrados deben inequívocamente contribuir al bienestar de las comunidades y no irse más por el embudo de la corrupción.

Esta reducción de ingresos afectará sustancialmente la financiación de proyectos para las regiones y sus entes territoriales, a través de los fondos de inversión (Fondo de Desarrollo Regional, Fondo de Compensación Regional y Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación), con una disminución de 2,86 billones, y las asignaciones directas en 582.183 millones. En el Cesar hay varios proyectos que necesitan plata de cada uno de estos fondos. ¿Qué pasará con ellos y con los proyectos de los nuevos gobiernos?