El Cesar logró cinco medallas en los Juegos Nacionales que acaban de terminar, de las que una fue de oro, tres de plata y una de bronce, en una regular presentación si se compara con las 16 ganadas hace cuatro año en Cali y San Andrés, de las que cuatro fueron de oro, 9 de plata y 3 de bronce. Esa vez ocupamos el puesto 14, ahora quedamos de 20.
El Cesar logró cinco medallas en los Juegos Nacionales que acaban de terminar, de las que una fue de oro, tres de plata y una de bronce, en una regular presentación si se compara con las 16 ganadas hace cuatro año en Cali y San Andrés, de las que cuatro fueron de oro, 9 de plata y 3 de bronce. Esa vez ocupamos el puesto 14, ahora quedamos de 20.
Para muchos, con lo hecho ahora se cumplió el objetivo si se tiene en cuenta que judo y tejo no asistieron por razones ya conocidas, disciplinas que hace cuatro años aportaron entre las dos, 11 medallas.
Cesar aprendió a ganar medallas cuando descubrió el potencial del judo y del taekwondo, es así como después de las tres únicas preseas logradas en los Juegos del año 92, pasamos a ganar 10 medallas en Bucaramanga 96, de las que tres fueron de oro, dos de plata y cinco de bronce, ya con el aporte del taekwondo, el judo y el atletismo.
De nuevo estos deportes dan dos oros, cuatro plata y ocho bronce en los juegos del 2000 y cuatro año mas tarde en las justas de Cundinamarca la suma es de dos oro, tres plata y doce bronce, para 17 medallas en total, cifra superior a la del 2008 en Cali, donde hubo 16 medallas, pero con la importancia de que en esta última, cuatro fueron de oro.
No es tiempo de llorar
Ya no es tiempo de llorar, ni de buscar culpables por los regulares resultados que se obtuvieron. Ahora lo que viene es hacer un balance de los potenciales y las debilidades que existen. El tener gente especializada en los cargos será esencial para no volver a incurrir en el error de la mala inscripción. Ahora es bueno pensar en apoyar en forma justa y equitativa a las ligas. Ya es hora de cambiar esa mentalidad de que como judo y taekwondo son los que entregan las medallas, a esos dos deportes se le invierte buena parte de los recursos, y a las otras ligas las dejan que se defiendan como puedan. “Si no se apoya a los otros deportes, como pretendemos que algún día entreguen también sus medallas”. No es posible que un jefe de delegación abandone a los deportistas, por el solo hecho de que no figuraron en la justas. Es tiempo de cambiar. Usted tiene la sartén por el mango, señorita Claudia Margarita.
El Cesar logró cinco medallas en los Juegos Nacionales que acaban de terminar, de las que una fue de oro, tres de plata y una de bronce, en una regular presentación si se compara con las 16 ganadas hace cuatro año en Cali y San Andrés, de las que cuatro fueron de oro, 9 de plata y 3 de bronce. Esa vez ocupamos el puesto 14, ahora quedamos de 20.
El Cesar logró cinco medallas en los Juegos Nacionales que acaban de terminar, de las que una fue de oro, tres de plata y una de bronce, en una regular presentación si se compara con las 16 ganadas hace cuatro año en Cali y San Andrés, de las que cuatro fueron de oro, 9 de plata y 3 de bronce. Esa vez ocupamos el puesto 14, ahora quedamos de 20.
Para muchos, con lo hecho ahora se cumplió el objetivo si se tiene en cuenta que judo y tejo no asistieron por razones ya conocidas, disciplinas que hace cuatro años aportaron entre las dos, 11 medallas.
Cesar aprendió a ganar medallas cuando descubrió el potencial del judo y del taekwondo, es así como después de las tres únicas preseas logradas en los Juegos del año 92, pasamos a ganar 10 medallas en Bucaramanga 96, de las que tres fueron de oro, dos de plata y cinco de bronce, ya con el aporte del taekwondo, el judo y el atletismo.
De nuevo estos deportes dan dos oros, cuatro plata y ocho bronce en los juegos del 2000 y cuatro año mas tarde en las justas de Cundinamarca la suma es de dos oro, tres plata y doce bronce, para 17 medallas en total, cifra superior a la del 2008 en Cali, donde hubo 16 medallas, pero con la importancia de que en esta última, cuatro fueron de oro.
No es tiempo de llorar
Ya no es tiempo de llorar, ni de buscar culpables por los regulares resultados que se obtuvieron. Ahora lo que viene es hacer un balance de los potenciales y las debilidades que existen. El tener gente especializada en los cargos será esencial para no volver a incurrir en el error de la mala inscripción. Ahora es bueno pensar en apoyar en forma justa y equitativa a las ligas. Ya es hora de cambiar esa mentalidad de que como judo y taekwondo son los que entregan las medallas, a esos dos deportes se le invierte buena parte de los recursos, y a las otras ligas las dejan que se defiendan como puedan. “Si no se apoya a los otros deportes, como pretendemos que algún día entreguen también sus medallas”. No es posible que un jefe de delegación abandone a los deportistas, por el solo hecho de que no figuraron en la justas. Es tiempo de cambiar. Usted tiene la sartén por el mango, señorita Claudia Margarita.