El contrato de la estructura de soporte y cimentación de los dos puentes que requieren, de acuerdo al secretario de Obras Municipal, ya está suscrito por un valor de $1.398.002.854. Esta semana adjudicarán la interventoría externa para la posterior legalización e inicio de obras, la cual está aforada por un valor de $97.860.206.
Los habitantes del corregimiento del Alto de La Vuelta, que queda entre Las Raíces y Badillo, viven todos los años una misma problemática: la creciente del río Seco los deja incomunicados hacia Valledupar en cada temporada invernal, lo que los obliga a pasar el afluente a pie agarrados con cuerdas, llevando a los niños entre hombros, algunos pasan con sus motocicletas apagadas, y los carros bajos deben quedarse antes del río…
Los vehículos que logran pasar son los altos como carrotanques, donde les llevan leche, o los carros que transportan agua potable o alimentos, pero con la incertidumbre de que sus motores se mojen y se queden paralizados en la mitad del río, o mucho peor aún: que la creciente suba a tal punto que ahogue a algunas personas.
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Los más afectados son los niños que muchas veces deben suspender sus clases porque las busetas que los transporta no pueden pasar por el río; así como los enfermos, mujeres embarazadas y adultos mayores, que para atravesar el afluente necesitan un tractor, que hace más intenso su padecimiento.
Para solucionar esta situación, diferentes administraciones municipales les han prometido dos puentes para transitar por los dos brazos en que se abre río Seco en esta localidad de Valledupar, pero hasta el momento solo ha quedado en el discurso y no se ha cristalizado, por lo que los afectados alzan su voz para reclamarle al mandatario Augusto Ramírez Uhía una obra que esperan desde hace mucho tiempo.
La vía que transitan normalmente se interrumpe justo en la orilla del afluente que tradicionalmente los deja pasar porque es un río de piedras, con poco caudal en época de verano, pero que en inviernos fuertes se torna caudaloso. Algunas personas del Alto de La Vuelta consideran que deben tomarse las vías de hecho para ser escuchados, sin embargo aún esperan las promesas del Gobierno municipal.
El concejal Gabriel Muvdi Aranguena recordó que hace dos años tuvieron una sesión especial en el corregimiento del Alto de La Vuelta, donde se constató que entre las principales peticiones de la comunidad estaba la construcción de los dos puentes para que la gente de esta población no quedara incomunicada con Las Raíces y Valledupar.
“Ha sido una promesa de años anteriores y nunca se ha dado. El alcalde Augusto Daniel Ramírez se comprometió con los dos puentes y el tema de agua potable, que tampoco tiene, por lo que presentó unos proyectos al Concejo donde se aprobaron recursos para los dos puentes y para el agua potable. El último ya se está contratando y están trabajando en el tema, pero el primero ha sido el más difícil”, aseguró el concejal de Valledupar.
Enfatizó: “No sabemos por qué razones se ha demorado este proceso. Es un peligro que pasen los carros por ese río crecido; ni Dios lo quiera con una creciente pasa lo mismo que ocurrió hace cinco años donde la creciente se llevó un carro que iba para el pueblo y se murieron dos muchachas. Como concejal pido celeridad en el tema, ya está bueno de tanta negligencia, y que el secretario de Obras sea más eficiente en este sentido y se comprometa en la infraestructura para colocar estos puentes que tanto se necesitan”.
De acuerdo a Muvdi Aranguena, el alcalde de Valledupar conoce de esta problemática a través de diversos oficios y reuniones con la comunidad, pero su solución solo ha quedado en promesas. “Qué tanto demora la contratación para el transporte de los puentes si nosotros como concejales aprobamos recursos de créditos para este trámite”, acotó.
Al respecto, el secretario de Obras Municipal, Juan Pablo Morón Riveira, dio a conocer que estuvieron en esta localidad el sábado 13 del presente mes atendiendo nuevamente el llamado de la comunidad, pero básicamente fue llevándole información contractual de lo que es la construcción de la estructura y cimentación de los puentes militares que va a donar el Instituto Nacional de Vías, Invias. “Les dejamos copias del contrato y del proceso de la contratación de la interventoría externa, que está en curso. Ellos saben que es una realidad y que después de 50 años dejará de ser una promesa”, enfatizó.
El contrato de la estructura de soporte y cimentación, de acuerdo al funcionario, ya está suscrito por un valor de 1.398.002.854 millones de pesos. La semana que viene adjudicarán la interventoría externa para la posterior legalización e inicio de obras, la cual está aforada por un valor de $97.860.206, para un total de cerca de 1.500 millones de pesos.
“Los puentes los va a donar Invias; son estructuras metálicas de tres metros de sesión cada uno y 5 metros de ancho. La cimentación serán unas bases en concreto para soportar la estructura metálica. La interventoría la adjudicamos esta semana, entre martes y miércoles; luego vienen unos días para la legalización, y a partir de allí ya podríamos empezar la construcción, dependiendo de cómo se dé el proceso de adjudicación de la interventoría, porque la obra ya está legalizada y contratada”, manifestó Morón Riveira.
El secretario de Obras Municipal dijo: “Les dejamos copia del contrato de la obra, que es el número 1036 de 2018, y la información del proceso de interventoría, así como el contrato de transporte de los puentes que estamos esperando del Invias”.
-Wilmer Díaz: “Cuando el río está crecido se vuelve complicado pasar en moto o en carro bajito, por lo que toca hacerlo a pie sostenidos con cuerdas, lo cual se torna peligroso cuando hay mucha corriente. Es urgente que nos pongan el puente y no expongan a la comunidad de esta manera, sobre todo a los enfermos, adultos mayores y niños”.
-José Luis Guerrero: “Cuando el río trae mucha agua tenemos que quedarnos en Las Raíces y pasar a pie, lo cual es peligroso porque la corriente puede llevarse a cualquiera. Esta situación la conocen de sobra los mandatarios, quienes nos prometen en campaña la construcción de un puente y nunca se vuelve realidad”.
-Luis Rodríguez: “Cuando el río se crece es un tormento pasar el trayecto que va a Las Raíces, vía a Valledupar, en el río Mocho, o a la vía a Badillo; muchos se exponen a hacerlo a pie, sostenidos con cuerdas, pero en cualquier momento la corriente puede hacerles pasar un susto o u percance. Los estudiantes también se ven perjudicados porque la buseta que los transporta no puede pasar el río”.
-Olivia Flórez: “No hay agua potable, por lo que nos vemos obligados a traerla de Valledupar. Cuando el río se crece se hace difícil transportar las canecas de agua; algunas personas lo hacen de a pie, poniéndolas en sus hombros, pero es una acción peligrosa. Cuando alguien se enferma en épocas de invierno sufre mucho porque la ambulancia no puede pasar y toca recurrir a tractores, lo que implica más tiempo y más angustia para el enfermo”.
-Alexander Plata: “Sufrimos porque no tenemos agua potable y el carro tanque que llega a abastecernos muchas veces no puede pasar el río. Se vuelve difícil que pasen los carros con comida porque se les apaga el motor, o que se movilicen los trabajadores que van o vienen del Alto de La Vuelta. Hay momentos en que quedamos incomunicados con Las Raíces o con Valledupar”.
-Fabio Porto: “Hace años venimos sufriendo esta problemática: cada vez que llueve quedamos incomunicados por vehículos bajos o motos, por lo que nos toca pasarlo a pie. Antier estaba bastante crecido, y era un peligro pasar por ahí. Se nos dificulta ir a Valledupar a hacer mercado o comprar medicamentos. El alcalde nos prometió hace rato un puente y nada”.
-Jorge Martínez: “Desde el sábado estamos aislados, paralizándose las labores del campo, volviéndose difícil transportar alimentos o personas que necesitan ir a un centro de salud o a hacer sus diligencias a Valledupar. Muchas veces las motos o carros que se arriesgan a pasar se les moja el motor y se dañan. Todos los años se repite esta historia”.
-José Alberto Cabana: “Tengo 18 años de estar transportando pasajeros desde Valledupar hasta el Alto de La Vuelta y siempre hemos luchado con las crecientes del río. El Gobierno cuando hay elecciones promete mil cosas como los puentes, pero al final solo se vuelven mentiras. En el pueblo hay niños con gripa, embarazadas o viejitos y no han podido hacerse sus tratamientos por la dificultad en el transporte”.
El contrato de la estructura de soporte y cimentación de los dos puentes que requieren, de acuerdo al secretario de Obras Municipal, ya está suscrito por un valor de $1.398.002.854. Esta semana adjudicarán la interventoría externa para la posterior legalización e inicio de obras, la cual está aforada por un valor de $97.860.206.
Los habitantes del corregimiento del Alto de La Vuelta, que queda entre Las Raíces y Badillo, viven todos los años una misma problemática: la creciente del río Seco los deja incomunicados hacia Valledupar en cada temporada invernal, lo que los obliga a pasar el afluente a pie agarrados con cuerdas, llevando a los niños entre hombros, algunos pasan con sus motocicletas apagadas, y los carros bajos deben quedarse antes del río…
Los vehículos que logran pasar son los altos como carrotanques, donde les llevan leche, o los carros que transportan agua potable o alimentos, pero con la incertidumbre de que sus motores se mojen y se queden paralizados en la mitad del río, o mucho peor aún: que la creciente suba a tal punto que ahogue a algunas personas.
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Los más afectados son los niños que muchas veces deben suspender sus clases porque las busetas que los transporta no pueden pasar por el río; así como los enfermos, mujeres embarazadas y adultos mayores, que para atravesar el afluente necesitan un tractor, que hace más intenso su padecimiento.
Para solucionar esta situación, diferentes administraciones municipales les han prometido dos puentes para transitar por los dos brazos en que se abre río Seco en esta localidad de Valledupar, pero hasta el momento solo ha quedado en el discurso y no se ha cristalizado, por lo que los afectados alzan su voz para reclamarle al mandatario Augusto Ramírez Uhía una obra que esperan desde hace mucho tiempo.
La vía que transitan normalmente se interrumpe justo en la orilla del afluente que tradicionalmente los deja pasar porque es un río de piedras, con poco caudal en época de verano, pero que en inviernos fuertes se torna caudaloso. Algunas personas del Alto de La Vuelta consideran que deben tomarse las vías de hecho para ser escuchados, sin embargo aún esperan las promesas del Gobierno municipal.
El concejal Gabriel Muvdi Aranguena recordó que hace dos años tuvieron una sesión especial en el corregimiento del Alto de La Vuelta, donde se constató que entre las principales peticiones de la comunidad estaba la construcción de los dos puentes para que la gente de esta población no quedara incomunicada con Las Raíces y Valledupar.
“Ha sido una promesa de años anteriores y nunca se ha dado. El alcalde Augusto Daniel Ramírez se comprometió con los dos puentes y el tema de agua potable, que tampoco tiene, por lo que presentó unos proyectos al Concejo donde se aprobaron recursos para los dos puentes y para el agua potable. El último ya se está contratando y están trabajando en el tema, pero el primero ha sido el más difícil”, aseguró el concejal de Valledupar.
Enfatizó: “No sabemos por qué razones se ha demorado este proceso. Es un peligro que pasen los carros por ese río crecido; ni Dios lo quiera con una creciente pasa lo mismo que ocurrió hace cinco años donde la creciente se llevó un carro que iba para el pueblo y se murieron dos muchachas. Como concejal pido celeridad en el tema, ya está bueno de tanta negligencia, y que el secretario de Obras sea más eficiente en este sentido y se comprometa en la infraestructura para colocar estos puentes que tanto se necesitan”.
De acuerdo a Muvdi Aranguena, el alcalde de Valledupar conoce de esta problemática a través de diversos oficios y reuniones con la comunidad, pero su solución solo ha quedado en promesas. “Qué tanto demora la contratación para el transporte de los puentes si nosotros como concejales aprobamos recursos de créditos para este trámite”, acotó.
Al respecto, el secretario de Obras Municipal, Juan Pablo Morón Riveira, dio a conocer que estuvieron en esta localidad el sábado 13 del presente mes atendiendo nuevamente el llamado de la comunidad, pero básicamente fue llevándole información contractual de lo que es la construcción de la estructura y cimentación de los puentes militares que va a donar el Instituto Nacional de Vías, Invias. “Les dejamos copias del contrato y del proceso de la contratación de la interventoría externa, que está en curso. Ellos saben que es una realidad y que después de 50 años dejará de ser una promesa”, enfatizó.
El contrato de la estructura de soporte y cimentación, de acuerdo al funcionario, ya está suscrito por un valor de 1.398.002.854 millones de pesos. La semana que viene adjudicarán la interventoría externa para la posterior legalización e inicio de obras, la cual está aforada por un valor de $97.860.206, para un total de cerca de 1.500 millones de pesos.
“Los puentes los va a donar Invias; son estructuras metálicas de tres metros de sesión cada uno y 5 metros de ancho. La cimentación serán unas bases en concreto para soportar la estructura metálica. La interventoría la adjudicamos esta semana, entre martes y miércoles; luego vienen unos días para la legalización, y a partir de allí ya podríamos empezar la construcción, dependiendo de cómo se dé el proceso de adjudicación de la interventoría, porque la obra ya está legalizada y contratada”, manifestó Morón Riveira.
El secretario de Obras Municipal dijo: “Les dejamos copia del contrato de la obra, que es el número 1036 de 2018, y la información del proceso de interventoría, así como el contrato de transporte de los puentes que estamos esperando del Invias”.
-Wilmer Díaz: “Cuando el río está crecido se vuelve complicado pasar en moto o en carro bajito, por lo que toca hacerlo a pie sostenidos con cuerdas, lo cual se torna peligroso cuando hay mucha corriente. Es urgente que nos pongan el puente y no expongan a la comunidad de esta manera, sobre todo a los enfermos, adultos mayores y niños”.
-José Luis Guerrero: “Cuando el río trae mucha agua tenemos que quedarnos en Las Raíces y pasar a pie, lo cual es peligroso porque la corriente puede llevarse a cualquiera. Esta situación la conocen de sobra los mandatarios, quienes nos prometen en campaña la construcción de un puente y nunca se vuelve realidad”.
-Luis Rodríguez: “Cuando el río se crece es un tormento pasar el trayecto que va a Las Raíces, vía a Valledupar, en el río Mocho, o a la vía a Badillo; muchos se exponen a hacerlo a pie, sostenidos con cuerdas, pero en cualquier momento la corriente puede hacerles pasar un susto o u percance. Los estudiantes también se ven perjudicados porque la buseta que los transporta no puede pasar el río”.
-Olivia Flórez: “No hay agua potable, por lo que nos vemos obligados a traerla de Valledupar. Cuando el río se crece se hace difícil transportar las canecas de agua; algunas personas lo hacen de a pie, poniéndolas en sus hombros, pero es una acción peligrosa. Cuando alguien se enferma en épocas de invierno sufre mucho porque la ambulancia no puede pasar y toca recurrir a tractores, lo que implica más tiempo y más angustia para el enfermo”.
-Alexander Plata: “Sufrimos porque no tenemos agua potable y el carro tanque que llega a abastecernos muchas veces no puede pasar el río. Se vuelve difícil que pasen los carros con comida porque se les apaga el motor, o que se movilicen los trabajadores que van o vienen del Alto de La Vuelta. Hay momentos en que quedamos incomunicados con Las Raíces o con Valledupar”.
-Fabio Porto: “Hace años venimos sufriendo esta problemática: cada vez que llueve quedamos incomunicados por vehículos bajos o motos, por lo que nos toca pasarlo a pie. Antier estaba bastante crecido, y era un peligro pasar por ahí. Se nos dificulta ir a Valledupar a hacer mercado o comprar medicamentos. El alcalde nos prometió hace rato un puente y nada”.
-Jorge Martínez: “Desde el sábado estamos aislados, paralizándose las labores del campo, volviéndose difícil transportar alimentos o personas que necesitan ir a un centro de salud o a hacer sus diligencias a Valledupar. Muchas veces las motos o carros que se arriesgan a pasar se les moja el motor y se dañan. Todos los años se repite esta historia”.
-José Alberto Cabana: “Tengo 18 años de estar transportando pasajeros desde Valledupar hasta el Alto de La Vuelta y siempre hemos luchado con las crecientes del río. El Gobierno cuando hay elecciones promete mil cosas como los puentes, pero al final solo se vuelven mentiras. En el pueblo hay niños con gripa, embarazadas o viejitos y no han podido hacerse sus tratamientos por la dificultad en el transporte”.