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Columnista - 28 diciembre, 2015

Aires decembrinos

La variedad de canciones navideñas que suenan por estos días en las radios estaciones del país y formatos de última tecnología, sensibilizan el estado de ánimo de los escuchas. Cuando estas melodías suenan, hay un cambio de actitud el oyente; se torna solidario, mejora su estado de ánimo, y la relación interpersonal, inmediatamente evocan épocas […]

La variedad de canciones navideñas que suenan por estos días en las radios estaciones del país y formatos de última tecnología, sensibilizan el estado de ánimo de los escuchas. Cuando estas melodías suenan, hay un cambio de actitud el oyente; se torna solidario, mejora su estado de ánimo, y la relación interpersonal, inmediatamente evocan épocas postreras. Estos cantos despiertan el espíritu navideño, que debería perdurar por siempre, para que fuésemos mejores personas y un mejor país.

El primer villancico vallenato en el disco, fue grabado en los años 40, por el ”Jilguero de la Sierra Nevada”, Guillermo Buitrago, cantor y guitarrista, cienaguero exitoso, quien murió joven, a los 29 años. Esta canción, ”Regalito de Navidad”, es del maestro Escalona, siempre Escalona, para que no haya dudas de la importancia y protagonismo de este personaje como compositor, promotor y difusor de la música vallenata, quien le pide al niño Dios, que su amada le dé un muñeco de carne y hueso, que diga papá y mamá.

Para esa época se conoció también un canto, de Tobías Pumarejo, quien le entregó, la canción ”El Año Nuevo”, nombre original de ”La Víspera de Año Nuevo”, al intérprete Guillermo Buitrago, en la esquina del ”Rey de los bares” en Valledupar, de Marcelo Calderón. La parrandearon durante varios días en el Hotel América, de la Paz-Cesar, y hacían parte de esa comitiva, Eloy Quintero, papá de Clemente Quintero.

En esta vivencia, relata amoríos furtivos con una cimbreante campesina de 15 años, Doris del Castillo, se la llevó de su parcela, el 31 de diciembre para la finca ”Cuatro bocas”; región Sabanas del Diluvio, propiedad del compositor. Este idilio se consumó ardorosamente el primer día del año nuevo, canto paradójicamente que no nace el año viejo, si en los albores de enero, al cantarle la canción para reconquistar a su morena, que tan prematuramente había dejado, por la bendita manía de ir siempre en busca de nuevas aventuras amorosas.

Pumarejo, dijo que la totalidad de los versos no fueron grabados, debido que el tiempo de duración de una canción en un disco no se lo permitía. Estos son algunos versos inéditos:

”Primera noche de enero yo me felicite bien
Ella dijo vámonos ligero yo te quiero complacer
Yo quiero gozarte y que tú me goces, Feliz año nuevo para los dos
Yo quiero gozarte y que tú me goces, feliz año nuevo y viva Dios
Bonitas son las sabanas de del Diluvio y Camperucho
Sabanas privilegiadas por eso las quiero mucho
Yo les digo a mis amigos muchachos gocen la vida
Si la muerte a mí me llama le digo déjame gozar, amiga”

La región de Valledupar, la más musical de Colombia, con talentos para hacer una canción a cualquier circunstancia, tuvo un largo ayuno musical navideño, no conocemos canciones navideñas de Alejo Durán, Luis Enrique Martínez, Abel Antonio Villa, Pacho Rada, Juan Polo, Emiliano Zuleta y otros.

Este vacío fue cubierto por artistas de otras procedencias, boleros, rancheras, tangos, baladas, orquestas venezolanas, sabaneras, barranquilleras, cubanas y puertorriqueñas.

Columnista
28 diciembre, 2015

Aires decembrinos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Celso Guerra Gutiérrez

La variedad de canciones navideñas que suenan por estos días en las radios estaciones del país y formatos de última tecnología, sensibilizan el estado de ánimo de los escuchas. Cuando estas melodías suenan, hay un cambio de actitud el oyente; se torna solidario, mejora su estado de ánimo, y la relación interpersonal, inmediatamente evocan épocas […]


La variedad de canciones navideñas que suenan por estos días en las radios estaciones del país y formatos de última tecnología, sensibilizan el estado de ánimo de los escuchas. Cuando estas melodías suenan, hay un cambio de actitud el oyente; se torna solidario, mejora su estado de ánimo, y la relación interpersonal, inmediatamente evocan épocas postreras. Estos cantos despiertan el espíritu navideño, que debería perdurar por siempre, para que fuésemos mejores personas y un mejor país.

El primer villancico vallenato en el disco, fue grabado en los años 40, por el ”Jilguero de la Sierra Nevada”, Guillermo Buitrago, cantor y guitarrista, cienaguero exitoso, quien murió joven, a los 29 años. Esta canción, ”Regalito de Navidad”, es del maestro Escalona, siempre Escalona, para que no haya dudas de la importancia y protagonismo de este personaje como compositor, promotor y difusor de la música vallenata, quien le pide al niño Dios, que su amada le dé un muñeco de carne y hueso, que diga papá y mamá.

Para esa época se conoció también un canto, de Tobías Pumarejo, quien le entregó, la canción ”El Año Nuevo”, nombre original de ”La Víspera de Año Nuevo”, al intérprete Guillermo Buitrago, en la esquina del ”Rey de los bares” en Valledupar, de Marcelo Calderón. La parrandearon durante varios días en el Hotel América, de la Paz-Cesar, y hacían parte de esa comitiva, Eloy Quintero, papá de Clemente Quintero.

En esta vivencia, relata amoríos furtivos con una cimbreante campesina de 15 años, Doris del Castillo, se la llevó de su parcela, el 31 de diciembre para la finca ”Cuatro bocas”; región Sabanas del Diluvio, propiedad del compositor. Este idilio se consumó ardorosamente el primer día del año nuevo, canto paradójicamente que no nace el año viejo, si en los albores de enero, al cantarle la canción para reconquistar a su morena, que tan prematuramente había dejado, por la bendita manía de ir siempre en busca de nuevas aventuras amorosas.

Pumarejo, dijo que la totalidad de los versos no fueron grabados, debido que el tiempo de duración de una canción en un disco no se lo permitía. Estos son algunos versos inéditos:

”Primera noche de enero yo me felicite bien
Ella dijo vámonos ligero yo te quiero complacer
Yo quiero gozarte y que tú me goces, Feliz año nuevo para los dos
Yo quiero gozarte y que tú me goces, feliz año nuevo y viva Dios
Bonitas son las sabanas de del Diluvio y Camperucho
Sabanas privilegiadas por eso las quiero mucho
Yo les digo a mis amigos muchachos gocen la vida
Si la muerte a mí me llama le digo déjame gozar, amiga”

La región de Valledupar, la más musical de Colombia, con talentos para hacer una canción a cualquier circunstancia, tuvo un largo ayuno musical navideño, no conocemos canciones navideñas de Alejo Durán, Luis Enrique Martínez, Abel Antonio Villa, Pacho Rada, Juan Polo, Emiliano Zuleta y otros.

Este vacío fue cubierto por artistas de otras procedencias, boleros, rancheras, tangos, baladas, orquestas venezolanas, sabaneras, barranquilleras, cubanas y puertorriqueñas.