Que cada quien haga su agosto. Y claro los vallenatos no podemos quedarnos retrasados. Un ensayo de Vargas Llosa, La civilización del espectáculo, puede darnos luces, volver a leer “Las travesuras de la niña mala” del mismo autor es siempre bienvenida en temas de entretención. Hace algún tiempo no tenemos noticias reales, todas nos parecen […]
Que cada quien haga su agosto. Y claro los vallenatos no podemos quedarnos retrasados. Un ensayo de Vargas Llosa, La civilización del espectáculo, puede darnos luces, volver a leer “Las travesuras de la niña mala” del mismo autor es siempre bienvenida en temas de entretención.
Hace algún tiempo no tenemos noticias reales, todas nos parecen vanidades y pendejadas, las únicas realidades son de dolor e impotencia pero de eso tratarán otros columnistas. En la cosa nacional ya olvidamos el caso Santrich y Uribito, eso parece del siglo pasado, nos sorprende si es que aún nos sorprendemos, que uno de los chachos del cartel de la toga, Francisco José Ricaurte, sale libre por vencimiento de términos, frase que parece más de cartel que de justicia. Lo demás ya lo veremos, pura tontería, entretenimiento banal, pocas cosas rescatables y cuando existen los espectadores están ahí pero no saben por qué ni para qué.
Noticias como El cierre de un templo a Lucifer en el Quindío, resultados del festival Petronio, cifras del Festival de La Quinta, la aclaración que Ana Del Castillo que no llegó borracha ni está embarazada, la elección sorpresa del director de los Juegos Bolivarianos, una gripa que afecta al cantante Mono Zabaleta y una afección a otro cantante del grupo Kvrass, nos tienen pegados al celular. Ni siquiera la llamada de atención de la Contraloría General sobre el retraso de la obra “La casa en el aire” es noticia, pero el run run del contratista de la obra con el “Coimero oficial” del municipio, incluso cuando pararon la obra sin aparente causa, es hecho olvidado. Mejor dicho, como decía el maestro Calixto Ochoa, ya no sale un Hit.
Regresando al ensayo de Vargas Llosa en definiciones sobre la cultura, la entretención de masas, como el deporte, la gastronomía y la música popular como titulares de la gran prensa, es un caso vivo y actual. Cosas como alargues deportivos, Master chef y Yo me llamo tal están en la pantalla y la radio, casi para idiotizarnos más, o para entretenernos, da igual.Posiblemente la audiencia entre los senadores Cepeda y Uribe por la indagatoria en la Corte de éste último sea nuestra novela de temporada.
Terminado el festival Petronio en el Pacifico colombiano nos preparamos para El Mono Núñez 2020 en Florida, Valle, o de pronto con un librito próximo a salir sobre el costoso y vanidosos papel de las primeras damas del país preparado por unas periodistas bogotanas, llenarán librerías, ejemplos como el de Angélica Rivera de Peña Nieto o Lucia Hiriart de Pinochet son clásicos. Una pasadita por las primeras damas de las regiones debe ser un bestseller, para el caso vallenato, puede ser otra bionovela, como les dicen hoy. Me gustaría ser libretista, para reírme por horas y horas.
Finamente dice La civilización del espectáculo, que la literatura será entretención en metros y autobuses, menos mal que nosotros carecemos de estos medios de transporte, solo mototaxismo. Ya no se alquilan balcones, ahora es toda la plaza. Menos mal que al artista local Wilfran Castillo aceptó cantar el Himno nacional para los juegos dentro de dos años. Avanzamos, no todo puede ser tristeza. Nos vemos por La ruta Escalona custodiados por La policía metropolitana.
Que cada quien haga su agosto. Y claro los vallenatos no podemos quedarnos retrasados. Un ensayo de Vargas Llosa, La civilización del espectáculo, puede darnos luces, volver a leer “Las travesuras de la niña mala” del mismo autor es siempre bienvenida en temas de entretención. Hace algún tiempo no tenemos noticias reales, todas nos parecen […]
Que cada quien haga su agosto. Y claro los vallenatos no podemos quedarnos retrasados. Un ensayo de Vargas Llosa, La civilización del espectáculo, puede darnos luces, volver a leer “Las travesuras de la niña mala” del mismo autor es siempre bienvenida en temas de entretención.
Hace algún tiempo no tenemos noticias reales, todas nos parecen vanidades y pendejadas, las únicas realidades son de dolor e impotencia pero de eso tratarán otros columnistas. En la cosa nacional ya olvidamos el caso Santrich y Uribito, eso parece del siglo pasado, nos sorprende si es que aún nos sorprendemos, que uno de los chachos del cartel de la toga, Francisco José Ricaurte, sale libre por vencimiento de términos, frase que parece más de cartel que de justicia. Lo demás ya lo veremos, pura tontería, entretenimiento banal, pocas cosas rescatables y cuando existen los espectadores están ahí pero no saben por qué ni para qué.
Noticias como El cierre de un templo a Lucifer en el Quindío, resultados del festival Petronio, cifras del Festival de La Quinta, la aclaración que Ana Del Castillo que no llegó borracha ni está embarazada, la elección sorpresa del director de los Juegos Bolivarianos, una gripa que afecta al cantante Mono Zabaleta y una afección a otro cantante del grupo Kvrass, nos tienen pegados al celular. Ni siquiera la llamada de atención de la Contraloría General sobre el retraso de la obra “La casa en el aire” es noticia, pero el run run del contratista de la obra con el “Coimero oficial” del municipio, incluso cuando pararon la obra sin aparente causa, es hecho olvidado. Mejor dicho, como decía el maestro Calixto Ochoa, ya no sale un Hit.
Regresando al ensayo de Vargas Llosa en definiciones sobre la cultura, la entretención de masas, como el deporte, la gastronomía y la música popular como titulares de la gran prensa, es un caso vivo y actual. Cosas como alargues deportivos, Master chef y Yo me llamo tal están en la pantalla y la radio, casi para idiotizarnos más, o para entretenernos, da igual.Posiblemente la audiencia entre los senadores Cepeda y Uribe por la indagatoria en la Corte de éste último sea nuestra novela de temporada.
Terminado el festival Petronio en el Pacifico colombiano nos preparamos para El Mono Núñez 2020 en Florida, Valle, o de pronto con un librito próximo a salir sobre el costoso y vanidosos papel de las primeras damas del país preparado por unas periodistas bogotanas, llenarán librerías, ejemplos como el de Angélica Rivera de Peña Nieto o Lucia Hiriart de Pinochet son clásicos. Una pasadita por las primeras damas de las regiones debe ser un bestseller, para el caso vallenato, puede ser otra bionovela, como les dicen hoy. Me gustaría ser libretista, para reírme por horas y horas.
Finamente dice La civilización del espectáculo, que la literatura será entretención en metros y autobuses, menos mal que nosotros carecemos de estos medios de transporte, solo mototaxismo. Ya no se alquilan balcones, ahora es toda la plaza. Menos mal que al artista local Wilfran Castillo aceptó cantar el Himno nacional para los juegos dentro de dos años. Avanzamos, no todo puede ser tristeza. Nos vemos por La ruta Escalona custodiados por La policía metropolitana.