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Editorial - 7 septiembre, 2013

Afrodescendientes merecen un espacio incluyente

A propósito del Primer Encuentro Intercultural Afrodescendiente que se realizará a partir de hoy en Valledupar, EL PILÓN llama la atención de las autoridades municipales para que estos espacios sean incluyentes y no quede un ambiente de exclusión cuando de convocar a estas jornadas se trata.

A propósito del Primer Encuentro Intercultural Afrodescendiente que se realizará a partir de hoy en Valledupar, EL PILÓN llama la atención de las autoridades municipales para que estos espacios sean incluyentes y no quede un ambiente de exclusión cuando de convocar a estas jornadas se trata.

Este encuentro que busca el fortalecimiento cultural y organizativo de la comunidad afrodescendiente, tiene el reto de integrar a los ocho consejos comunitarios del municipio de Valledupar, que de manera organizada han desarrollado un trabajo serio en busca de reivindicar sus derechos.

Badillo, Valencia de Jesús, Guacoche, Guaymaral, Caracolí, Guacochito, El Alto de la Vuelta, El Perro y Los Venados, son los corregimientos que tienen procesos organizativos adelantados.

Con esta jornada, que además tendrá una connotación especial, aunque un poco atrasada, como es la de conmemorar el Día Nacional de la Afrocolombianidad, establecida para todos los 21 de mayo, se espera integrar a las personas que hacen parte de dichos consejos comunitarios para analizar temas de interés, como el racismo en la época actual.

Más allá de integrar y de analizar temas oportunos como los planteados en las agendas para los tres días del encuentro, los afrodescendientes tienen claro qué necesitan.

EL PILÓN se convierte en su voz y lo hace público. Ellos necesitan mayor socialización de las políticas públicas, tal como lo establece el Decreto 1745 de 1995 y el Acuerdo respectivo del municipio de Valledupar.

La queja reiterada de los miembros de los Consejos Comunitarios es que no todos conocen qué hacen estos Consejos y qué beneficios traen para las comunidades y familias.

Igualmente, esperan que los delegados ante las comisiones nacionales, departamentales y municipales, socialicen cómo van los procesos que buscan fortalecer las política educativas, culturales, económicas y sociales de esta población.

Es una ventaja que en representación del Cesar haya un delegado en la directiva nacional de afrodescendientes, por lo cual se espera una mayor dinámica comunicativa entre ellos.

Los Consejos Comunitarios son espacios autónomos de las comunidades afrocolombianas, palenqueras y raizales, que se pueden encontrar en las ciudades y en el campo.

Según el Ministerio de Cultura, esta estructura organizativa refleja la capacidad que los afrodescendientes han tenido de sostener sus palenques históricos y la posibilidad de convertirlos en escenarios de sustento cultural para la conservación de sus tradiciones históricas alrededor de la medicina tradicional, las danzas, la lengua, la música, el canto, la justicia propia y la espiritualidad como expresiones de resistencia histórica y contemporánea frente a las difíciles condiciones que poseen estos territorios en materia de saneamiento básico, la insatisfacción de las necesidades básicas, la pobreza generalizada y la intervención de agentes externos que han generado violencia y desplazamiento forzado.

Editorial
7 septiembre, 2013

Afrodescendientes merecen un espacio incluyente

A propósito del Primer Encuentro Intercultural Afrodescendiente que se realizará a partir de hoy en Valledupar, EL PILÓN llama la atención de las autoridades municipales para que estos espacios sean incluyentes y no quede un ambiente de exclusión cuando de convocar a estas jornadas se trata.


A propósito del Primer Encuentro Intercultural Afrodescendiente que se realizará a partir de hoy en Valledupar, EL PILÓN llama la atención de las autoridades municipales para que estos espacios sean incluyentes y no quede un ambiente de exclusión cuando de convocar a estas jornadas se trata.

Este encuentro que busca el fortalecimiento cultural y organizativo de la comunidad afrodescendiente, tiene el reto de integrar a los ocho consejos comunitarios del municipio de Valledupar, que de manera organizada han desarrollado un trabajo serio en busca de reivindicar sus derechos.

Badillo, Valencia de Jesús, Guacoche, Guaymaral, Caracolí, Guacochito, El Alto de la Vuelta, El Perro y Los Venados, son los corregimientos que tienen procesos organizativos adelantados.

Con esta jornada, que además tendrá una connotación especial, aunque un poco atrasada, como es la de conmemorar el Día Nacional de la Afrocolombianidad, establecida para todos los 21 de mayo, se espera integrar a las personas que hacen parte de dichos consejos comunitarios para analizar temas de interés, como el racismo en la época actual.

Más allá de integrar y de analizar temas oportunos como los planteados en las agendas para los tres días del encuentro, los afrodescendientes tienen claro qué necesitan.

EL PILÓN se convierte en su voz y lo hace público. Ellos necesitan mayor socialización de las políticas públicas, tal como lo establece el Decreto 1745 de 1995 y el Acuerdo respectivo del municipio de Valledupar.

La queja reiterada de los miembros de los Consejos Comunitarios es que no todos conocen qué hacen estos Consejos y qué beneficios traen para las comunidades y familias.

Igualmente, esperan que los delegados ante las comisiones nacionales, departamentales y municipales, socialicen cómo van los procesos que buscan fortalecer las política educativas, culturales, económicas y sociales de esta población.

Es una ventaja que en representación del Cesar haya un delegado en la directiva nacional de afrodescendientes, por lo cual se espera una mayor dinámica comunicativa entre ellos.

Los Consejos Comunitarios son espacios autónomos de las comunidades afrocolombianas, palenqueras y raizales, que se pueden encontrar en las ciudades y en el campo.

Según el Ministerio de Cultura, esta estructura organizativa refleja la capacidad que los afrodescendientes han tenido de sostener sus palenques históricos y la posibilidad de convertirlos en escenarios de sustento cultural para la conservación de sus tradiciones históricas alrededor de la medicina tradicional, las danzas, la lengua, la música, el canto, la justicia propia y la espiritualidad como expresiones de resistencia histórica y contemporánea frente a las difíciles condiciones que poseen estos territorios en materia de saneamiento básico, la insatisfacción de las necesidades básicas, la pobreza generalizada y la intervención de agentes externos que han generado violencia y desplazamiento forzado.