Esperamos que el Gobierno Nacional, el Ministerio de Transporte y la Aeronáutica Civil hagan seguimiento estricto al concesionario, el consorcio Aeropuertos de Oriente SAS, y si es del caso haga las modificaciones y acuerdos para mejorar los servicios.

Poblaciones del Sur de Bolívar, como Morales, de la región de Plato, desde Curumaní en el Cesar hasta Barrancas en La Guajira, también se sirven del aeropuerto de Valledupar.

Lo que había 10 años atrás, se ha multiplicado. Hubo periodos de solo un vuelo diario de Avianca, compartido con Riohacha. Las tarifas se fueron incrementando y se hacía imposible salir o llegar a la ciudad. Carísimas aun más fueron en la época en que las carreteras eran peores y la inseguridad generaba temor. Hoy tenemos por lo menos 3 rutas diarias de Avianca y una de Lan, la multinacional latinoamericana que adquirió a Aires. Opera Easyfly, en la ruta regional a Barranquilla, y la Aeronáutica ha autorizado la ruta directa a Medellín de la aerolínea de bajo costo Viva Colombia; esperamos que en el mes de abril este vuelo se haga realidad y los vallenatos vuelvan a descubrir esa ciudad, que hoy es referencia internacional de la alianza gobierno, empresa, academia. No se pudo lograr la ruta aérea con Maracaibo que en solo 35 minutos nos trasladaría a Venezuela, se aduce que se requiere hacer inmigración por parte de la DIAN y el DAS.

Hay que revisar el alcance del contrato con el concesionario, y también actualizarlo ya que de 50.000 pasajeros anuales, estamos, como lo dijo EL PILÓN de antier, a niveles de 300.000. ¡Hubo un incremento del 34% del 2010 al 2011! En el 2012 se hicieron algunas mejoras pero fueron de una palpable insuficiencia.

Baños para viajeros en salas de espera y de recibo de equipajes lamentables, mala señalización, espacios incómodos, amoblamiento inadecuado, counters fatales, climatización precaria, hacen del Aeropuerto un lugar deprimente, congestionado y totalmente desbalanceado con el crecimiento de la ciudad, de la región, con las perspectivas de proyectar la ciudad a inversionistas, y con el ascenso de muchos sectores de la población que han accedido a viajar por avión. En parte porque han aumentado los ingresos los sectores medios, asociados a la minería y a la construcción, por los viajeros de servicios que esas actividades demandan y por la competencia de las aerolíneas, lo que ha permitido tarifas menos costosas.

Sin entrar en las fuertes exigencias de la seguridad aérea, que demandan una investigación especial, que están bajo la supervisión de la Aeronáutica, llamamos la atención sobre el mantenimiento de las vías de acceso, y la conveniencia de construir en el entorno vías alternas, colectores de aguas lluvias, andenes, entre otros, para que el buen propósito del Alcalde de abrirle vías al progreso no se quede, como el edificio del aeropuerto, en el aire.