El caucho cartagenero, algarrobillo, ceiba y roble son ejemplos de especies vegetales que no deben estar en espacios urbanos, así como se perciben en algunos separadores de Valledupar.
Especies no adecuadas para estar en la ciudad por necesitar mucho espacio para crecer se perciben en algunas zonas públicas de Valledupar, representando, según expertos, un peligro para la comunidad.
Así lo dio a conocer el ingeniero agrónomo Ciro Castro, en el marco de la Mesa del Árbol que nació de un foro realizado por EL PILÓN.
“Valledupar cuenta con 86 mil árboles en el espacio público, de los cuales existen algunas especies no adecuadas para estar en la ciudad. Por ejemplo, en la avenida Simón Bolívar y en la calle 44 hay árboles muy frondosos como el caucho cartagenero y los algarrobillos, que necesitan mucho espacio para crecer. Están reducidos en un bulevar muy angosto, que no es adecuado y por eso están enfermos, sumado a que cuando hicieron la avenida intervinieron las raíces y estos necesitan raíces muy amplias para poder sostenerse. Eso es como si una persona de 1.80 metros usara zapatos 32, seguramente se va a caer; así pasa con los árboles que necesitan su base, que son las raíces, para sostenerse”, sustentó.
Lee: El riesgo al que están sometidos los árboles en Valledupar
Al respecto, el especialista reflexionó que la ciudad necesita un plan de acción y una oficina del árbol para reglamentar estas situaciones y ubicar los árboles en lugares exactos, no como muchos que están en el lugar equivocado, afectando los árboles y a la ciudadanía, puesto que pueden convertirse en enemigos para el hombre, argumentando que “al no poder sostenerse se van a caer, dañan la casa u ocurre lo peor: la muerte de las personas si les llegara a caer”.
Para Castro es urgente reglamentar, marcar distancia y definir especies adecuadas para la ciudad como nativas y exóticas, que se han adaptado a la ciudad, como mamón cotoprix, mamón común, maíz tostao y olivo santo; así como el mango, una especie exótica que viene de la India.
El asesor de Planeación, Robert Martínez Murgas, en el marco de esta Mesa del Árbol manifestó que tienen un intercambio permanente con la comunidad a través de las salidas u oficios que llegan por derechos de petición u organismos o entidades de control y judiciales.
Lee: Una riqueza natural que puede ser un problema
“Nos piden permanentemente que hagamos intervención de algunos árboles que se encuentran en la ciudad, como algarrobillos y ceibas. Frente a ese tema mandamos a los funcionarios de la oficina agroindustrial; por lo general son problemas por árboles que no son urbanos, que no deben estar dentro de la ciudad, que por sus características son para estar espacios rurales, donde no hay un flujo permanente de personas”, dijo.
Por: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
[email protected]
El caucho cartagenero, algarrobillo, ceiba y roble son ejemplos de especies vegetales que no deben estar en espacios urbanos, así como se perciben en algunos separadores de Valledupar.
Especies no adecuadas para estar en la ciudad por necesitar mucho espacio para crecer se perciben en algunas zonas públicas de Valledupar, representando, según expertos, un peligro para la comunidad.
Así lo dio a conocer el ingeniero agrónomo Ciro Castro, en el marco de la Mesa del Árbol que nació de un foro realizado por EL PILÓN.
“Valledupar cuenta con 86 mil árboles en el espacio público, de los cuales existen algunas especies no adecuadas para estar en la ciudad. Por ejemplo, en la avenida Simón Bolívar y en la calle 44 hay árboles muy frondosos como el caucho cartagenero y los algarrobillos, que necesitan mucho espacio para crecer. Están reducidos en un bulevar muy angosto, que no es adecuado y por eso están enfermos, sumado a que cuando hicieron la avenida intervinieron las raíces y estos necesitan raíces muy amplias para poder sostenerse. Eso es como si una persona de 1.80 metros usara zapatos 32, seguramente se va a caer; así pasa con los árboles que necesitan su base, que son las raíces, para sostenerse”, sustentó.
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Al respecto, el especialista reflexionó que la ciudad necesita un plan de acción y una oficina del árbol para reglamentar estas situaciones y ubicar los árboles en lugares exactos, no como muchos que están en el lugar equivocado, afectando los árboles y a la ciudadanía, puesto que pueden convertirse en enemigos para el hombre, argumentando que “al no poder sostenerse se van a caer, dañan la casa u ocurre lo peor: la muerte de las personas si les llegara a caer”.
Para Castro es urgente reglamentar, marcar distancia y definir especies adecuadas para la ciudad como nativas y exóticas, que se han adaptado a la ciudad, como mamón cotoprix, mamón común, maíz tostao y olivo santo; así como el mango, una especie exótica que viene de la India.
El asesor de Planeación, Robert Martínez Murgas, en el marco de esta Mesa del Árbol manifestó que tienen un intercambio permanente con la comunidad a través de las salidas u oficios que llegan por derechos de petición u organismos o entidades de control y judiciales.
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“Nos piden permanentemente que hagamos intervención de algunos árboles que se encuentran en la ciudad, como algarrobillos y ceibas. Frente a ese tema mandamos a los funcionarios de la oficina agroindustrial; por lo general son problemas por árboles que no son urbanos, que no deben estar dentro de la ciudad, que por sus características son para estar espacios rurales, donde no hay un flujo permanente de personas”, dijo.
Por: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
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