Alrededor de cien mujeres egresadas de la institución se encargaron de crear la obra en la que plasmaron sus recuerdos, sus sueños y enviaron un mensaje de equidad a la comunidad vallenata.
Con la idea de dejar una huella en la institución que las formó durante los primeros años de vida, alrededor de cien mujeres se reunieron durante 40 días para plasmar en un mural los recuerdos de infancia y traer a la memoria las épocas vividas durante los años de escolaridad en el colegio La Sagrada Familia de Valledupar, al cual bautizaron como ‘ADN de los años maravillosos’, en el que evocan su anhelo de volver al lugar que las vio crecer.
“Es una fecha que nos permite evocar nuestro patrimonio espiritual, San Francisco, Luis Amigó, y la tradición de Hermanas Capuchinas de La Sagrada Familia. Es una fecha que nos permite evocar figuras que ejercieron un lujo imperecedero en sus vidas, amistades que se formaron a lo largo de sus años juveniles e ideales que se alimentaron de esperanzas y de hacer de Valledupar, de Colombia, un mundo mejor.
Es una fecha que nos permite constatar nuestros triunfos personales e institucionales y quizás también nuestras derrotas, pero, sobre todo, la valentía para afrontar con coraje los desafíos que nos plantea el provenir, es una fecha que nos invita a actualizar y a renovar la inspiración franciscana de nuestro colegio, la fraternidad universal.
Que agradable y placentero resulta poder celebrar esta fiesta convocada e inspirada por ustedes queridas egresadas Colsafistas, ya que ustedes son colegio Sagrada Familia, la presencia de nuestra institución en medio de la sociedad son ustedes, el fruto de nuestra labor. Ustedes son quienes prolongan y hacen presentes a través de la vida real de sus familias, de sus profesiones la inspiración, la filosofía y los ideales de nuestra institución, ustedes son nuestro apoyo y nuestro orgullo”, dijo la hermana Alba Lucía Londoño, rectora del Colegio Sagrada Familia.
Por su parte, Martha Lucía Fuentes, egresada del año 1989 del Colegio La Sagrada Familia manifestó: “Son nuestros recuerdos, son 40 recuerdos recopilados en un grupo extenso de más de 100 mujeres de nuestra época, la máquina, San Francisco de Asís, la Virgen María que nos evoca a esa época de colegio”.
La obra fue entregada a la institución mediante un evento al que asistieron las cien mujeres que se encargaron de pintar el mural, directivas y estudiantes de la institución.
Al dirigirse al público asistente a la entrega del mural, la hermana Alba agregó: “Ustedes son esa carta de recomendación que testimonia ante la sociedad vallenata, colombiana y mundial la excelencia de nuestra institución, por eso hago mía las palabras de San pablo, ustedes mismas son las únicas cartas de representación que identifica a Colsafa. Ustedes han ido forjando la historia gloriosa de nuestro colegio y nos han logrado situarla en los primeros puestos de la educación.
La calidad de nuestra institución se muestra en lo que son ustedes y en lo que ustedes hacen. Las necesitamos egresadas. Ustedes no son solo parte de la Sagrada Familia, sino parte indispensable de la misma, por esa razón espero que este encuentro o reencuentro sea una ocasión propicia para revivir, revitalizar y reforzar los vínculos afectivos y efectivos con su colegio y la toma de conciencia de esta nueva realidad”.
Por último, mencionó: “Volver al colegio ha de significar para los egresados realimentar el espíritu en el que fueron engendrados, reafirmar valores y abrirse a nuevas posibilidades. Colegio Sagrada Familia es una madre fecunda que vive renovando sus conocimientos y traduciendo nuevas circunstancias, valores, planteando nuevos proyectos y dando nuevos dinamismos, para lo cual necesitamos que ustedes también estén vinculados”.
De acuerdo con Yarime Lobo Baute, arquitecta y diseñadora de la obra artística, la idea de pintar el mural surgió en una de esas tantas tardes de tertulias entre amigas, por lo que del 30 de agosto al 10 de octubre se dieron en la tarea de dejar en la obra sus sueños, vivencias, principios y valores adquiridos durante los años que estuvieron en la institución.
“Septiembre es un mes que comercialmente lo determinan como de Amor y Amistad, pero no pasa de esas entregas formales de gestos y tradiciones coyunturales y nos dijimos de una forma muy casual bueno, vamos a unirnos en torno a una experiencia única e irrepetible como es tejer juntas un mural que recoja todos nuestros sueños, principios y valores que nos evoca siempre volver al colegio de la sagrada familia”, dijo Lobo Baute.
Asimismo, resaltó que, durante el proceso de construcción del mural, las mujeres pudieron encontrarse en sí mismas y ver la actividad como un momento de recargar energías, plenitud y dejar de lado la rutina.
El mural ‘ADN de los años maravillosos’ es una obra mixta caracterizada por ser trabajada en acrílicos y mosaicos que reflejan el mensaje de paz, armonía y equidad, que quieren enviar las egresadas del Colegio La Sagrada Familia para la sociedad vallenata y colombiana.
“Nosotras las mujeres somos las llamadas a generar paz y armonía, desde el amor y desde la equidad, por eso quisimos simbolizarlo. Fueron 40 días y 40 noches donde nos dimos citas muchas mujeres. Muchas llegaban cargadas, muchas llegaban tensas y cuando se metía en ese mundo salían livianas, relajadas, esperanzadas con luxen en sus ojos, todas las cargas se le diluían en cada trazo, porque es una obra mixta, una obra de acrílicos y de mosaicos, y a medida que íbamos avanzando en lo civil y en la sociedad vallenata, es mediante los ejemplos, y empezar a hacer transformaciones y todo arranca desde conectarte con tu raíz, nuestra raíz como mujeres vallenatas que tuvimos la fortuna de estudiar en ese colegio es mandar un mensaje de que nosotros somos una sagrada familia, y cada miembro es único y es especial”, puntualizó.
El Colegio La Sagrada Familia surgió en el año 1923 en una vieja casona de la plaza Alfonso López, sede que recibió y albergó a cuatro religiosas procedentes de diversos rincones de Colombia: la Madre Catalina de Yarumal, la Hna. Bienvenida de Don Matías, la Hna. Teresa de Sonsón y la Hna. Margarita de Jericó, quienes son las fundadoras.
El dos de febrero de ese año, abrió sus puertas en los niveles infantil, elemental y superior.
Luego, en 1970, el senador José Guillermo Castro donó el lote donde funciona actualmente la institución, ubicado en la transversal 8 N° 2C – 174 del barrio Los Campanos, trasladándose para ese lugar en 1971.
Alrededor de cien mujeres egresadas de la institución se encargaron de crear la obra en la que plasmaron sus recuerdos, sus sueños y enviaron un mensaje de equidad a la comunidad vallenata.
Con la idea de dejar una huella en la institución que las formó durante los primeros años de vida, alrededor de cien mujeres se reunieron durante 40 días para plasmar en un mural los recuerdos de infancia y traer a la memoria las épocas vividas durante los años de escolaridad en el colegio La Sagrada Familia de Valledupar, al cual bautizaron como ‘ADN de los años maravillosos’, en el que evocan su anhelo de volver al lugar que las vio crecer.
“Es una fecha que nos permite evocar nuestro patrimonio espiritual, San Francisco, Luis Amigó, y la tradición de Hermanas Capuchinas de La Sagrada Familia. Es una fecha que nos permite evocar figuras que ejercieron un lujo imperecedero en sus vidas, amistades que se formaron a lo largo de sus años juveniles e ideales que se alimentaron de esperanzas y de hacer de Valledupar, de Colombia, un mundo mejor.
Es una fecha que nos permite constatar nuestros triunfos personales e institucionales y quizás también nuestras derrotas, pero, sobre todo, la valentía para afrontar con coraje los desafíos que nos plantea el provenir, es una fecha que nos invita a actualizar y a renovar la inspiración franciscana de nuestro colegio, la fraternidad universal.
Que agradable y placentero resulta poder celebrar esta fiesta convocada e inspirada por ustedes queridas egresadas Colsafistas, ya que ustedes son colegio Sagrada Familia, la presencia de nuestra institución en medio de la sociedad son ustedes, el fruto de nuestra labor. Ustedes son quienes prolongan y hacen presentes a través de la vida real de sus familias, de sus profesiones la inspiración, la filosofía y los ideales de nuestra institución, ustedes son nuestro apoyo y nuestro orgullo”, dijo la hermana Alba Lucía Londoño, rectora del Colegio Sagrada Familia.
Por su parte, Martha Lucía Fuentes, egresada del año 1989 del Colegio La Sagrada Familia manifestó: “Son nuestros recuerdos, son 40 recuerdos recopilados en un grupo extenso de más de 100 mujeres de nuestra época, la máquina, San Francisco de Asís, la Virgen María que nos evoca a esa época de colegio”.
La obra fue entregada a la institución mediante un evento al que asistieron las cien mujeres que se encargaron de pintar el mural, directivas y estudiantes de la institución.
Al dirigirse al público asistente a la entrega del mural, la hermana Alba agregó: “Ustedes son esa carta de recomendación que testimonia ante la sociedad vallenata, colombiana y mundial la excelencia de nuestra institución, por eso hago mía las palabras de San pablo, ustedes mismas son las únicas cartas de representación que identifica a Colsafa. Ustedes han ido forjando la historia gloriosa de nuestro colegio y nos han logrado situarla en los primeros puestos de la educación.
La calidad de nuestra institución se muestra en lo que son ustedes y en lo que ustedes hacen. Las necesitamos egresadas. Ustedes no son solo parte de la Sagrada Familia, sino parte indispensable de la misma, por esa razón espero que este encuentro o reencuentro sea una ocasión propicia para revivir, revitalizar y reforzar los vínculos afectivos y efectivos con su colegio y la toma de conciencia de esta nueva realidad”.
Por último, mencionó: “Volver al colegio ha de significar para los egresados realimentar el espíritu en el que fueron engendrados, reafirmar valores y abrirse a nuevas posibilidades. Colegio Sagrada Familia es una madre fecunda que vive renovando sus conocimientos y traduciendo nuevas circunstancias, valores, planteando nuevos proyectos y dando nuevos dinamismos, para lo cual necesitamos que ustedes también estén vinculados”.
De acuerdo con Yarime Lobo Baute, arquitecta y diseñadora de la obra artística, la idea de pintar el mural surgió en una de esas tantas tardes de tertulias entre amigas, por lo que del 30 de agosto al 10 de octubre se dieron en la tarea de dejar en la obra sus sueños, vivencias, principios y valores adquiridos durante los años que estuvieron en la institución.
“Septiembre es un mes que comercialmente lo determinan como de Amor y Amistad, pero no pasa de esas entregas formales de gestos y tradiciones coyunturales y nos dijimos de una forma muy casual bueno, vamos a unirnos en torno a una experiencia única e irrepetible como es tejer juntas un mural que recoja todos nuestros sueños, principios y valores que nos evoca siempre volver al colegio de la sagrada familia”, dijo Lobo Baute.
Asimismo, resaltó que, durante el proceso de construcción del mural, las mujeres pudieron encontrarse en sí mismas y ver la actividad como un momento de recargar energías, plenitud y dejar de lado la rutina.
El mural ‘ADN de los años maravillosos’ es una obra mixta caracterizada por ser trabajada en acrílicos y mosaicos que reflejan el mensaje de paz, armonía y equidad, que quieren enviar las egresadas del Colegio La Sagrada Familia para la sociedad vallenata y colombiana.
“Nosotras las mujeres somos las llamadas a generar paz y armonía, desde el amor y desde la equidad, por eso quisimos simbolizarlo. Fueron 40 días y 40 noches donde nos dimos citas muchas mujeres. Muchas llegaban cargadas, muchas llegaban tensas y cuando se metía en ese mundo salían livianas, relajadas, esperanzadas con luxen en sus ojos, todas las cargas se le diluían en cada trazo, porque es una obra mixta, una obra de acrílicos y de mosaicos, y a medida que íbamos avanzando en lo civil y en la sociedad vallenata, es mediante los ejemplos, y empezar a hacer transformaciones y todo arranca desde conectarte con tu raíz, nuestra raíz como mujeres vallenatas que tuvimos la fortuna de estudiar en ese colegio es mandar un mensaje de que nosotros somos una sagrada familia, y cada miembro es único y es especial”, puntualizó.
El Colegio La Sagrada Familia surgió en el año 1923 en una vieja casona de la plaza Alfonso López, sede que recibió y albergó a cuatro religiosas procedentes de diversos rincones de Colombia: la Madre Catalina de Yarumal, la Hna. Bienvenida de Don Matías, la Hna. Teresa de Sonsón y la Hna. Margarita de Jericó, quienes son las fundadoras.
El dos de febrero de ese año, abrió sus puertas en los niveles infantil, elemental y superior.
Luego, en 1970, el senador José Guillermo Castro donó el lote donde funciona actualmente la institución, ubicado en la transversal 8 N° 2C – 174 del barrio Los Campanos, trasladándose para ese lugar en 1971.