Con pancartas y arengas, la comunidad del Nueve de Marzo despidió a María Rosa, una joven de 18 de años, que fue víctima de un homicidio en la madrugada del domingo.
“No más violencia contra las mujeres. Exigimos Justicia. Hoy fue María Rosa, mañana puede ser otra mujer”, eran los gritos que se escuchaban en el sector de Nueve de Marzo, en la margen derecha del río Guatapurí, donde vivía María Rosa Hernández Contreras.
Su padre de crianza, Enrique Hernández López, no podía contener el llanto mientras recordaba la manera en que había transcurrido la corta vida de María. “Yo trabajé mucho para mi niña, ella siempre fue juiciosa, lo único que hacía era ir a fiestas pero no más, ella no se metía con nadie, no era de buscar peleas”.
En medio de lágrimas él narró cómo se enteró que a su hija, la habían matado, “ella llega del colegio el sábado en la tarde, porque ella validaba el bachillerato, ella me preguntó qué le había guardado de almuerzo y yo le dije que carne con arroz.
Ella dijo que iría a una fiesta que había por aquí por el barrio y yo le dije que no fuera a ir, entonces ella se fue.
En la mañana siguiente, yo estaba trabajando en La Galería y me llegaron a decir que a mi niña me la habían matado, yo llegué al lugar y ahí la encontré tirada boca arriba y con los ojos abiertos.”
En medio de las calles destapadas, entre el lodo y charcos de agua, fue trasladado el cuerpo de María Rosa, desde la casa donde vivía, hasta el Jardín Infantil Comunitario del sector, algunos vecinos salieron a acompañar el féretro, otros se limitaron a mirar desde sus puertas y ventanas diciendo ‘adiós María’ y algunos simplemente clamaban justicia y a repetir entre ellos ‘pobre muchacha’.
Hicieron una primera parada en el recorrido, en frente de la casa de su madre, quien se rehúso a salir, y quien dice que su hija no está muerta sino que solo está dormida. Algunas personas lloraban, otras miraban el cuerpo de la occisa y se quejaban de la inseguridad del lugar.
Una vez llegaron al Jardín Infantil, los habitantes del sector empezaron a hacer carteleras con mensajes que rechazaban la violencia contra las mujeres.
Hernández López recibió a la niña cuando tenía 10 años, su padre había muerto y su madre, según aseguran los vecinos, tiene problemas mentales. Él no solo le dio el apellido a María Rosa, le dio la oportunidad de tener un padre.
Marciano Martínez, vecino de la difunta, manifestó su repudio contra el acto violento que acabó con la vida de esta mujer que apenas empezaba a vivir, “Yo la conocía desde pequeña, no hay razón para que alguien le haga daño a una mujer y menos a una joven que no tenía problemas con nadie, una joven que trabajaba y estudiaba y que quería salir adelante”.
Por su parte, Ruth Jiménez, de la Red de Voceros y Voceras contra el Maltrato a la Mujer, aseguró que “estos actos contra las mujeres son de repudiar y la comunidad entera debe manifestarse cuando alguien atenta contra la integridad de una mujer”.
Recalcó la unión de la comunidad del barrio Nueve de Marzo, que colaboraron con dinero para pagar los servicios fúnebres de la joven.
Con el ataúd sobre sus hombros, llevaron los restos de María Rosa desde la Calle 17B con carrera 2, hasta la iglesia de la Concepción en la Plaza Alfonso López. Encabezando el recorrido, iban niñas, niños, jóvenes y adultos, con pancartas con mensajes como “¿Hasta cuándo la violencia contra las mujeres?”, y, “María Rosa Nunca te vamos a olvidar”.
Al mismo tiempo, se escuchaban gritos por parte de la comunidad donde exigían a las autoridades que estaban presentes, celeridad en el esclarecimiento de los hechos para que se hiciera justicia en este caso, donde la víctima fue una mujer que era muy querida por todos los habitantes de su lugar de residencia.
En la eucaristía de honras fúnebres de María Rosa, hizo presencia Ethel Atehortua, coordinadora del Programa de Equidad de Género, de la Oficina de Gestión Social Municipal, quien aseguró que “el tema preventivo es muy importante para reducir los índices de violencia contra la mujer, si bien es cierto hay muchos factores para investigar, no podemos decir que hay que ser ajeno a estas situaciones, sobre todo de esta joven, frente a estos temas hay que ser muy radicales porque los factores son muchos, pero es otra mujer que ha sido violentada, definitivamente la situación parece empeorar”.
La funcionaria agregó que “realmente para nosotros como administración es de prioridad implementar con los comités, organismos judiciales para que haya más seguridad en el interior de barrios y comunas, que se vea el personal trabajando en esas poblaciones, y por supuesto, pedirle a la comunidad que no tenga temor, que ayude y sea solidario ante estos hechos de violencia y podamos contribuir a que una persona no pierda su vida en circunstancia de este tipo, parece que se nos sale de las manos la situación de inseguridad que hay en Valledupar”.
De esta manera, una nueva mujer de Valledupar se suma al número de víctimas de violencia contra el género femenino. La comunidad se mostró consternada con temor que estos actos se vuelvan a presentar en el lugar, e hicieron un llamado al Alcalde de Valledupar, para que implemente más seguridad en este sector.
Habría sido amenazada
Según contó el padre de María Rosa, el novio de una amiga de ella la habría amenazado de muerte luego de haber intentado abusar sexualmente de ella.
Con pancartas y arengas, la comunidad del Nueve de Marzo despidió a María Rosa, una joven de 18 de años, que fue víctima de un homicidio en la madrugada del domingo.
“No más violencia contra las mujeres. Exigimos Justicia. Hoy fue María Rosa, mañana puede ser otra mujer”, eran los gritos que se escuchaban en el sector de Nueve de Marzo, en la margen derecha del río Guatapurí, donde vivía María Rosa Hernández Contreras.
Su padre de crianza, Enrique Hernández López, no podía contener el llanto mientras recordaba la manera en que había transcurrido la corta vida de María. “Yo trabajé mucho para mi niña, ella siempre fue juiciosa, lo único que hacía era ir a fiestas pero no más, ella no se metía con nadie, no era de buscar peleas”.
En medio de lágrimas él narró cómo se enteró que a su hija, la habían matado, “ella llega del colegio el sábado en la tarde, porque ella validaba el bachillerato, ella me preguntó qué le había guardado de almuerzo y yo le dije que carne con arroz.
Ella dijo que iría a una fiesta que había por aquí por el barrio y yo le dije que no fuera a ir, entonces ella se fue.
En la mañana siguiente, yo estaba trabajando en La Galería y me llegaron a decir que a mi niña me la habían matado, yo llegué al lugar y ahí la encontré tirada boca arriba y con los ojos abiertos.”
En medio de las calles destapadas, entre el lodo y charcos de agua, fue trasladado el cuerpo de María Rosa, desde la casa donde vivía, hasta el Jardín Infantil Comunitario del sector, algunos vecinos salieron a acompañar el féretro, otros se limitaron a mirar desde sus puertas y ventanas diciendo ‘adiós María’ y algunos simplemente clamaban justicia y a repetir entre ellos ‘pobre muchacha’.
Hicieron una primera parada en el recorrido, en frente de la casa de su madre, quien se rehúso a salir, y quien dice que su hija no está muerta sino que solo está dormida. Algunas personas lloraban, otras miraban el cuerpo de la occisa y se quejaban de la inseguridad del lugar.
Una vez llegaron al Jardín Infantil, los habitantes del sector empezaron a hacer carteleras con mensajes que rechazaban la violencia contra las mujeres.
Hernández López recibió a la niña cuando tenía 10 años, su padre había muerto y su madre, según aseguran los vecinos, tiene problemas mentales. Él no solo le dio el apellido a María Rosa, le dio la oportunidad de tener un padre.
Marciano Martínez, vecino de la difunta, manifestó su repudio contra el acto violento que acabó con la vida de esta mujer que apenas empezaba a vivir, “Yo la conocía desde pequeña, no hay razón para que alguien le haga daño a una mujer y menos a una joven que no tenía problemas con nadie, una joven que trabajaba y estudiaba y que quería salir adelante”.
Por su parte, Ruth Jiménez, de la Red de Voceros y Voceras contra el Maltrato a la Mujer, aseguró que “estos actos contra las mujeres son de repudiar y la comunidad entera debe manifestarse cuando alguien atenta contra la integridad de una mujer”.
Recalcó la unión de la comunidad del barrio Nueve de Marzo, que colaboraron con dinero para pagar los servicios fúnebres de la joven.
Con el ataúd sobre sus hombros, llevaron los restos de María Rosa desde la Calle 17B con carrera 2, hasta la iglesia de la Concepción en la Plaza Alfonso López. Encabezando el recorrido, iban niñas, niños, jóvenes y adultos, con pancartas con mensajes como “¿Hasta cuándo la violencia contra las mujeres?”, y, “María Rosa Nunca te vamos a olvidar”.
Al mismo tiempo, se escuchaban gritos por parte de la comunidad donde exigían a las autoridades que estaban presentes, celeridad en el esclarecimiento de los hechos para que se hiciera justicia en este caso, donde la víctima fue una mujer que era muy querida por todos los habitantes de su lugar de residencia.
En la eucaristía de honras fúnebres de María Rosa, hizo presencia Ethel Atehortua, coordinadora del Programa de Equidad de Género, de la Oficina de Gestión Social Municipal, quien aseguró que “el tema preventivo es muy importante para reducir los índices de violencia contra la mujer, si bien es cierto hay muchos factores para investigar, no podemos decir que hay que ser ajeno a estas situaciones, sobre todo de esta joven, frente a estos temas hay que ser muy radicales porque los factores son muchos, pero es otra mujer que ha sido violentada, definitivamente la situación parece empeorar”.
La funcionaria agregó que “realmente para nosotros como administración es de prioridad implementar con los comités, organismos judiciales para que haya más seguridad en el interior de barrios y comunas, que se vea el personal trabajando en esas poblaciones, y por supuesto, pedirle a la comunidad que no tenga temor, que ayude y sea solidario ante estos hechos de violencia y podamos contribuir a que una persona no pierda su vida en circunstancia de este tipo, parece que se nos sale de las manos la situación de inseguridad que hay en Valledupar”.
De esta manera, una nueva mujer de Valledupar se suma al número de víctimas de violencia contra el género femenino. La comunidad se mostró consternada con temor que estos actos se vuelvan a presentar en el lugar, e hicieron un llamado al Alcalde de Valledupar, para que implemente más seguridad en este sector.
Habría sido amenazada
Según contó el padre de María Rosa, el novio de una amiga de ella la habría amenazado de muerte luego de haber intentado abusar sexualmente de ella.