“Se fue nuestra estrella, nuestro sol, la esperanza de una familia”. Con estas palabras su tía Marelys Acosta, describe en medio de su dolor lo que significaba Katiuska Mendoza para sus familiares. Una joven de 19 años que se marchó sin decir adiós cuando paradójicamente la vida más le sonreía.
“Se fue nuestra estrella, nuestro sol, la esperanza de una familia”. Con estas palabras su tía Marelys Acosta, describe en medio de su dolor lo que significaba Katiuska Mendoza para sus familiares. Una joven de 19 años que se marchó sin decir adiós cuando paradójicamente la vida más le sonreía.
Katiuska Mendoza, nieta del gran ‘Colacho’ Mendoza, entró el día miércoles 13 de diciembre a las 12 del día a la sala de cirugía con una sonrisa en los labios y un montón de sueños por cumplir, pero a pocos minutos de terminar la cirugía presentó un paro cardiorespiratorio del que no se pudo recuperar a pensar de los esfuerzos realizados por los médicos. Afuera, en la sala de espera su madre Luisa Cotes Acosta y el ‘Turco’ Gil recibieron la noticia en medio del dolor y el desconcierto.
Ayer en la mañana, en la sede de Medicina Legal todo era confusión, mientras algunos de sus familiares intentaban encontrar una explicación en lo divino, otros esperaban que los médicos legistas aportaran una explicación racional que diera respuesta a tantaS preguntas que surgían tanto de parte de los familiares, como de la prensa.
Marelys su tía, manifiesta que “nosotros no podemos decir nada, solamente Dios puede juzgar, yo se que ella estaba en manos de una gran cirujana; Damaris es mi amiga, además, pero algo falló. No tenemos palabras para explicar, qué decimos, qué explicamos”.
Lo cierto es que nadie esperaba un desenlace fatal, pese a que diariamente las noticias reportan casos de muerte por cirugías estéticas. Un primo dice que “que puede esperar uno de una niña de 19 años que entra a hacerse una cirugía estética, que salga bien, pero al contrario, después de 20 minutos de intervención quirúrgica el reporte médico es que la niña muere”. Y agrega, que “hemos solicitado a Medicina Legal que se tome el tiempo necesario, para que hagan un buen estudio, para que nos digan por qué una niña tan joven y llena de vida muere tan misteriosamente”.
Una cita inaplazable con la muerte
Su padre Nicolás ‘Nacho’ Mendoza, manifiesta que su hija tenía hace mucho tiempo la idea de hacerse la cirugía estética de nariz y cuando llegó el día sábado 10 de diciembre le confirmó la decisión que había tomado para mejorar su imagen porque había firmado un contrato con Sergio Luís Rodríguez quien le haría la producción de un sencillo como solista. “Estaba feliz, porque era una de las metas que se había propuesto y estaba preparándose para eso, quería arreglarse la herencia de su abuelo”, dice.
Sin embargo, la cirugía fue postergada por su médico tratante, a pesar de tener todos los exámenes de rigor hechos; un contratiempo del galeno hace que se cancele la cirugía, pero Katiuska no está decidida a esperar y decide buscar otro médico y se pone en manos de la cirujana Damaris Romero.
La médica Romero, ha difundido un comunicado a la opinión pública, emitiendo sus explicaciones sobre el deceso de la joven artista, al tiempo manifiesta que “me siento consternada por lo ocurrido por cuanto siempre procuro el bienestar de mis pacientes: es mi misión como médica, y antes de cada procedimiento elevo una oración al Creador”. El diagnóstico final de qué sucedió y los motivos que condujeron a este hecho deben ser esclarecidos por las autoridades competentes, señala la médica en su comunicado.
Cómo era Katiuska
Su padre la describe como una niña sencilla y a la vez frágil. Aunque dicen que todos los muertos son buenos, para él su hija era una niña buena que quería a su familia y a sus padres.
Alegre y extrovertida, dedicada a su arte de cantar, disciplinada, le gustaba estar metida en un estudio, era muy cariñosa con toda su familia. Una niña fuera de serie, dice su papá.
A su turno ‘El Turco’ Gil su otro papá, quien la formó en la música desde los 8 años, manifiesta que “murió en su mejor momento, su mejor etapa, al iniciar una tarea como artista y con cuatro semestres de comunicación social. “Era amorosa y todavía a sus 19 años se me sentaba en las piernas y cada vez que salíamos de gira nos visitaba en el hotel y nos acompañaba a las presentaciones”.
Su trayectoria
Su corta carrera musical está llena de éxitos, hizo parte de Los Niños Vallenatos, aquellos que fueron invitados a cantar en la inauguración de la Biblioteca Presidencial Clinton en la ciudad de Little Rock, en Arcansas, Estados Unidos, en el 2004.
Luego viajó a Panamá, Venezuela, hizo presentaciones en los teatros Jorge Eliecer Gaitán y Colsubsidio en Bogotá y Heredia. También se presentó en el Centro de Convenciones Getsemaní de Cartagena durante un homenaje realizado a Gabriel García Márquez en el que estuvieron presentes los Reyes de España, Juan Carlos y Sofía; el ex presidente Álvaro Uribe Vélez; el ex presidente de Estado Unidos, Bill Clinton y el ex presidente de de la República de Panamá, Martin Torrijos, entre otros eventos.
Los estándares de la belleza
Cuando se escribe sobre la muerte de gente joven no hay explicaciones suficientes para aceptar hechos tan dolorosos como estos; tal vez la respuesta pueda estar en la sociedad de consumo que ha vendido una falsa imagen de la belleza y la felicidad. Tal vez puede ser que la televisión y la publicidad han estandarizado la belleza, anulando la diversidad, la imperfección de lo natural, la belleza de pertenecer a tres razas que nos han dejado herencia en la sangre y la piel.
Ninguna de estas explicaciones son suficientes para una madre y un padre que tenían fundadas sus esperanzas, sus ilusiones en esta voz prodigiosa, que partió cuando más quería vivir.
“Se fue nuestra estrella, nuestro sol, la esperanza de una familia”. Con estas palabras su tía Marelys Acosta, describe en medio de su dolor lo que significaba Katiuska Mendoza para sus familiares. Una joven de 19 años que se marchó sin decir adiós cuando paradójicamente la vida más le sonreía.
“Se fue nuestra estrella, nuestro sol, la esperanza de una familia”. Con estas palabras su tía Marelys Acosta, describe en medio de su dolor lo que significaba Katiuska Mendoza para sus familiares. Una joven de 19 años que se marchó sin decir adiós cuando paradójicamente la vida más le sonreía.
Katiuska Mendoza, nieta del gran ‘Colacho’ Mendoza, entró el día miércoles 13 de diciembre a las 12 del día a la sala de cirugía con una sonrisa en los labios y un montón de sueños por cumplir, pero a pocos minutos de terminar la cirugía presentó un paro cardiorespiratorio del que no se pudo recuperar a pensar de los esfuerzos realizados por los médicos. Afuera, en la sala de espera su madre Luisa Cotes Acosta y el ‘Turco’ Gil recibieron la noticia en medio del dolor y el desconcierto.
Ayer en la mañana, en la sede de Medicina Legal todo era confusión, mientras algunos de sus familiares intentaban encontrar una explicación en lo divino, otros esperaban que los médicos legistas aportaran una explicación racional que diera respuesta a tantaS preguntas que surgían tanto de parte de los familiares, como de la prensa.
Marelys su tía, manifiesta que “nosotros no podemos decir nada, solamente Dios puede juzgar, yo se que ella estaba en manos de una gran cirujana; Damaris es mi amiga, además, pero algo falló. No tenemos palabras para explicar, qué decimos, qué explicamos”.
Lo cierto es que nadie esperaba un desenlace fatal, pese a que diariamente las noticias reportan casos de muerte por cirugías estéticas. Un primo dice que “que puede esperar uno de una niña de 19 años que entra a hacerse una cirugía estética, que salga bien, pero al contrario, después de 20 minutos de intervención quirúrgica el reporte médico es que la niña muere”. Y agrega, que “hemos solicitado a Medicina Legal que se tome el tiempo necesario, para que hagan un buen estudio, para que nos digan por qué una niña tan joven y llena de vida muere tan misteriosamente”.
Una cita inaplazable con la muerte
Su padre Nicolás ‘Nacho’ Mendoza, manifiesta que su hija tenía hace mucho tiempo la idea de hacerse la cirugía estética de nariz y cuando llegó el día sábado 10 de diciembre le confirmó la decisión que había tomado para mejorar su imagen porque había firmado un contrato con Sergio Luís Rodríguez quien le haría la producción de un sencillo como solista. “Estaba feliz, porque era una de las metas que se había propuesto y estaba preparándose para eso, quería arreglarse la herencia de su abuelo”, dice.
Sin embargo, la cirugía fue postergada por su médico tratante, a pesar de tener todos los exámenes de rigor hechos; un contratiempo del galeno hace que se cancele la cirugía, pero Katiuska no está decidida a esperar y decide buscar otro médico y se pone en manos de la cirujana Damaris Romero.
La médica Romero, ha difundido un comunicado a la opinión pública, emitiendo sus explicaciones sobre el deceso de la joven artista, al tiempo manifiesta que “me siento consternada por lo ocurrido por cuanto siempre procuro el bienestar de mis pacientes: es mi misión como médica, y antes de cada procedimiento elevo una oración al Creador”. El diagnóstico final de qué sucedió y los motivos que condujeron a este hecho deben ser esclarecidos por las autoridades competentes, señala la médica en su comunicado.
Cómo era Katiuska
Su padre la describe como una niña sencilla y a la vez frágil. Aunque dicen que todos los muertos son buenos, para él su hija era una niña buena que quería a su familia y a sus padres.
Alegre y extrovertida, dedicada a su arte de cantar, disciplinada, le gustaba estar metida en un estudio, era muy cariñosa con toda su familia. Una niña fuera de serie, dice su papá.
A su turno ‘El Turco’ Gil su otro papá, quien la formó en la música desde los 8 años, manifiesta que “murió en su mejor momento, su mejor etapa, al iniciar una tarea como artista y con cuatro semestres de comunicación social. “Era amorosa y todavía a sus 19 años se me sentaba en las piernas y cada vez que salíamos de gira nos visitaba en el hotel y nos acompañaba a las presentaciones”.
Su trayectoria
Su corta carrera musical está llena de éxitos, hizo parte de Los Niños Vallenatos, aquellos que fueron invitados a cantar en la inauguración de la Biblioteca Presidencial Clinton en la ciudad de Little Rock, en Arcansas, Estados Unidos, en el 2004.
Luego viajó a Panamá, Venezuela, hizo presentaciones en los teatros Jorge Eliecer Gaitán y Colsubsidio en Bogotá y Heredia. También se presentó en el Centro de Convenciones Getsemaní de Cartagena durante un homenaje realizado a Gabriel García Márquez en el que estuvieron presentes los Reyes de España, Juan Carlos y Sofía; el ex presidente Álvaro Uribe Vélez; el ex presidente de Estado Unidos, Bill Clinton y el ex presidente de de la República de Panamá, Martin Torrijos, entre otros eventos.
Los estándares de la belleza
Cuando se escribe sobre la muerte de gente joven no hay explicaciones suficientes para aceptar hechos tan dolorosos como estos; tal vez la respuesta pueda estar en la sociedad de consumo que ha vendido una falsa imagen de la belleza y la felicidad. Tal vez puede ser que la televisión y la publicidad han estandarizado la belleza, anulando la diversidad, la imperfección de lo natural, la belleza de pertenecer a tres razas que nos han dejado herencia en la sangre y la piel.
Ninguna de estas explicaciones son suficientes para una madre y un padre que tenían fundadas sus esperanzas, sus ilusiones en esta voz prodigiosa, que partió cuando más quería vivir.