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Columnista - 2 mayo, 2011

Adiós a Ernesto Sábato

Por Jacobo Solano Cerchiaro La muerte del escritor argentino, Ernesto Sábato, es una gran pérdida para la literatura hispanoamericana, representó una conciencia moral que actuaba como un llamado de alerta frente a una sociedad vapuleada por distintos procesos, especialmente en su país natal en la época de la dictadura militar, que él no dudó en […]

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Por Jacobo Solano Cerchiaro
La muerte del escritor argentino, Ernesto Sábato, es una gran pérdida para la literatura hispanoamericana, representó una conciencia moral que actuaba como un llamado de alerta frente a una sociedad vapuleada por distintos procesos, especialmente en su país natal en la época de la dictadura militar, que él no dudó en calificar de “sombría”.
Se doctoró en física en la Universidad de la Plata e inició una carrera como investigador científico en París, donde fue becado para trabajar en el célebre Laboratorio Curie. Allí trabó amistad con los escritores y pintores del movimiento surrealista, en especial con André Breton, quien alentó su vocación literaria, a la edad de 40 años se dio cuenta que lo suyo no era la física, ni los inventos, eran las letras y comenzó a escribir su primera novela, La fuente muda, de la que sólo publicaría un fragmento en la revista Sur.
Fue un escritor polifacético y controversial que le imprimía un alto contenido intelectual a sus obras, además de ser un gran activista de los derechos humanos.
En 1945, regresó a Argentina y comenzó a dictar clases en la Universidad Nacional de La Plata, pero se vio obligado a abandonar la enseñanza tras perder su cátedra, a causa de unos artículos que escribió contra Perón. Aquel mismo año publicó su ensayo Uno y el Universo, en el que criticaba el reduccionismo en el que desembocaba el enfoque científico. Luego vinieron novelas muy reconocidas como El túnel (1948) que ahonda en las contradicciones e imposibilidades del amor, mientras que “Sobre héroes y tumbas” (1962) presenta una estructura más compleja, en que los diversos niveles de la narración enlazan vivencias personales del autor y episodios de la historia argentina, en una reflexión caracterizada por un creciente pesimismo.
La obra de Sábato ha sido prestigiada con numerosos premios internacionales como el Cervantes y difundida en múltiples traducciones, incluye además multitud de ensayos como Hombres y engranajes (1951); El escritor y sus fantasmas (1963), El otro rostro del peronismo (1956), Tango: discusión y clave (1963), La cultura en la encrucijada nacional (1973), Tres aproximaciones a la literatura de nuestro tiempo(1974), Apologías y rechazos (1979), Antes del fin(1998) y La resistencia (2000).
Se fue un grande de la literatura, pero quedan sus obras y un mensaje social que jamás podrá salir de la memoria de sus lectores y que está explicito en la cita: «Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano». Así era Sábato, irreverente y un convencido de que los derechos humanos estaban por encima de la política.
Twitter:@JACOBOSOLANOC.

Columnista
2 mayo, 2011

Adiós a Ernesto Sábato

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

Por Jacobo Solano Cerchiaro La muerte del escritor argentino, Ernesto Sábato, es una gran pérdida para la literatura hispanoamericana, representó una conciencia moral que actuaba como un llamado de alerta frente a una sociedad vapuleada por distintos procesos, especialmente en su país natal en la época de la dictadura militar, que él no dudó en […]


Por Jacobo Solano Cerchiaro
La muerte del escritor argentino, Ernesto Sábato, es una gran pérdida para la literatura hispanoamericana, representó una conciencia moral que actuaba como un llamado de alerta frente a una sociedad vapuleada por distintos procesos, especialmente en su país natal en la época de la dictadura militar, que él no dudó en calificar de “sombría”.
Se doctoró en física en la Universidad de la Plata e inició una carrera como investigador científico en París, donde fue becado para trabajar en el célebre Laboratorio Curie. Allí trabó amistad con los escritores y pintores del movimiento surrealista, en especial con André Breton, quien alentó su vocación literaria, a la edad de 40 años se dio cuenta que lo suyo no era la física, ni los inventos, eran las letras y comenzó a escribir su primera novela, La fuente muda, de la que sólo publicaría un fragmento en la revista Sur.
Fue un escritor polifacético y controversial que le imprimía un alto contenido intelectual a sus obras, además de ser un gran activista de los derechos humanos.
En 1945, regresó a Argentina y comenzó a dictar clases en la Universidad Nacional de La Plata, pero se vio obligado a abandonar la enseñanza tras perder su cátedra, a causa de unos artículos que escribió contra Perón. Aquel mismo año publicó su ensayo Uno y el Universo, en el que criticaba el reduccionismo en el que desembocaba el enfoque científico. Luego vinieron novelas muy reconocidas como El túnel (1948) que ahonda en las contradicciones e imposibilidades del amor, mientras que “Sobre héroes y tumbas” (1962) presenta una estructura más compleja, en que los diversos niveles de la narración enlazan vivencias personales del autor y episodios de la historia argentina, en una reflexión caracterizada por un creciente pesimismo.
La obra de Sábato ha sido prestigiada con numerosos premios internacionales como el Cervantes y difundida en múltiples traducciones, incluye además multitud de ensayos como Hombres y engranajes (1951); El escritor y sus fantasmas (1963), El otro rostro del peronismo (1956), Tango: discusión y clave (1963), La cultura en la encrucijada nacional (1973), Tres aproximaciones a la literatura de nuestro tiempo(1974), Apologías y rechazos (1979), Antes del fin(1998) y La resistencia (2000).
Se fue un grande de la literatura, pero quedan sus obras y un mensaje social que jamás podrá salir de la memoria de sus lectores y que está explicito en la cita: «Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano». Así era Sábato, irreverente y un convencido de que los derechos humanos estaban por encima de la política.
Twitter:@JACOBOSOLANOC.