La ciencia ha demostrado que trabajar por los sueños y proyectos alarga los años del hombre. El exgobernador del Cesar, Alfonso Araújo Cotes, es un claro ejemplo. La madrugada de este miércoles 19 de abril falleció a sus 99 años mientras descansaba en su casa ubicada en el barrio Novalito de Valledupar.  

En la misma casa en la que durante muchos años recibió a familiares, amigos, políticos, periodistas, historiadores, que querían conversar con él. “Estaba informado de la realidad de Valledupar, el departamento y el país. Tenía una opinión clara”, se escuchó decir entre los amigos que fueron a despedirlo. 

En medio de las charlas para recordarlo resultaba imposible ignorar los proyectos que le apasionaban. “Vivía preguntando por cómo avanzaba la segunda fase de la Universidad Nacional en La Paz”, comentó un familiar. Cotes nació en La Paz en el año 1924.

Ese fue su último sueño materializado: la construcción de una sede de la Universidad Nacional en el municipio de La Paz. En la época más crítica del contrato, cuando estuvo a punto de convertirse en un elefante blanco, superando los 90 años, Alfonso Araújo lideró una comitiva que hizo todos los esfuerzos para salvar el proyecto. 

Su lazo con la universidad pública más importante de Colombia surgió hace más de 60 años, cuando se graduó como abogado. 

SERVICIOS PÚBLICOS

“Hasta en los últimos días tuvo la lucidez que lo caracterizó toda su vida”, contó a EL PILÓN el exalcalde de Valledupar, Jhonny Pérez, quien lo acompañó en la creación del Movimiento Revolucionario Liberal, un partido que nació como disidencia a los liberales. 

Esa lucidez le permitía participar en foros, eventos, inauguraciones. Siempre en la primera fila. Atento, escuchando, a pesar de que era el más experimentado de la tribu. “Me emocionaba escuchar cómo alguien de 99 años tenía proyectos en su cabeza. Me decía: ‘Estoy pendiente de esto y esto’”, relata Pérez.

El exalcalde lo vio por última vez hace 15 días, en una de las tradicionales visitas en las que por dos horas o más recorrían el país sentados en la sala de su casa.  “Siempre hablaba de los servicios públicos en Valledupar, de la necesidad de trabajar por ellos”, agrega el exmandatario Jhonny Pérez. 

Alfonso Araújo fue uno de los promotores de los acueductos en el departamento del Cesar durante su paso por el Instituto de Fomento Municipal, Insfopal. Esta entidad era la encargada de instalar acueductos en el país antes de que se crearan las empresas públicas municipales. 

Según contó su amigo de charla, el exdiputado Eduardo Campo Soto, desde Insfopal ayudó en la creación de la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar. En el cargo estuvo durante cinco años durante la presidencia de dos liberales: Alfonso López Michelsen y Julio César Turbay.  

Con Alfonso López tuvo una amistad cercana. Fue su principal aliado en el Gobierno nacional. “Un padrino político” que lo apoyó en esa rivalidad política con Pepe Castro, otro liberal, pero de la línea de Julio César Turbay. 

CREACIÓN DEL CESAR

Sus amigos cercanos cuentan que como congresista, Alfonso Araújo presentó un proyecto para que se creara el departamento del Cesar. Lo hizo en 1962. Dentro de ese proyecto incluía una región de lo que hoy es La Guajira. Ese proyecto se perdió o se lo robaron, contaba Araújo.

“Fue el primero que presentó el proyecto para la creación del departamento del Cesar. Según la historia que contaba, Nacho Vives (José Ignacio Vives) lo escondió porque estaba pendiente de crear el departamento de La Guajira. Se robó el proyecto y creó el departamento de La Guajira primero”, contó el exdiputado Campo Soto. 

Cinco años después se crearía el departamento del Cesar. Como liberal hizo parte de la junta directiva que lideró la creación del departamento en 1967.   Al año siguiente se convirtió en el tercer gobernador del Cesar, cargo en el que estuvo hasta 1970. En 1975 volvió a ser nombrado gobernador del Cesar, durante la presidencia de Alfonso López Michelsen. 

HISTORIA COMO EMBAJADOR 

En 1989, Estados Unidos invadió Panamá con el objetivo de derrocar al dictador Juan Manuel Noriega, acusado de lavado de activos y narcotráfico. Dos años después, Alfonso Araújo fue nombrado embajador en Panamá bajo el gobierno del expresidente César Gaviria. 

En 1992, el expresidente Gaviria viajó a Panamá con la gestión de Alfonso Araujo. En aquel entonces, el presidente de Panamá era Guillermo David Endara, quien reemplazó al dictador Noriega.  

Y como todo cesarense, donde vivió o viajó siempre fue un embajador de la cultura vallenata. 

Por Deivis Caro Daza

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