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Columnista - 25 noviembre, 2020

Acto de valentía periodística sin precedente

Lo que estaba en juego era la democracia del mundo, de haberse prestado varias cadenas de noticias para magnificar un fraude sin pruebas en la eleccion de Joe Biden, como presidente electo de Estados Unidos, conforme lo pretendia mostrar el presidente en ejercicio, Donald Trump. De ahí que se pondere como un acto de valentía […]

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Lo que estaba en juego era la democracia del mundo, de haberse prestado varias cadenas de noticias para magnificar un fraude sin pruebas en la eleccion de Joe Biden, como presidente electo de Estados Unidos, conforme lo pretendia mostrar el presidente en ejercicio, Donald Trump.

De ahí que se pondere como un acto de valentía el rol asumido por varios medios internacionales al silenciar el discurso del Jefe de Estado Norteamericano.

“Ser valiente no es tener miedo, es obrar correctamente,  aún si tienes miedo“, papel asumido por informativos de las grandes ligas como un acto de responsabilidad con el país por encima de la figura presidencial, empeñada en generar caos institucional y desbordar el orden público en su proterva intención de deslegitimar el proceso electoral.

Lideres de opinión colombianos no se sustrajeron del debate, unos a favor y otros en contra de que se hubiera interrumpido la alocución del presidente Trump por más tramposo y atarbán que fuera, discernimiento que se contrapone a quienes piensan  que informar no es rayar con actuaciones impunes e irresponsables, así la filosofía del periodismo sea de tolerancia y receptividad para escuchar a quienes piensan distinto.

La libertad de prensa debe tener unos límites morales y éticos, una autorregulación que no puede confundirse con la censura, dada la controversia existente, por determinar quién o quiénes trazan los límites entre mordaza y libertad de prensa y entre lo correcto y lo prohibido.

Cortar una alocución presidencial para algunos es una decisión periodística desacertada, no exenta de arrogancia, así su contenido esté plagado de mentiras, las que se deben verificar y no ocultar, pero para otros significaba el menoscabo de la democracia a través del engaño. El pecado tiene muchas herramientas, pero la mentira es el mango que encaja en todas: Holmes, mentiras que hubieran significado la hecatombe de los valores y las buenas prácticas.

Columnista
25 noviembre, 2020

Acto de valentía periodística sin precedente

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Miguel Aroca Yepez

Lo que estaba en juego era la democracia del mundo, de haberse prestado varias cadenas de noticias para magnificar un fraude sin pruebas en la eleccion de Joe Biden, como presidente electo de Estados Unidos, conforme lo pretendia mostrar el presidente en ejercicio, Donald Trump. De ahí que se pondere como un acto de valentía […]


Lo que estaba en juego era la democracia del mundo, de haberse prestado varias cadenas de noticias para magnificar un fraude sin pruebas en la eleccion de Joe Biden, como presidente electo de Estados Unidos, conforme lo pretendia mostrar el presidente en ejercicio, Donald Trump.

De ahí que se pondere como un acto de valentía el rol asumido por varios medios internacionales al silenciar el discurso del Jefe de Estado Norteamericano.

“Ser valiente no es tener miedo, es obrar correctamente,  aún si tienes miedo“, papel asumido por informativos de las grandes ligas como un acto de responsabilidad con el país por encima de la figura presidencial, empeñada en generar caos institucional y desbordar el orden público en su proterva intención de deslegitimar el proceso electoral.

Lideres de opinión colombianos no se sustrajeron del debate, unos a favor y otros en contra de que se hubiera interrumpido la alocución del presidente Trump por más tramposo y atarbán que fuera, discernimiento que se contrapone a quienes piensan  que informar no es rayar con actuaciones impunes e irresponsables, así la filosofía del periodismo sea de tolerancia y receptividad para escuchar a quienes piensan distinto.

La libertad de prensa debe tener unos límites morales y éticos, una autorregulación que no puede confundirse con la censura, dada la controversia existente, por determinar quién o quiénes trazan los límites entre mordaza y libertad de prensa y entre lo correcto y lo prohibido.

Cortar una alocución presidencial para algunos es una decisión periodística desacertada, no exenta de arrogancia, así su contenido esté plagado de mentiras, las que se deben verificar y no ocultar, pero para otros significaba el menoscabo de la democracia a través del engaño. El pecado tiene muchas herramientas, pero la mentira es el mango que encaja en todas: Holmes, mentiras que hubieran significado la hecatombe de los valores y las buenas prácticas.