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Judicial - 3 marzo, 2019

Acorralados por la violencia: la suerte de adolescentes que ha terminado en muerte

Víctimas de homicidio, suicidios o feminicidio son los últimos acontecimientos que han rodeado la muerte de varios adolescentes en lo corrido del año en el Cesar. EL PILÓN, en busca de prevenir sucesos similares, dialogó con una profesional de la psicología para analizar la situación.

El pasado jueves un menor de 16 años fue asesinado con arma de fuego en Media Luna.

Foto: Sergio Mcgreen.
El pasado jueves un menor de 16 años fue asesinado con arma de fuego en Media Luna. Foto: Sergio Mcgreen.

Una casa hecha con materiales como tablas y tejas, rodeada por unas rejas caceras de láminas de zinc, fue escenario de una muerte que se llevó las ilusiones de Amadis Esther Bedoya Herrera, de 16 años de edad, quien aparentemente murió de manos de su compañero sentimental con arma blanca en el barrio subnormal Tierra Prometida, sur de la capital del Cesar.

El ‘amor’ que la adolescente por redes sociales o amigos le profesaba a su novio *Federico le habría costado la vida al interior de la vivienda en la que convivían ubicada en la manzana 11 con casa 28 del popular sector.
Su cuerpo fue encontrado, debajo de la cama con varias heridas de objeto cortopunzante en la región abdominal, brazo izquierdo y cuero cabelludo, por los familiares y miembros de la Policía Nacional luego de romper un candado de la puerta para poder entrar.

Lea también: Una menor fue asesinada, al parecer por su novio, en Tierra Prometida

¿Qué pasó? Era la pregunta que susurraba la muchedumbre que expectante cercaba la humilde vivienda cuando miembros del CTI de la Fiscalía sacaban el cadáver de Bedoya.

Los familiares de Amadis Esther Bedoya Herrera. Foto: Sergio Mcgreen.

Para los familiares de Bedoya la respuesta estaba en una posible discusión de las tantas que la víctima acostumbraba a tener con su pareja, con la que por más de un año residió.

“Ellos constantemente venía peleando y uno siempre les decía que dejaran de hacerlo que si no podían convivir que se ‘abrieran’ e inclusive hasta uno se metía pero ya a lo último con tantas peleas ya uno decía que no le avisaran sobre eso”, acotó Sepúlveda, quien es esposo de una tía de la víctima.

Sin embargo, los consejos fueron ignorados y al parecer su novio la asesinó. Así lo habría confesado el mismo *Federico, según las autoridades.
El informe policial indica que los parientes de Bedoya manifestaron haber recibido una llamada de familiares del compañero sentimental de la víctima en la que informaban que este se había comunicado con ellos para decirles que la había asesinado y que estaba recluido en la clínica Mi Red EPS de la ciudad de barranquilla.

La historia de la joven Bedoya Herrera, que podría tipificarse como un caso de feminicidio, es apenas uno de los casos de violencia en los que se han visto envueltos algunos adolescentes en lo corrido del año en el departamento del Cesar.

Según los últimos registros de la prensa, cinco menores entre edades de 15 y 16 años han perdido la vida al verse envueltos en un episodios violento, tales como la reciente masacre de Aguachica donde en una cancha de fútbol fue ultimado el menor Josué Espalza Cueto; o el asesinato con arma de fuego del adolescente Carlos Ortiz Lozano en el corregimiento de Media Luna, en hechos registrados el pasado jueves.

Lea también: Masacre en Aguachica: cuatro muertos en el parque Villa Paraguay

Otros adolescentes decidieron quitarse la vida o murieron de manera accidental aparentemente por un descuido de los adultos, como por ejemplo la muerte de un menor de 15 años a bala, a causa de otro de 17 años en Astrea el pasado 7 de febrero.

¿CÓMO PREVENIRLO?

Para los profesionales de la psicología estos lamentables escenarios muchas veces ocurren por circunstancias que se pueden analizar o manejar desde el seno del hogar.

La depresión, la falta de comunicación o ausencia de disciplina son, según los psicólogos, algunos de los factores que predominan en los lamentables sucesos donde algunos menores son asesinados o se suicidan.

La psicóloga María Eugenia Sarmiento.

“Lo importante es que los padres ejerzan su función de serlo, de educar a los hijos para fomentarles valores como amor, el respeto y amor por los estudios. Los padres deben generar en el hogar la comunicación porque es el único canal en el que pueden los menores expresarle a sus progenitores todos sus miedos, alegrías y tristezas, además de decir quiénes son sus amigos o qué adolescente le atrae físicamente. Allí es donde papá y mamá pueden mirar el contexto que los rodea y conocer qué podrían hacer fuera del hogar debido que los hijos en la casa puede tener un comportamiento totalmente diferente al de la calle”, explicó María Eugenia Sarmiento, psicóloga clínica, magister en psiconeurosiquiatría y rehabilitación.

El contexto que rodea la vida de los menores para los especialistas juega un papel fundamental porque estos están en la etapa de experimentar o aprender a cómo ser en la etapa adulta. De ahí la relevancia de que los padres de familia conozcan de los hijos.

Lea también: son los celos: feminicidios tienden al alza

‘LA UNIVERSIDAD DE LA CALLE

Ese escenario externo en que los jóvenes, niños y adolescentes libremente interactúan con los amigos y extraños es el principal reto de los padres de familia. Ya que, de acuerdo a los expertos, a partir del ambiente de la calle los hijos pueden obtener a veces patrones de comportamientos negativos que deben ser detectados a tiempo para poderlos moldear.

“Acá influye mucho la autoridad de los padres. Hay que saberles explicar sobre las malas amistades, porque pueden involucrarlos en el camino de las drogas y la delincuencia, la prostitución, entre otros peligros. Es como la mamá que le permite a la hija de 12 años que tenga noviazgo no puede sorprenderse que después la hagan abuela”, acotó la psicóloga Sarmiento.

Agregó que en este caso lo importante es sembrar en los hijos el afecto a los estudios o si tienen un talento saberlo desarrollar dado que de ello dependen que cosechen un mejor futuro en la sociedad.

No obstante, si los menores caen en problemas como el alcohol, las drogas, depresión, entre otros factores, lo aconsejable es acudir donde un profesional.

“La mejor forma es hacer uso del sistema de salud, acudir a los diferentes programas del Estado o asesoría y orientación para los hijos”, concluyó la psicóloga María Eugenia Sarmiento, quien añadió que la mejor prevención de todos los casos es la que pueden hacer los padres en los núcleos familiares.

Por Marllelys salinas M./ EL PILÓN
[email protected]

Judicial
3 marzo, 2019

Acorralados por la violencia: la suerte de adolescentes que ha terminado en muerte

Víctimas de homicidio, suicidios o feminicidio son los últimos acontecimientos que han rodeado la muerte de varios adolescentes en lo corrido del año en el Cesar. EL PILÓN, en busca de prevenir sucesos similares, dialogó con una profesional de la psicología para analizar la situación.


El pasado jueves un menor de 16 años fue asesinado con arma de fuego en Media Luna.

Foto: Sergio Mcgreen.
El pasado jueves un menor de 16 años fue asesinado con arma de fuego en Media Luna. Foto: Sergio Mcgreen.

Una casa hecha con materiales como tablas y tejas, rodeada por unas rejas caceras de láminas de zinc, fue escenario de una muerte que se llevó las ilusiones de Amadis Esther Bedoya Herrera, de 16 años de edad, quien aparentemente murió de manos de su compañero sentimental con arma blanca en el barrio subnormal Tierra Prometida, sur de la capital del Cesar.

El ‘amor’ que la adolescente por redes sociales o amigos le profesaba a su novio *Federico le habría costado la vida al interior de la vivienda en la que convivían ubicada en la manzana 11 con casa 28 del popular sector.
Su cuerpo fue encontrado, debajo de la cama con varias heridas de objeto cortopunzante en la región abdominal, brazo izquierdo y cuero cabelludo, por los familiares y miembros de la Policía Nacional luego de romper un candado de la puerta para poder entrar.

Lea también: Una menor fue asesinada, al parecer por su novio, en Tierra Prometida

¿Qué pasó? Era la pregunta que susurraba la muchedumbre que expectante cercaba la humilde vivienda cuando miembros del CTI de la Fiscalía sacaban el cadáver de Bedoya.

Los familiares de Amadis Esther Bedoya Herrera. Foto: Sergio Mcgreen.

Para los familiares de Bedoya la respuesta estaba en una posible discusión de las tantas que la víctima acostumbraba a tener con su pareja, con la que por más de un año residió.

“Ellos constantemente venía peleando y uno siempre les decía que dejaran de hacerlo que si no podían convivir que se ‘abrieran’ e inclusive hasta uno se metía pero ya a lo último con tantas peleas ya uno decía que no le avisaran sobre eso”, acotó Sepúlveda, quien es esposo de una tía de la víctima.

Sin embargo, los consejos fueron ignorados y al parecer su novio la asesinó. Así lo habría confesado el mismo *Federico, según las autoridades.
El informe policial indica que los parientes de Bedoya manifestaron haber recibido una llamada de familiares del compañero sentimental de la víctima en la que informaban que este se había comunicado con ellos para decirles que la había asesinado y que estaba recluido en la clínica Mi Red EPS de la ciudad de barranquilla.

La historia de la joven Bedoya Herrera, que podría tipificarse como un caso de feminicidio, es apenas uno de los casos de violencia en los que se han visto envueltos algunos adolescentes en lo corrido del año en el departamento del Cesar.

Según los últimos registros de la prensa, cinco menores entre edades de 15 y 16 años han perdido la vida al verse envueltos en un episodios violento, tales como la reciente masacre de Aguachica donde en una cancha de fútbol fue ultimado el menor Josué Espalza Cueto; o el asesinato con arma de fuego del adolescente Carlos Ortiz Lozano en el corregimiento de Media Luna, en hechos registrados el pasado jueves.

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Otros adolescentes decidieron quitarse la vida o murieron de manera accidental aparentemente por un descuido de los adultos, como por ejemplo la muerte de un menor de 15 años a bala, a causa de otro de 17 años en Astrea el pasado 7 de febrero.

¿CÓMO PREVENIRLO?

Para los profesionales de la psicología estos lamentables escenarios muchas veces ocurren por circunstancias que se pueden analizar o manejar desde el seno del hogar.

La depresión, la falta de comunicación o ausencia de disciplina son, según los psicólogos, algunos de los factores que predominan en los lamentables sucesos donde algunos menores son asesinados o se suicidan.

La psicóloga María Eugenia Sarmiento.

“Lo importante es que los padres ejerzan su función de serlo, de educar a los hijos para fomentarles valores como amor, el respeto y amor por los estudios. Los padres deben generar en el hogar la comunicación porque es el único canal en el que pueden los menores expresarle a sus progenitores todos sus miedos, alegrías y tristezas, además de decir quiénes son sus amigos o qué adolescente le atrae físicamente. Allí es donde papá y mamá pueden mirar el contexto que los rodea y conocer qué podrían hacer fuera del hogar debido que los hijos en la casa puede tener un comportamiento totalmente diferente al de la calle”, explicó María Eugenia Sarmiento, psicóloga clínica, magister en psiconeurosiquiatría y rehabilitación.

El contexto que rodea la vida de los menores para los especialistas juega un papel fundamental porque estos están en la etapa de experimentar o aprender a cómo ser en la etapa adulta. De ahí la relevancia de que los padres de familia conozcan de los hijos.

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‘LA UNIVERSIDAD DE LA CALLE

Ese escenario externo en que los jóvenes, niños y adolescentes libremente interactúan con los amigos y extraños es el principal reto de los padres de familia. Ya que, de acuerdo a los expertos, a partir del ambiente de la calle los hijos pueden obtener a veces patrones de comportamientos negativos que deben ser detectados a tiempo para poderlos moldear.

“Acá influye mucho la autoridad de los padres. Hay que saberles explicar sobre las malas amistades, porque pueden involucrarlos en el camino de las drogas y la delincuencia, la prostitución, entre otros peligros. Es como la mamá que le permite a la hija de 12 años que tenga noviazgo no puede sorprenderse que después la hagan abuela”, acotó la psicóloga Sarmiento.

Agregó que en este caso lo importante es sembrar en los hijos el afecto a los estudios o si tienen un talento saberlo desarrollar dado que de ello dependen que cosechen un mejor futuro en la sociedad.

No obstante, si los menores caen en problemas como el alcohol, las drogas, depresión, entre otros factores, lo aconsejable es acudir donde un profesional.

“La mejor forma es hacer uso del sistema de salud, acudir a los diferentes programas del Estado o asesoría y orientación para los hijos”, concluyó la psicóloga María Eugenia Sarmiento, quien añadió que la mejor prevención de todos los casos es la que pueden hacer los padres en los núcleos familiares.

Por Marllelys salinas M./ EL PILÓN
[email protected]