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Columnista - 8 marzo, 2019

Acordeoneras pasan al tablero

En columnas anteriores, y especialmente algunas próximas a la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata, dije con toda claridad que veía muy cerca el día en que una mujer lograra coronarse reina de la categoría profesional en el concurso de acordeón, y lo sostengo, habida consideración de que el progreso que han tenido […]

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En columnas anteriores, y especialmente algunas próximas a la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata, dije con toda claridad que veía muy cerca el día en que una mujer lograra coronarse reina de la categoría profesional en el concurso de acordeón, y lo sostengo, habida consideración de que el progreso que han tenido en la interpretación de este instrumento ha sido muy grande.

La semana pasada, la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata anunció que en la próxima versión del certamen se incorporará a los concursos existentes la modalidad de Acordeón Femenino en las categorías menor y mayor. La primera, entre siete y 15 años; y la segunda, de 16 años en adelante; ello indica que las mujeres intérpretes del acordeón van a tener tolda aparte, lo cual podría verse y analizarse desde dos orillas contrarias.

En una de esas orillas se dice que las acordeoneras podrían ahora frenar el ímpetu que traían para equipararse en digitación, fuerza, destreza y armonía con los hombres, y competirles de tú a tú, ya que serían pocas o ninguna las que se inscribirían en la categoría abierta, teniendo ya una categoría exclusiva para ellas. Dicho de otra manera, ya no veremos una Reina Vallenata en modalidad de acordeón profesional general.

Desde otro punto de vista se avizora que debe crecer el número de mujeres intérpretes del acordeón, toda vez que ahora sin la necesidad de tener que competir con los hombres, ellas tocarán ese instrumento con mayor libertad, sin intentar imitar gesticulaciones o estilos propios y característicos del género masculino. Mejor dicho, tocarán el acordeón con sus características y virtudes, pero sin dejar de lado su feminidad.

Desde esta columna celebramos la decisión de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, y estamos seguros que crear esta modalidad con sus categorías redundará en bien del folclor, porque el Festival Vallenato crece cada día en todos los sentidos y se mantiene como la punta del iceberg en lo que respecta a promoción, divulgación y conservación del verdadero vallenato.

Desde esta esquina de opinión también quiero hacer un reconocimiento, no sólo a las acordeoneras que han insistido y perseverado en este arte, sino a aquellas cantantes que son quienes han tenido mayor figuración y tesón en convencernos de que el vallenato, como todas las actividades de la vida, debe tener su versión femenina: acordeoneras como Fabri Meriño, Rita Fernández Padilla, Cecilia Meza Reales, Graciela ‘Chela’ Ceballos, Maribel Cortina, Wendy Corzo, Yeimy Arrieta y muchas otras; así como las vocalistas Patricia Teherán, Adriana Lucía, Ludys De la Ossa, Yolandita y ahora las nuevas generaciones encabezadas por Karen Lizarazo, Ana del Castillo y otras más.

COLOFÓN: Capítulo aparte merecen nombres de mujeres que han estado a la vanguardia de estos logros: Consuelo Araujonoguera, Cecilia ‘La Polla’ Monsalvo, Estela Durán Escalona, Lucy Vidal, Indira De la Cruz, Fabrina Acosta, Diana Burco y la gestora del Festival EVAFE, Sandra Arregocés, entre tantas que se me escapan en el momento.

Columnista
8 marzo, 2019

Acordeoneras pasan al tablero

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Nain

En columnas anteriores, y especialmente algunas próximas a la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata, dije con toda claridad que veía muy cerca el día en que una mujer lograra coronarse reina de la categoría profesional en el concurso de acordeón, y lo sostengo, habida consideración de que el progreso que han tenido […]


En columnas anteriores, y especialmente algunas próximas a la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata, dije con toda claridad que veía muy cerca el día en que una mujer lograra coronarse reina de la categoría profesional en el concurso de acordeón, y lo sostengo, habida consideración de que el progreso que han tenido en la interpretación de este instrumento ha sido muy grande.

La semana pasada, la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata anunció que en la próxima versión del certamen se incorporará a los concursos existentes la modalidad de Acordeón Femenino en las categorías menor y mayor. La primera, entre siete y 15 años; y la segunda, de 16 años en adelante; ello indica que las mujeres intérpretes del acordeón van a tener tolda aparte, lo cual podría verse y analizarse desde dos orillas contrarias.

En una de esas orillas se dice que las acordeoneras podrían ahora frenar el ímpetu que traían para equipararse en digitación, fuerza, destreza y armonía con los hombres, y competirles de tú a tú, ya que serían pocas o ninguna las que se inscribirían en la categoría abierta, teniendo ya una categoría exclusiva para ellas. Dicho de otra manera, ya no veremos una Reina Vallenata en modalidad de acordeón profesional general.

Desde otro punto de vista se avizora que debe crecer el número de mujeres intérpretes del acordeón, toda vez que ahora sin la necesidad de tener que competir con los hombres, ellas tocarán ese instrumento con mayor libertad, sin intentar imitar gesticulaciones o estilos propios y característicos del género masculino. Mejor dicho, tocarán el acordeón con sus características y virtudes, pero sin dejar de lado su feminidad.

Desde esta columna celebramos la decisión de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, y estamos seguros que crear esta modalidad con sus categorías redundará en bien del folclor, porque el Festival Vallenato crece cada día en todos los sentidos y se mantiene como la punta del iceberg en lo que respecta a promoción, divulgación y conservación del verdadero vallenato.

Desde esta esquina de opinión también quiero hacer un reconocimiento, no sólo a las acordeoneras que han insistido y perseverado en este arte, sino a aquellas cantantes que son quienes han tenido mayor figuración y tesón en convencernos de que el vallenato, como todas las actividades de la vida, debe tener su versión femenina: acordeoneras como Fabri Meriño, Rita Fernández Padilla, Cecilia Meza Reales, Graciela ‘Chela’ Ceballos, Maribel Cortina, Wendy Corzo, Yeimy Arrieta y muchas otras; así como las vocalistas Patricia Teherán, Adriana Lucía, Ludys De la Ossa, Yolandita y ahora las nuevas generaciones encabezadas por Karen Lizarazo, Ana del Castillo y otras más.

COLOFÓN: Capítulo aparte merecen nombres de mujeres que han estado a la vanguardia de estos logros: Consuelo Araujonoguera, Cecilia ‘La Polla’ Monsalvo, Estela Durán Escalona, Lucy Vidal, Indira De la Cruz, Fabrina Acosta, Diana Burco y la gestora del Festival EVAFE, Sandra Arregocés, entre tantas que se me escapan en el momento.