En medio de esta fiesta las mujeres pasarán de inspiradoras de diversas canciones, a ser las grandes protagonistas porque con su acordeón al pecho saldrán a decirle al mundo que desde Valledupar ellas ponen la nota más alta.
En paralelo, ocho acordeoneras mayores inician por primera vez la competencia en esta categoría. Estarán desde las nueve de la mañana en los mismos escenarios que los hombres. En medio de esta fiesta las mujeres pasarán de inspiradoras de diversas canciones, a ser las grandes protagonistas porque con su acordeón al pecho saldrán a decirle al mundo que desde Valledupar ellas ponen la nota más alta.
Frente a este concurso, la cantautora, quien domina el piano y acordeón, Rifa Fernández Padilla, considera: “El género vallenato no tiene sexo, pero tiene expresión. Se debe seguir notando la expresión del vallenato en el varón y en la mujer. El vallenato en las manos del varón es bastante diferente a la de la mujer; es una expresión diferente porque la forma como coloca el instrumento sobre el pecho y la puesta en escena, entre otros aspectos, son muy diferentes a la de la mujer. Las féminas estamos llamadas a mostrar la dulzura, la feminidad, la delicadeza y la ternura”.
Subrayó: “El vallenato en manos de la mujer debe seguir siendo romántico, delicado, tierno y dulce. Las características de una buena acordeonera en cuanto a la digitación debe tener su estilo particular, su identidad que es la riqueza del vallenato; la nota debe ser limpia, el vallenato no está llamado a tocar pitos y a ese corre-corre que ha traído la modernización del vallenato y la comercialización. El vallenato es una expresión pura, es un sentimiento, es un estado del alma, no es correr a componer. Hace falta navegar en esas aguas profundas del mar de la música vallenata, saborearlo, vivirlo, disfrutarlo y beber de su pureza”.
Por: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
[email protected]
En medio de esta fiesta las mujeres pasarán de inspiradoras de diversas canciones, a ser las grandes protagonistas porque con su acordeón al pecho saldrán a decirle al mundo que desde Valledupar ellas ponen la nota más alta.
En paralelo, ocho acordeoneras mayores inician por primera vez la competencia en esta categoría. Estarán desde las nueve de la mañana en los mismos escenarios que los hombres. En medio de esta fiesta las mujeres pasarán de inspiradoras de diversas canciones, a ser las grandes protagonistas porque con su acordeón al pecho saldrán a decirle al mundo que desde Valledupar ellas ponen la nota más alta.
Frente a este concurso, la cantautora, quien domina el piano y acordeón, Rifa Fernández Padilla, considera: “El género vallenato no tiene sexo, pero tiene expresión. Se debe seguir notando la expresión del vallenato en el varón y en la mujer. El vallenato en las manos del varón es bastante diferente a la de la mujer; es una expresión diferente porque la forma como coloca el instrumento sobre el pecho y la puesta en escena, entre otros aspectos, son muy diferentes a la de la mujer. Las féminas estamos llamadas a mostrar la dulzura, la feminidad, la delicadeza y la ternura”.
Subrayó: “El vallenato en manos de la mujer debe seguir siendo romántico, delicado, tierno y dulce. Las características de una buena acordeonera en cuanto a la digitación debe tener su estilo particular, su identidad que es la riqueza del vallenato; la nota debe ser limpia, el vallenato no está llamado a tocar pitos y a ese corre-corre que ha traído la modernización del vallenato y la comercialización. El vallenato es una expresión pura, es un sentimiento, es un estado del alma, no es correr a componer. Hace falta navegar en esas aguas profundas del mar de la música vallenata, saborearlo, vivirlo, disfrutarlo y beber de su pureza”.
Por: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
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