“Luis Alberto Monsalvo llega con un mandato muy robusto desde el punto de vista electoral. Le estamos pidiendo a Dios que tenga un muy buen entendimiento con el Gobierno nacional para poder traer al departamento todo lo que él ha delineado en su discurso”, fueron las palabras de Sergio Araujo Castro, líder del Centro Democrático y, de diversas formas, vocero del presidente Duque en el Cesar.

Palabras que vienen a cuento por el asunto relevante de los apoyos con los cuales cuenta y debe contar el reelegido gobernador para sacer adelante su proyecto de gobierno.

Las palabras de Araujo Castro fueron para EL PILÓN al concluir el acto de posesión del gobernador Monsalvo, el mismo evento al que asistieron, entre otros, Daniel Palacios, el nieto de Aníbal Martínez Zuleta que ostenta el cargo de viceministro del Interior, y Luis Alberto Rodríguez, director del Departamento Nacional de Planeación. Jóvenes, vallenatos y con deseos de acompañar la gestión de Monsalvo, un hecho, más que necesario, urgente.
“Aquí estamos reiterando el compromiso del gobierno del presidente Duque en este escenario en el que toman posesión el alcalde y el gobernador”, expresó Rodríguez, joven cesarense que ya fue viceministro técnico de Hacienda.

A estos dos espaldarazos se le suma el de las Fuerzas Militares. Un gesto que no pasó desapercibido y que destacó en el acto fue la presencia del recién posesionado comandante del Ejército Nacional, el mayor general Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda, quien acompañó en la mesa principal a los mandatarios Luis Alberto Monsalvo y Mello Castro.

El bolivarense fue comandante de la Décima Brigada Blindada del Ejército Nacional, base principal en Valledupar, cuando Monsalvo fue gobernador en 2012 – 2015. En el acto, el mandatario exaltó las cualidades del mayor general y destacó sus calidades de servicio. En un momento en que Zapateiro requiere los mayores apoyos, dada la controversia generada con su ascenso al alto cargo por la familia del futbolista Luis Fernando Quintero.

Esperamos entonces que esta buena relación redunde en mejores resultados de las Fuerzas Militares en la lucha contra los flagelos que más han atacado al Cesar en sus zonas rurales: el abigeato, la extorsión, el secuestro y asesinato a productores y ganaderos que ha reaparecido recientemente, y todos los factores de inseguridad estacionados en la frontera del departamento con la zona del Catatumbo.

Son elementos de esa posesión en los que alcanzamos a escuchar justamente los sonidos finales de las tamboras de Tamalameque, el largo canto celestial, que hizo notar el tiempo de la Iglesia católica, la buena introducción de la cantante Eliana Gnecco y bello canto de los himnos del barítono Carlos Felipe Cerchario.

Una revelación. Como se dijo graciosamente, la organización de los Gnecco y Monsalvo no solo exhibe altos registros electorales sino que ha alcanzado unas portentosas y finas notas musicales.