En la nota editorial de la edición anterior nos referíamos a ese ciclo vicioso que se da en todos los gobiernos de turnos, en el que se expiden normas y se toman medidas para contrarrestar a la delincuencia, pero esta cada día sigue creciendo y con el agravante de que la situación empeora y se vuelve más peligrosa para una comunidad que vive en permanente zozobra.
En la nota editorial de la edición anterior nos referíamos a ese ciclo vicioso que se da en todos los gobiernos de turnos, en el que se expiden normas y se toman medidas para contrarrestar a la delincuencia, pero esta cada día sigue creciendo y con el agravante de que la situación empeora y se vuelve más peligrosa para una comunidad que vive en permanente zozobra.
Hacíamos referencia de manera específica al decreto 001072 del 8 de agosto de 2023, mediante el cual se prohíbe permanentemente el parrillero hombre mayor de 14 años en la capital del Cesar durante las 24 horas del día y los siete días de la semana.
El espíritu de esa medida es ponerle un freno a la ola delincuencial en la ciudad y de paso restarle demanda al mototaxismo en Valledupar y por ello hemos dicho que esos objetivos muy pocos se han conseguido en épocas anteriores debido a la falta de herramientas para hacer cumplir dichos decretos restrictivos.
Por ello también decíamos que ojalá esta vez sí funcionara ese decreto y que las autoridades sí lograran hacerlo cumplir para que nos callasen la boca y nos borraran de un plumazo todo lo que ha escrito la pluma de EL PILÓN.
Pues bien, sabemos que no es fácil lograr el cumplimiento ciento por ciento de lo establecido en el decreto, pero tampoco es imposible hacerlo, es cuestión de un proceso de acompañamiento y unificación de fuerzas de todos los estamentos comprometidos con el tema: autoridades gubernamentales, policivas, gremios, academia y la misma comunidad, entre otros.
Como es sabido por todos, en el fenómeno del mototaxismo intervienen tres factores principales, que en un alto grado son del resorte de la institucionalidad: desempleo, falta de un eficiente y oportuno transporte público masivo y la inseguridad derivada del uso del parrillero hombre en motocicleta.
Es evidente entonces que, si la institucionalidad se provisiona de las condiciones necesarias para hacer cumplir el decreto en mención, y de manera conjunta ataca esos tres factores causantes del mototaxismo, lograría ese plumazo capaz de cortar de raíz el ciclo vicioso sobre el cual hemos venido escribiendo aquí.
Se podría decir que ya existe un principio de solución al factor referido al servicio de transporte público masivo y ese es la implementación y puesta en marcha del SIVA, por lo menos esa es una opción que tiene el ciudadano para movilizarse y evitar el uso de la moto. Además, en esta semana información oficial del SIVA daba cuenta de la generación de empleo que ha permitido el funcionamiento de esa empresa y, adicional, las obras que se están ejecutando para dinamizar sus funciones.
Resalta esa información que en Valledupar en este 2023 se han beneficiado más de 300 familias con la generación de igual número de oportunidades laborales; 276 conductores, 44 personas que laboran entre las áreas de centro de control, seguridad vial, patio y despachadores, además de las 80 vinculadas al proyecto Terminal Sur.
Como se puede ver, con el sistema de transporte público masivo se resuelven dos de los tres problemas: movilidad y parte del desempleo; y al reducirse el mototaxismo, ante la poca demanda de ese servicio, es decir al haber menor número de motocicletas circulando, es más fácil para la Policía controlar el uso del parrillero hombre, lo cual deberá disminuir el índice delincuencial que de allí se deriva.
Esa ha de ser la meta de las autoridades gubernamentales, cortar de raíz el problema, pero para ello debe liderar ese proceso de agrupamiento en el que todos aportemos algo de nuestra parte.
En la nota editorial de la edición anterior nos referíamos a ese ciclo vicioso que se da en todos los gobiernos de turnos, en el que se expiden normas y se toman medidas para contrarrestar a la delincuencia, pero esta cada día sigue creciendo y con el agravante de que la situación empeora y se vuelve más peligrosa para una comunidad que vive en permanente zozobra.
En la nota editorial de la edición anterior nos referíamos a ese ciclo vicioso que se da en todos los gobiernos de turnos, en el que se expiden normas y se toman medidas para contrarrestar a la delincuencia, pero esta cada día sigue creciendo y con el agravante de que la situación empeora y se vuelve más peligrosa para una comunidad que vive en permanente zozobra.
Hacíamos referencia de manera específica al decreto 001072 del 8 de agosto de 2023, mediante el cual se prohíbe permanentemente el parrillero hombre mayor de 14 años en la capital del Cesar durante las 24 horas del día y los siete días de la semana.
El espíritu de esa medida es ponerle un freno a la ola delincuencial en la ciudad y de paso restarle demanda al mototaxismo en Valledupar y por ello hemos dicho que esos objetivos muy pocos se han conseguido en épocas anteriores debido a la falta de herramientas para hacer cumplir dichos decretos restrictivos.
Por ello también decíamos que ojalá esta vez sí funcionara ese decreto y que las autoridades sí lograran hacerlo cumplir para que nos callasen la boca y nos borraran de un plumazo todo lo que ha escrito la pluma de EL PILÓN.
Pues bien, sabemos que no es fácil lograr el cumplimiento ciento por ciento de lo establecido en el decreto, pero tampoco es imposible hacerlo, es cuestión de un proceso de acompañamiento y unificación de fuerzas de todos los estamentos comprometidos con el tema: autoridades gubernamentales, policivas, gremios, academia y la misma comunidad, entre otros.
Como es sabido por todos, en el fenómeno del mototaxismo intervienen tres factores principales, que en un alto grado son del resorte de la institucionalidad: desempleo, falta de un eficiente y oportuno transporte público masivo y la inseguridad derivada del uso del parrillero hombre en motocicleta.
Es evidente entonces que, si la institucionalidad se provisiona de las condiciones necesarias para hacer cumplir el decreto en mención, y de manera conjunta ataca esos tres factores causantes del mototaxismo, lograría ese plumazo capaz de cortar de raíz el ciclo vicioso sobre el cual hemos venido escribiendo aquí.
Se podría decir que ya existe un principio de solución al factor referido al servicio de transporte público masivo y ese es la implementación y puesta en marcha del SIVA, por lo menos esa es una opción que tiene el ciudadano para movilizarse y evitar el uso de la moto. Además, en esta semana información oficial del SIVA daba cuenta de la generación de empleo que ha permitido el funcionamiento de esa empresa y, adicional, las obras que se están ejecutando para dinamizar sus funciones.
Resalta esa información que en Valledupar en este 2023 se han beneficiado más de 300 familias con la generación de igual número de oportunidades laborales; 276 conductores, 44 personas que laboran entre las áreas de centro de control, seguridad vial, patio y despachadores, además de las 80 vinculadas al proyecto Terminal Sur.
Como se puede ver, con el sistema de transporte público masivo se resuelven dos de los tres problemas: movilidad y parte del desempleo; y al reducirse el mototaxismo, ante la poca demanda de ese servicio, es decir al haber menor número de motocicletas circulando, es más fácil para la Policía controlar el uso del parrillero hombre, lo cual deberá disminuir el índice delincuencial que de allí se deriva.
Esa ha de ser la meta de las autoridades gubernamentales, cortar de raíz el problema, pero para ello debe liderar ese proceso de agrupamiento en el que todos aportemos algo de nuestra parte.