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Columnista - 1 junio, 2014

Ábrele tu corazón a la poesía

LA CARTA A alguna chica del barrio, una vez quise escribirle una carta, se lo había prometido y ella la esperaba entusiasmada, pero tenía un grave problema. No sabía escribir cartas de amor. En el intento escribí muchas que luego no me atreví a mandar, me parecía que no decían lo que yo quería expresar. […]

LA CARTA

A alguna chica del barrio, una vez quise escribirle una carta, se lo había prometido y ella la esperaba entusiasmada, pero tenía un grave problema. No sabía escribir cartas de amor. En el intento escribí muchas que luego no me atreví a mandar, me parecía que no decían lo que yo quería expresar. Entonces recordé que en una caja de nácar mamá tenía muchas cartas que papá le había escrito en su afán de conquistarla, las leí todas, y todas decían lo mismo.
Después de pensarlo mucho, un día cualquiera elegí una al azar, la transcribí exactamente igual, solo cambie fecha y destinatario.
Dos días después ella me llamó. Escuché su voz emocionada al otro lado de la línea.
– Gracias, me dijo, eso era lo que yo quería que me dijeras.
Entonces lo supe. Para los que aman todas las cartas de amor ya están escritas, y son iguales, solo hay que cambiar fecha y destinatario.

EL SECRETO
De niño tenía muchas dificultades con las palabras: no podía distinguir entre los adjetivos, sustantivos, verbos etc. Entonces recortaba palabras de diarios, revistas y de donde pudiera y las llevaba a la escuela en una cajita de madera, mi profesora, que era amorosa y mágica, las ponía en su escritorio y con una paciencia infinita -mientras me explicaba las diferencias- las iba uniendo como un rompecabezas para crear historias fantásticas que aparecían ante mis propios ojos, yo quedaba deslumbrado ante el prodigio que surgía cuando el amor y las palabras se hermanan.
Como por arte de magia aparecían cuentos de princesas, de aventuras, corsarios y piratas que en sus barcos y cañoneras hacían fantásticos viajes a tierras lejanas, esa cajita ha recorrido conmigo medio mundo y muchos mares y aún la conservo con aquellos recortes, cuando quiero escribir algo abro mi cajita mágica uno las viejas palabras y aparecen mis nuevos cuentos. La verdad este es mi gran secreto.

JUANITA
Juanita la loca muy loca loquita
le cantaba al viento y descalza bailaba
cantaba a las aves con voz muy serena
y con las mariposas feliz se extasiaba.
hermosa la loca con faldas de seda
usaba sombreros tejidos de lana
Juanita la loca en la plaza danzaba
cantando canciones de amores y penas
mariposas la siguen como enloquecidas
y dicen que usaba en el pelo miel
pero son sus versos o quizás sus penas
que alegran la plaza y al pueblo también
a cambio de versosrecibe alimentos
algas marinas, frutas o miel.
Juanita la loca de amores furtivos
con toda decencia parió cuatro niños
de padres de paso y desconocidos
toditos se fueron al llegar la aurora
la decente es ella, no los forajidos.
Juanita la loca que bella señora
al viento gritaba yo adoro mis hijos
muy de mañanita los lleva a la escuela
que aprendan que aprendan gritaba feliz
tienen que aprender a cantar y bailar
y que sean como el viento libre y feliz.

[email protected]

Columnista
1 junio, 2014

Ábrele tu corazón a la poesía

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Leonardo Maya Amaya

LA CARTA A alguna chica del barrio, una vez quise escribirle una carta, se lo había prometido y ella la esperaba entusiasmada, pero tenía un grave problema. No sabía escribir cartas de amor. En el intento escribí muchas que luego no me atreví a mandar, me parecía que no decían lo que yo quería expresar. […]


LA CARTA

A alguna chica del barrio, una vez quise escribirle una carta, se lo había prometido y ella la esperaba entusiasmada, pero tenía un grave problema. No sabía escribir cartas de amor. En el intento escribí muchas que luego no me atreví a mandar, me parecía que no decían lo que yo quería expresar. Entonces recordé que en una caja de nácar mamá tenía muchas cartas que papá le había escrito en su afán de conquistarla, las leí todas, y todas decían lo mismo.
Después de pensarlo mucho, un día cualquiera elegí una al azar, la transcribí exactamente igual, solo cambie fecha y destinatario.
Dos días después ella me llamó. Escuché su voz emocionada al otro lado de la línea.
– Gracias, me dijo, eso era lo que yo quería que me dijeras.
Entonces lo supe. Para los que aman todas las cartas de amor ya están escritas, y son iguales, solo hay que cambiar fecha y destinatario.

EL SECRETO
De niño tenía muchas dificultades con las palabras: no podía distinguir entre los adjetivos, sustantivos, verbos etc. Entonces recortaba palabras de diarios, revistas y de donde pudiera y las llevaba a la escuela en una cajita de madera, mi profesora, que era amorosa y mágica, las ponía en su escritorio y con una paciencia infinita -mientras me explicaba las diferencias- las iba uniendo como un rompecabezas para crear historias fantásticas que aparecían ante mis propios ojos, yo quedaba deslumbrado ante el prodigio que surgía cuando el amor y las palabras se hermanan.
Como por arte de magia aparecían cuentos de princesas, de aventuras, corsarios y piratas que en sus barcos y cañoneras hacían fantásticos viajes a tierras lejanas, esa cajita ha recorrido conmigo medio mundo y muchos mares y aún la conservo con aquellos recortes, cuando quiero escribir algo abro mi cajita mágica uno las viejas palabras y aparecen mis nuevos cuentos. La verdad este es mi gran secreto.

JUANITA
Juanita la loca muy loca loquita
le cantaba al viento y descalza bailaba
cantaba a las aves con voz muy serena
y con las mariposas feliz se extasiaba.
hermosa la loca con faldas de seda
usaba sombreros tejidos de lana
Juanita la loca en la plaza danzaba
cantando canciones de amores y penas
mariposas la siguen como enloquecidas
y dicen que usaba en el pelo miel
pero son sus versos o quizás sus penas
que alegran la plaza y al pueblo también
a cambio de versosrecibe alimentos
algas marinas, frutas o miel.
Juanita la loca de amores furtivos
con toda decencia parió cuatro niños
de padres de paso y desconocidos
toditos se fueron al llegar la aurora
la decente es ella, no los forajidos.
Juanita la loca que bella señora
al viento gritaba yo adoro mis hijos
muy de mañanita los lleva a la escuela
que aprendan que aprendan gritaba feliz
tienen que aprender a cantar y bailar
y que sean como el viento libre y feliz.

[email protected]