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Editorial - 3 enero, 2019

A tres años del PES

Ya se cumplieron tres años desde que la Unesco decidió incluir al vallenato en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en Necesidad Urgente de Salvaguardia y estábamos en mora de conmemorar la fecha que en su momento se vivió con apoteosis y que no tardamos en darnos cuenta del campanazo de alerta que […]

Boton Wpp

Ya se cumplieron tres años desde que la Unesco decidió incluir al vallenato en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en Necesidad Urgente de Salvaguardia y estábamos en mora de conmemorar la fecha que en su momento se vivió con apoteosis y que no tardamos en darnos cuenta del campanazo de alerta que significaba. Es un momento propicio para volver a alertar que pasados más de 1.000 días, el Plan Especial de Salvaguardia, PES, documento que establece el cómo y porqué del rescate del vallenato, sigue sin aparecer, específicamente, en las agendas del Gobierno.

Nos referimos no a la promoción, mención, disfrute de la música de acordeón y nuestra literatura cantada, por parte de lo público y lo privado, sino a la puesta en marcha de los lineamientos como las “Medidas de fomento a la transmisión de conocimientos: formación, investigación y memoria”, establecidos en el PES, que nació en el seno de los investigadores con el apoyo del Ministerio de Cultura.

Es el momento de ponerlo en la agenda. Valga la crítica de Carlos Llanos Diazgranados, del Clúster de la Música Vallenata, y uno de los investigadores que dio origen al PES, quien se pregunta por los recursos del Estado para poner, de una vez por todas, el mencionado plan en marcha. Y es que el PES además de ser una hoja de ruta para la conservación de la manifestación, es garantía de que a través de nuestra tradición se promueve el desarrollo de la economía naranja, hoy que estamos en la carrera por convertir en un hito de la riqueza a la propiedad intelectual, la cual tenemos por doquier en el Cesar, y por supuesto a toda aquella manifestación que como el vallenato surge de la capacidad creativa de los ciudadanos.

El presidente, siendo candidato, elevó en una cumbre al vallenato como manifestación cultural y en su gobierno ha puesto los ojos en Valledupar; sin lugar a dudas en su visita a esta capital, en el marco de sus 469 años de historia, los gobernantes Augusto Ramírez Uhía y Francisco Ovalle Angarita le expondrán al primer mandatario, Iván Duque Márquez, la necesidad de contar con las herramientas que pongan en marcha la economía naranja desde la región.

Confiamos en que este será el momento de darles respuesta a los gestores culturales, a los emprendedores digitales, creativos de la gastronomía, muralistas, teatreros, músicos, compositores, pintores, entre otros, que esperan poder formalizar su proyecto con el apoyo del Estado y que son conscientes de que también con sus propias herramientas pueden hacer la tarea, además de darle vida a su arte.

Entendamos juntos la oportunidad histórica que nos presenta esta realidad: en el Cesar, en Valledupar, tenemos el insumo necesario para hacer realidad un renglón de la economía que ya mueve los indicadores a nivel país en otros lugares del globo. Pongamos en marcha el PES, iluminemos el camino de los emprendedores, démosles las herramientas a las juventudes talentosas y organizadas, y empecemos ya, como uno de los propósitos de año nuevo.

Editorial
3 enero, 2019

A tres años del PES

Ya se cumplieron tres años desde que la Unesco decidió incluir al vallenato en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en Necesidad Urgente de Salvaguardia y estábamos en mora de conmemorar la fecha que en su momento se vivió con apoteosis y que no tardamos en darnos cuenta del campanazo de alerta que […]


Boton Wpp

Ya se cumplieron tres años desde que la Unesco decidió incluir al vallenato en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en Necesidad Urgente de Salvaguardia y estábamos en mora de conmemorar la fecha que en su momento se vivió con apoteosis y que no tardamos en darnos cuenta del campanazo de alerta que significaba. Es un momento propicio para volver a alertar que pasados más de 1.000 días, el Plan Especial de Salvaguardia, PES, documento que establece el cómo y porqué del rescate del vallenato, sigue sin aparecer, específicamente, en las agendas del Gobierno.

Nos referimos no a la promoción, mención, disfrute de la música de acordeón y nuestra literatura cantada, por parte de lo público y lo privado, sino a la puesta en marcha de los lineamientos como las “Medidas de fomento a la transmisión de conocimientos: formación, investigación y memoria”, establecidos en el PES, que nació en el seno de los investigadores con el apoyo del Ministerio de Cultura.

Es el momento de ponerlo en la agenda. Valga la crítica de Carlos Llanos Diazgranados, del Clúster de la Música Vallenata, y uno de los investigadores que dio origen al PES, quien se pregunta por los recursos del Estado para poner, de una vez por todas, el mencionado plan en marcha. Y es que el PES además de ser una hoja de ruta para la conservación de la manifestación, es garantía de que a través de nuestra tradición se promueve el desarrollo de la economía naranja, hoy que estamos en la carrera por convertir en un hito de la riqueza a la propiedad intelectual, la cual tenemos por doquier en el Cesar, y por supuesto a toda aquella manifestación que como el vallenato surge de la capacidad creativa de los ciudadanos.

El presidente, siendo candidato, elevó en una cumbre al vallenato como manifestación cultural y en su gobierno ha puesto los ojos en Valledupar; sin lugar a dudas en su visita a esta capital, en el marco de sus 469 años de historia, los gobernantes Augusto Ramírez Uhía y Francisco Ovalle Angarita le expondrán al primer mandatario, Iván Duque Márquez, la necesidad de contar con las herramientas que pongan en marcha la economía naranja desde la región.

Confiamos en que este será el momento de darles respuesta a los gestores culturales, a los emprendedores digitales, creativos de la gastronomía, muralistas, teatreros, músicos, compositores, pintores, entre otros, que esperan poder formalizar su proyecto con el apoyo del Estado y que son conscientes de que también con sus propias herramientas pueden hacer la tarea, además de darle vida a su arte.

Entendamos juntos la oportunidad histórica que nos presenta esta realidad: en el Cesar, en Valledupar, tenemos el insumo necesario para hacer realidad un renglón de la economía que ya mueve los indicadores a nivel país en otros lugares del globo. Pongamos en marcha el PES, iluminemos el camino de los emprendedores, démosles las herramientas a las juventudes talentosas y organizadas, y empecemos ya, como uno de los propósitos de año nuevo.