Por: Luís Elquis Díaz 

El objeto que persigue una negociación en términos gerenciales, consiste en concretar un compromiso formal entre las partes, es decir, donde ambas puedan obtener resultados beneficiosos y favorables. Bajo esta perspectiva se está negociando en La Habana, con la diferencia que es el pueblo colombiano quien resultará beneficiado con el fin del conflicto; no obstante, en primera instancia,el fin del conflicto no significa la paz, en especial, si se obvia la importancia del postconflicto.

Contradictores del proceso de negociación, argumentan que el Presidente Juan Manuel Santos, está entregando el país a las FARC y que estamos rumbo al comunismo. Concepciones retoricasy subjetivas que procura defender posiciones ideológicas y mantener espacios de influencia, entre tanto, las organizaciones políticas tradicionales y emergentes profundizan su incredibilidad.

Los Partidos Políticos, son instituciones llamadas a luchar por la conquista del poder, sin embargo, el individualismo se encarga de desmoronar los propósitos ideológicos, programáticos,limitando la vocación de poder, contradiciendo posiciones proféticas, contrariasa la realidad, si tenemos en cuenta, los índices de desigualdad ypobreza, la crisis organizacional de la izquierda democrática y la susceptibilidad de destitución y revocatoria del Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro.

La evidencia recientetuvo como escenario a valledupar, fuimos testigos presenciales del desbarajuste de la lista del Partido Liberal a Cámara de Representantes. La renuncia del doctor Nerio Alvis(sus razones tendrá) y los rumores de otras dimisiones, sin lugar a dudas,restringe las posibilidades para que el partido creado por el ideólogo Ezequiel Rojas,obtenga el Umbral que permite la disputa por las curules. Los Partidos Políticos, están por encima de los hombres, el nepotismo y sus divergencias, porque perecen y las organizaciones prevalecen nutriendo la democracia.

Nuestra historia democrática describe que hemos sido gobernados de acuerdo a la coyuntura del momento y que las organizaciones políticas priorizaron los intereses particulares relegando las convicciones en detrimento de lo programático. Nuestra nación esta distante del Comunismo o del denominado modelo Castro Chavista implementado en Venezuela; es menester puntualizar que el problema no reside en la concepción y estructuración del sistema, si no en la ineptitud de los gobernantes que los dirigen. Es incompresible que países como Colombia y Venezuela, con exuberante riqueza natural, tengan padecimientos en todos los renglones que conjuga lo social. ¿A quién responsabilizar? ¿Al sistema? ¿La ideología? ¿El orden programático? o a las ¿Organizaciones Políticas (Dirigencia)?

 Mis condolencias a todos los familiares de nuestro amigo, Luis Augusto González Pimienta.

 Twitter: @LuchoDiaz12