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Columnista - 14 agosto, 2014

¿A quien representará el nuevo ministro de agricultura?

Hace algunas semanas nos planteamos la tesis de que la política agraria de Santos II dependería de quien fuera el nuevo ministro de agricultura. Ya lo designaron, hoy ya nos podemos formar una idea de cuáles son las verdaderas preocupaciones de este gobierno frente al problema de la tierra y de la suerte de los […]

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Hace algunas semanas nos planteamos la tesis de que la política agraria de Santos II dependería de quien fuera el nuevo ministro de agricultura. Ya lo designaron, hoy ya nos podemos formar una idea de cuáles son las verdaderas preocupaciones de este gobierno frente al problema de la tierra y de la suerte de los labriegos colombianos. Se trata de Aurelio Iragorri Valencia, abogado javeriano, nieto del presidente Guillermo Valencia, el verdugo de los campesinos del Pato y Guayavero, hijo del vitalicio senador Aurelio Iragorri Hormaza, de la estirpe latifundista del Cauca, dueño de baldíos en la altillanura, según lo mostraron en debates en la cámara de representantes. Iragorri Valencia no es un “nerd” pero sí un hombre con mucho respaldo político; a su edad (46) ha sido paseado por muchos cargos importantes del orden nacional e internacional; se le conoce como buen conciliador pero no como un profundo conocedor de lo que significa la tierra para muchos campesinos colombianos. Las FARC y las AUC surgieron por un problema de tierras, con los indígenas está de por medio la tierra, el sector agrario está en la cuerda floja por ausencia de acertadas políticas agrarias; el desplazamiento de más de seis millones de campesinos se origina por un problema de tierras. Dada la naturaleza del agro, puede decirse que esta es la principal cartera, sobre todo, ahora que se discute con las FARC, el problema agrario. El nuevo ministro tendrá que decidir entre dos opciones contrapuestas: estar del lado del latifundismo caucano, habitad de su padre, o diseñar políticas que ayuden a racionalizar el uso de la tierra.Los problemas del agro, además de su misión auto abastecedor de alimentos para personas y animales, son conexos con los de la minería y el medio ambiente; ahí está el problema fundamental de Colombia. Sin tratar de minimizar la capacidad del ministro Aurelio Iragorri para enfrentar estas realidades, creo que el presidente no consultó con el directorio social y económicodel país, sino con las fuerzas políticas del congreso y, tal vez, tratando de justificar el respaldo de Iragorri Hormaza, un “U” que bien podría nadar bien en las turbias aguas del Centro Democrático sin tragarse una sola gota de agua. Aún no conozco la reacción de los estratos bajos de la agricultura ni la calificación de este nombramiento por gentes como Celia López Montaño o del senador del Polo Jorge Robledo; tampoco de la ONIC, Organización Nacional Indígena. Suerte ministro, el agro lo saluda. [email protected]

Por Luis Napoleón de Armas

Columnista
14 agosto, 2014

¿A quien representará el nuevo ministro de agricultura?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

Hace algunas semanas nos planteamos la tesis de que la política agraria de Santos II dependería de quien fuera el nuevo ministro de agricultura. Ya lo designaron, hoy ya nos podemos formar una idea de cuáles son las verdaderas preocupaciones de este gobierno frente al problema de la tierra y de la suerte de los […]


Hace algunas semanas nos planteamos la tesis de que la política agraria de Santos II dependería de quien fuera el nuevo ministro de agricultura. Ya lo designaron, hoy ya nos podemos formar una idea de cuáles son las verdaderas preocupaciones de este gobierno frente al problema de la tierra y de la suerte de los labriegos colombianos. Se trata de Aurelio Iragorri Valencia, abogado javeriano, nieto del presidente Guillermo Valencia, el verdugo de los campesinos del Pato y Guayavero, hijo del vitalicio senador Aurelio Iragorri Hormaza, de la estirpe latifundista del Cauca, dueño de baldíos en la altillanura, según lo mostraron en debates en la cámara de representantes. Iragorri Valencia no es un “nerd” pero sí un hombre con mucho respaldo político; a su edad (46) ha sido paseado por muchos cargos importantes del orden nacional e internacional; se le conoce como buen conciliador pero no como un profundo conocedor de lo que significa la tierra para muchos campesinos colombianos. Las FARC y las AUC surgieron por un problema de tierras, con los indígenas está de por medio la tierra, el sector agrario está en la cuerda floja por ausencia de acertadas políticas agrarias; el desplazamiento de más de seis millones de campesinos se origina por un problema de tierras. Dada la naturaleza del agro, puede decirse que esta es la principal cartera, sobre todo, ahora que se discute con las FARC, el problema agrario. El nuevo ministro tendrá que decidir entre dos opciones contrapuestas: estar del lado del latifundismo caucano, habitad de su padre, o diseñar políticas que ayuden a racionalizar el uso de la tierra.Los problemas del agro, además de su misión auto abastecedor de alimentos para personas y animales, son conexos con los de la minería y el medio ambiente; ahí está el problema fundamental de Colombia. Sin tratar de minimizar la capacidad del ministro Aurelio Iragorri para enfrentar estas realidades, creo que el presidente no consultó con el directorio social y económicodel país, sino con las fuerzas políticas del congreso y, tal vez, tratando de justificar el respaldo de Iragorri Hormaza, un “U” que bien podría nadar bien en las turbias aguas del Centro Democrático sin tragarse una sola gota de agua. Aún no conozco la reacción de los estratos bajos de la agricultura ni la calificación de este nombramiento por gentes como Celia López Montaño o del senador del Polo Jorge Robledo; tampoco de la ONIC, Organización Nacional Indígena. Suerte ministro, el agro lo saluda. [email protected]

Por Luis Napoleón de Armas