Se trata de Laura Andrea Daza Blanco, de 19 años, quien fue capturada con Yorman Yair Rodríguez por un hurto en el barrio Doce de Octubre de la ciudad.
A su corta edad, Laura Andrea Daza Blanco, fue enviada a prisión como la mujer que, presuntamente, cometía hurtos en Valledupar en compañía de otros delincuentes.
La joven de tez morena y madre soltera cayó en manos de la Policía Nacional en la carrera 13 con calle 28 del barrio Doce de Octubre, donde en compañía de Yorman Yair Rodríguez Terán, de 25 años, cometió un robo a un estudiante de derecho.
La mujer habría descendido de una motocicleta para intimidar con arma de fuego al estudiante y despojarlo de un bolso, pero al intentar huir fue atrapada por la comunidad junto con su cómplice.
Los habitantes enardecidos incendiaron la motocicleta de los delincuentes y los golpearon cuando estaban en la vía pública. No obstante, otros ciudadanos dieron aviso a las autoridades sobre el robo para restablecer el orden público.
“Al momento de llegar (los uniformados) había personas que los agredían físicamente cuando estaban en el suelo. Se solicita apoyo con el fin de salvaguardar la integridad y se acerca un ciudadano que se identificó como estudiante de derecho que manifiesta que estas dos personas momentos antes lo habían intimidado con un arma”, contó Fernando Fernández, fiscal 7 Local Uri en las audiencias preliminares.
Laura Andrea Daza Blanco y Yorman Yair Rodríguez Terán, fueron conducidos a la Unidad de Reacción Inmediata, URI, de la Fiscalía donde en audiencia virtual fueron presentados ante el Juzgado Segundo Penal Municipal con función de Control de Garantías.
En la URI, las autoridades notaron que Laura Andrea Daza Blanco tenía vigente una orden de captura por otras acciones delincuenciales en la ciudad.
Al parecer, Laura Daza sería la misma mujer que hace poco quedó registrada en una cámara de seguridad cometiendo un atraco en una tienda del barrio Simón Bolívar de Valledupar.
En este resultaron heridos el propietario del lugar Javier Cruzco Daza y su empleado, quienes sufrieron leves lesiones al parecer con un arma traumática.
“Esta mujer ha sido neutralizada, se camuflaba cambiándose su color de cabello, no obstante, ya ha sido presentada ante las autoridades para responder por los hechos”, manifestó Andrés Alberto Palencia Fajardo, director de Fiscalías seccional Cesar.
El señalado cómplice de la mujer, Yorman Yair Rodríguez Terán se encontraba violando una detención domiciliaria por hechos similares.
Así las cosas, la Fiscalía le imputó a Yorman Yair Rodríguez los delitos de fuga de preso, hurto calificado agravado y amenaza, mientras que a la mujer solo le imputó los dos últimos delitos.
Además, la Fiscalía 7 Local URI solicitó que la pareja fuera cobijada con detención carcelaria debido a que representaban un peligro para la sociedad y de reincidencia.
La abogada defensora no puso oposición a la medida solicitada, puesto que carecía de elementos de prueba para refutar.
En consecuencia, el juez mandó a los sujetos a un centro de reclusión de la ciudad mientras afrontan el proceso.
Se trata de Laura Andrea Daza Blanco, de 19 años, quien fue capturada con Yorman Yair Rodríguez por un hurto en el barrio Doce de Octubre de la ciudad.
A su corta edad, Laura Andrea Daza Blanco, fue enviada a prisión como la mujer que, presuntamente, cometía hurtos en Valledupar en compañía de otros delincuentes.
La joven de tez morena y madre soltera cayó en manos de la Policía Nacional en la carrera 13 con calle 28 del barrio Doce de Octubre, donde en compañía de Yorman Yair Rodríguez Terán, de 25 años, cometió un robo a un estudiante de derecho.
La mujer habría descendido de una motocicleta para intimidar con arma de fuego al estudiante y despojarlo de un bolso, pero al intentar huir fue atrapada por la comunidad junto con su cómplice.
Los habitantes enardecidos incendiaron la motocicleta de los delincuentes y los golpearon cuando estaban en la vía pública. No obstante, otros ciudadanos dieron aviso a las autoridades sobre el robo para restablecer el orden público.
“Al momento de llegar (los uniformados) había personas que los agredían físicamente cuando estaban en el suelo. Se solicita apoyo con el fin de salvaguardar la integridad y se acerca un ciudadano que se identificó como estudiante de derecho que manifiesta que estas dos personas momentos antes lo habían intimidado con un arma”, contó Fernando Fernández, fiscal 7 Local Uri en las audiencias preliminares.
Laura Andrea Daza Blanco y Yorman Yair Rodríguez Terán, fueron conducidos a la Unidad de Reacción Inmediata, URI, de la Fiscalía donde en audiencia virtual fueron presentados ante el Juzgado Segundo Penal Municipal con función de Control de Garantías.
En la URI, las autoridades notaron que Laura Andrea Daza Blanco tenía vigente una orden de captura por otras acciones delincuenciales en la ciudad.
Al parecer, Laura Daza sería la misma mujer que hace poco quedó registrada en una cámara de seguridad cometiendo un atraco en una tienda del barrio Simón Bolívar de Valledupar.
En este resultaron heridos el propietario del lugar Javier Cruzco Daza y su empleado, quienes sufrieron leves lesiones al parecer con un arma traumática.
“Esta mujer ha sido neutralizada, se camuflaba cambiándose su color de cabello, no obstante, ya ha sido presentada ante las autoridades para responder por los hechos”, manifestó Andrés Alberto Palencia Fajardo, director de Fiscalías seccional Cesar.
El señalado cómplice de la mujer, Yorman Yair Rodríguez Terán se encontraba violando una detención domiciliaria por hechos similares.
Así las cosas, la Fiscalía le imputó a Yorman Yair Rodríguez los delitos de fuga de preso, hurto calificado agravado y amenaza, mientras que a la mujer solo le imputó los dos últimos delitos.
Además, la Fiscalía 7 Local URI solicitó que la pareja fuera cobijada con detención carcelaria debido a que representaban un peligro para la sociedad y de reincidencia.
La abogada defensora no puso oposición a la medida solicitada, puesto que carecía de elementos de prueba para refutar.
En consecuencia, el juez mandó a los sujetos a un centro de reclusión de la ciudad mientras afrontan el proceso.